13 de agosto de 2014
Por Fernando Ravsberg. Enviado por La Joven Cuba.
El General y Presidente Raúl Castro cree que Díaz Canel muestra “una sólida firmeza ideológica” y paradójicamente coincide con sus enemigos. El escritor anticastrista Norberto Fuentes declaró que el vicepresidente “es precisamente lo que Mijail Gorbachov nunca fue. Gorbachov representa la pérdida del poder. No nos engañemos (Miguel Díaz Canel) es un hombre pragmático pero duro ideológicamente”.
El candidato del
Partido Comunista Cubano (PCC) a convertirse en el próximo Presidente de
la República es un ingeniero en electrónica, profesor universitario,
nacido en Villa Clara 15 meses después de que los barbudos entraran a La
Habana y pusieran fin a la dictadura de Batista.
Miguel Díaz Canel
empezó su carrera política en 1987 cuando se convierte en cuadro de la
Juventud Comunista (UJC), solo un par de años después cumple misión en
Nicaragua y a su regreso es designado Segundo Secretario de la
organización a nivel nacional. Es nombrado Primer Secretario del PCC de
su provincia en 1994, en medio de la peor crisis económica que viviera
la Cuba revolucionaria.
Sin embargo, a
pesar del reto es el momento en que Diaz Canel empieza a brillar y su
nombre se hace familiar a los cubanos de toda la isla. “Mira ese es el
secretario del partido en la provincia”, me dijo un amigo mientras me
señalaba a un joven de unos 35 años que hacía cola en una pizzería de la
ciudad de Santa Clara. Costaba identificarlo, llevaba el pelo largo y
vestía pantalón corto y una camiseta. Se movía en bicicleta y utilizaba
el automóvil oficial solo cuando salía de la ciudad. Aseguran que
algunos cuadros superiores del Partido Comunista no lo veían con buenos
ojos y le reclamaron que se “vistiera” como un Primer Secretario.
Eran los años 90 y
yo visitaba la ciudad para cubrir el Primer Festival Nacional de
Travestismo que se desarrollaría en el Mejunje, un centro cultural de
Santa Clara en el que se mezclan espectáculos de rock y de travestis,
días del bolero, discoteca gay, galería de arte y centro de conciertos.
Eran años muy difíciles para este único santuario de la comunidad LGBT,
un oasis en medio de la hostilidad homofóbica. Lo cierto es que mientras
en Santa Clara los travestis se paseaban por las calles, iban a la
universidad y tenían incluso espectáculos sin que nadie los molestara,
en La Habana la policía detenía a los “hombres vestidos de mujer” por
escándalo público. Recuerdo que un funcionario se quejó porque en mi
reportaje sobre los travestis mencioné la relación del Che Guevara con
esa ciudad.
La
provincia de Villa Clara, dirigida por Díaz Canel, fue un santuario
para quienes eran considerados diferentes. Foto Raquel Pérez
Ramón Silverio, el
hombre que fundó y dirige el Mejunje, me explica que el proyecto
sobrevivió, entre otras cosas, gracias a que Miguel Díaz Canel fue capaz
de soportar las presiones de arriba. “Por eso cuando le regalamos
nuestro libro (por el 30 aniversario) escribimos una dedicatoria que
dice: Gracias por tu complicidad”. Pero la apertura cultural que se
vivió en la provincia de Villa Clara no tuvo que ver solo con la
diversidad sexual. Se abrieron también espacios para otros marginados,
surgió un poderoso movimiento de rockeros y los amantes de los tatuajes
encontraron allí el espacio para sus festivales anuales. Durante “el
gobierno” de Díaz Canel en Santa Clara lo diferente dejó de ser un
estigma.
En el 2003 lo
designan miembro del Buró Político del PCC (máxima instancia de poder) y
Primer Secretario de la provincia de Holguín, en el oriente de la isla,
donde a la peor sequía de la historia se le sumaban la desorganización y
la corrupción. Cuentan algunos holguineros que destacó su capacidad de
organización para la distribución del agua y que a la par logró limpiar
las estructuras políticas, lavando los trapos sucios con mucha
discreción.
Al gobierno central
En el 2012 es
nombrado Ministro de Educación con el encargo de reformar la enseñanza
superior, demasiado masiva, muy abstracta y poco vinculada a la economía
del país. El reto fue enorme porque la tarea implicaba luchar contra
ideas muy arraigadas en la sociedad, como el principio de graduar la
mayor cantidad posible de profesionales, al margen de que no haya
trabajo para todos.
Un profesor cuenta a
Público que como Ministro de Educación Superior lo primero que hizo fue
visitar la Universidad de La Habana para escuchar a los viejos
catedráticos, que se quejaron porque llevaban años elaborando propuestas
que muy pocos leían y nadie aplicaba. Aseguran que tras la primera
reunión pidió que lo instruyeran en el tema y, a partir de ese momento,
se le veía llegar regularmente, sobre la 6 de la tarde, como si fuera un
alumno más.
Al frente del Ministerio de Educación Superior transformó las universidades adaptándolas a las necesidades del país. R.P.
El 24 de febrero
del 2013 el Parlamento lo elige Primer Vicepresidente, dándole el
segundo cargo en importancia del Gobierno y convirtiéndolo en candidato
del PCC para las próximas elecciones. Su nombramiento fue defendido por
el propio Raúl Castro, asegurando que “Díaz Canel no es un advenedizo ni
un improvisado. Su trayectoria laboral acumula casi 30 años, comenzando
en la base”.
Con él llega la
renovación generacional de la Revolución Cubana, acompañada de los
nuevos tiempos que vive el mundo, Diaz Canel es el primer político que
utiliza una laptop en un Consejo de Ministros televisado. Trabaja con la
Unión de Periodistas en la promoción de una apertura de la prensa y
protege a los blogueros de izquierda, como La Joven Cuba, de los embates
del sector más ortodoxo del PCC. Es poco amigo de hacer declaraciones a
la prensa pero se muestra afable con la gente. Hoy se viste más formal
pero mantiene su contacto con el cubano de a pie. Lo mismo asiste a una
ceremonia religiosa afrocubana que se sienta en el suelo de la Casa del
Alba a conversar o bailar salsa con los jóvenes de la Federación de
Estudiantes Universitarios después del congreso.
El General y Presidente Raúl Castro cree que Díaz Canel muestra “una sólida firmeza ideológica” y paradójicamente coincide con sus enemigos. El escritor anticastrista Norberto Fuentes declaró que el vicepresidente “es precisamente lo que Mijail Gorbachov nunca fue. Gorbachov representa la pérdida del poder. No nos engañemos (Miguel Díaz Canel) es un hombre pragmático pero duro ideológicamente”.
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