El pasado 14 de junio se inauguraba en
Santa Cruz, Bolivia, la denominada Cumbre G77+China a la que asistieron
presidentes, ministros y altos funcionarios de 133 países de América,
África, Asia y Oceanía e inaugurada por el secretario general de
Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Esta cumbre tenía como objetivo central
traza la agenda de desarrollo global post 2015, cuyo contenido ya había
sido consensuado. Entre los temas debatidos se hallaban temas como la
lucha contra la pobreza, el cambio climático, la coyuntura internacional
y las relaciones de cooperación sur-sur.
El objetivo es que de este foro incluía,
como así fue, fijar una agenda de desarrollo post 2015 para reactivar
la lucha contra la pobreza y el hambre, la cooperación y la protección
medioambiental, que sucederá a los Objetivos de Desarrollo del Milenio
que el mundo se comprometió a cumplir hasta ese año.
Dado el calado de esta reunión es
destacable, aunque no sorprendente que los medios españoles -casi en su
totalidad- hayan ignorado su celebración y que ni siquiera mencionaran
el extenso y pluridiscipinal documento aprobado.
En lo que respecta al mundo de la comunicación tiene, por lo menos, tres apartados directos:
35. Consideramos que la democracia
es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada de los
pueblos de determinar sus propios sistemas políticos, económicos,
sociales y culturales y participar plenamente en todos los aspectos de
la vida. Reafirmamos que, si bien todas las democracias tienen
características comunes, no existe un modelo único de democracia, y que
la democracia no pertenece a ningún país o región, y reafirmamos además
la necesidad de respetar debidamente la soberanía, la unidad y la
integridad territorial y el derecho a la libre determinación, así como
el rechazo de cualquier intento de desestabilizar los sistemas
constitucionales y democráticos legítimamente establecidos por los
pueblos.
36. Pedimos que los medios de
comunicación dejen de utilizarse de modo que puedan difundir información
distorsionada contra los Estados miembros del Grupo de los 77 haciendo
caso omiso del principio del derecho internacional.
158. Pedimos que se ponga fin a la
utilización de tecnologías de la información y las comunicaciones,
incluidas las redes sociales, en contravención del derecho internacional
y en detrimento de cualquier Estado, en particular los miembros del
Grupo de los 77 o sus ciudadanos.
161. Pedimos que las
reglamentaciones y las políticas sobre la propiedad intelectual se
incluyan en un marco de desarrollo, en virtud del cual los derechos de
propiedad intelectual se orienten hacia la promoción de un desarrollo
social, económico y ambiental equilibrado.
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