Sábado, 26 de Abril de 2014 00:04
Controlar los medios es controlar las mentes y controlar las mentes es controlar las conductas de las gentes.
Si algo caracteriza a la época que
estamos viviendo es el bombardeo mediático a que está sometido el
pueblo. Nos llegan muchísimas más noticias de las que podemos atender,
indagar y reflexionar. La mente no da para tanto y quizá por esa razón, o
quizá porque pensar es cansado y aun peligroso, la gente se traga lo
que le echan y lo digiere bien porque se lo dan aliñado con toda clase
de entretenimientos.
Los medios de difusión se convirtieron
durante el pasado siglo XX en el principal instrumento de manipulación
mental de los pueblos. A los tradicionales carteles publicitarios, cuyos
ancestros encontramos ya en el arte representativo de la antigüedad y
más cercanamente en las pinturas murales de los templos medievales, se
le sumó la palabra escrita y más tarde la voz a través de la radio y
posteriormente la imagen en pantalla. Hoy son incontables los
instrumentos de que dispone el poder para difundir su ideología.
En el lavado de cerebro que ese
bombardeo mediático representa podemos sin duda hallar respuesta a la
pregunta que se hace el sociólogo López-Aranguren en el vídeo cuyo
enlace ofrecemos al pie [1] cuando dice: “¿Cómo puede ser que ocho
millones de trabajadores en nuestro país voten PP?”.
Esa base ideológica inconsciente que
late en las mentes de la población es el caldo de cultivo que hace
fecundas la manipulación de noticias y las mentiras que los medios
propagan, las cuales no tendrían ni de lejos el mismo efecto sin ese
embotamiento mental programado que las custodia.
Es innecesario que señalemos los
innumerables casos de ocultación y falsedad que transmiten prensa, radio
y TV, pero como ejemplo podemos dar lo que el profesor Vicenç Navarro
dice en el escrito cuyo enlace ofrecemos [2].
Esta manipulación mental que señalamos
no sería posible sin la colaboración inconsciente de las personas
manipuladas. El engaño es posible porque la persona engañada goza
soñando las maravillas que el timador le ofrece, lo cual hace que
renuncie de antemano a cualquier reflexión o análisis que pueda llevarle
a rechazar eso que tanto le satisface. La gente busca el placer que
envuelve a las mentiras, lo cual hace que los medios de difusión sean
objetos de negocio tan codiciados como indica el escrito de Ignacio
Ramonet [3].
Pero la población mundial no está
formada tan solo por esa masa amorfa de mentes obstruidas sino que hay
por fortuna en ella cantidad ingente de seres pensantes. Y por fortuna
también esas mentes tienen a su disposición medios de comunicar sus
conocimientos y reflexiones. Ahí están Facebook, Twitter, YouTube, blogs
personales, etc., los cuales son fruto a la vez de la desmesurada
necesidad que los opresores tienen de hacer negocio. A través de esas
redes, las mentiras del poder van cayendo día a día [4]. Cabe pensar que
dentro de un tiempo los poderosos habrán encontrado la forma de
establecer filtros censores en esos grandes medios, pero de momento no
les queda otra sino batirse en ellos con el pueblo.
En esta guerra sin cuartel que el
capitalismo tiene declarada al mundo entero, son muchos los campos de
batalla. Además de los medios de comunicación recién vistos tenemos los
tradicionales, es decir las acciones personales directas, tales como
manifestaciones, huelgas, etc. y la prensa veraz impresa y digitalizada.
Prueba de ello nos la dan las múltiples publicaciones existentes que el
gran capital no controla y que se sustentan por el esfuerzo de quienes
las realizan. Entre tantos encomiables esfuerzos nos complace citar en
el día de hoy el de la revista digital e impresa CAFEAMBLLET.COM, que
ahora nos llega en edición impresa gracias a la financiación de
aportaciones personales de sus lectores y a la tenacidad de quienes la
realizan.
Una sola cosa es necesaria para poder
dar la batalla en esta guerra: creer en aquello por lo cual luchamos.
Creer en la posibilidad de vivir con justicia, en la igualdad de
derechos y deberes para todo ser humano, en que podemos y debemos
colaborar con el resto de la humanidad en hacer ese mundo de libertad y
paz que anhelamos.
Solamente con una clara y bien
reflexionada fe en los principios que señalamos podremos dar con alguna
posibilidad de éxito la batalla. Mantengamos, pues, despierta la mente y
abierto el corazón para que el espíritu que nos alienta nos sostenga. /PC
NOTAS
[1] Manipulacion medios de comunicacion
[2] Las falsedades de los mayores medios españoles en su cobertura de Ucrania
[3] Ignacio Ramonet, “Todos bajo control”
http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=07475aa5-a767-45df-8d2d-43b28a21877b
[4] Thierry Meyssan, “Hacia el fin de la propaganda estadounidense”
[5] Revista “cafèambllet.com”
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