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viernes, 7 de febrero de 2014

CANTARERO: " EL FASCISMO NO SERÁ FACIL DE DERROTAR SI EL SISTEMA SE EMPEÑA EN TNER UNA POBLACIÓN ANALFABETA"

07.02.2014

Ellos se financian con aportaciones de históricos franquistas, de familias que vivieron bajo la protección del dictador, como Blas Piñar y su amplio entorno. Abogados, profesionales liberales, empresarios nostálgicos, militares. Luego las cuotas de la militancia pero estas son escasas. 
 
El periodista y escritor Joan Cantarero viajó ayer a Zaragoza para participar en las sextas jornadas Noviembre Antifaixista donde impartió la interesantísima charla “Fascistas de hoy: Quiénes son, cómo se organizan y qué objetivos tienen”. Ante una sala llena, Cantarero ofreció un amplio y completo análisis durante cerca de dos horas de la extrema derecha europea y española.
Unas horas antes de la charla, AraInfo tuvo la oportunidad de charlar largo y tendido con el periodista. Cantarero, director de la agencia de investigación AIP y colaborador habitual de Interviú y de esta achencia de noticias, alerta de la “falta de escrúpulos” de la extrema derecha “para movilizar a una sociedad que vive en la desesperación generada por la crisis”. Para el autor del libro ‘La huella de la bota’, conocer quiénes son y quién está detras de ellos “es imprescindible para entender el aumento de la violencia xenófoba y ultra en los últimos tiempos, así como para poner cara a quienes lideran el movimiento neonazi español, sus vinculaciones internacionales, su formación, sus organizaciones, sus estructuras, sus relaciones y, especialmente, sus planes de futuro a medio y largo plazo”.

ARAINFO.- Quizás el acto fascista más mediático fue la irrupción de grupos ultraderechistas en un acto de la Diada en Madrid, cuyas imágenes corrieron por todas las cadenas e informativos. Tras eso, la recién autodenominada plataforma La España En Marcha anunció su participación en una manifestación en contra de la independencia de Catalunya el pasado 12 de octubre. Pero en la marcha, según los medios, participaron solamente unos 300 ultraderechistas, según decían venidos de todo el estado. ¿Se dan las condiciones para afirmar que estamos ante un peligroso auge del fascismo?

Joan Cantarero.- El fascismo siempre es un peligro. Dicho esto no hemos de confundir su número en según qué manifestaciones y dónde con su influencia y capacidad de manipulación en la sociedad, especialmente cuando esta vive angustiada por un crisis provocada por la oligarquía financiera y que la ultra –siempre tan manipuladora- atribuye a la democracia. No hay que olvidar que su objetivo es liquidar el sistema democrático y para ello no dudan en emplear todas las herramientas y oportunidades que les brinda el sistema democrático apelando constantemente a su mal entendida libertad de expresión.


A.- ¿Dónde está el verdadero peligro?
JC.- El verdadero peligro de la ultraderecha está en su falta de escrúpulos para movilizar a una sociedad que vive en la desesperación generada por la crisis. Una sociedad que en su angustia real necesita respuestas para poder comprender cómo ha llegado a esta situación. La habilidad de estas organizaciones es tal que elaboran un argumentario con explicaciones falsas pero a primera vista creíbles, que se usa en toda Europa. Es decir, los fascistas culpan a la inmigración de arrebatar los puestos de trabajo y saturar los recursos sociales y hacen creer con bastante facilidad que con la expulsión y el cierre de fronteras este país y el resto de la UE mejorará. Asimismo añaden que son los gobiernos nacidos de la democracia los culpables del problema. Esto es respuestas sencillas a problemas complejos.

Pero no hemos de olvidar que si la población más perjudicada compra los discursos de la extrema derecha es porque la izquierda se está distanciando de la sociedad. Aquellos tiempos de cercanía, de encuentros, de cenas de sobaquillo, de reuniones con los vecinos, aquello ya no se hace, salvo excepciones y salvo en Marinaleda. Cuando un pueblo está informado y se le ofrecen alternativas no se deja caer en los brazos embaucadores de la ultraderecha.

A.- Estamos viendo como intentan acudir a manifestaciones sobre la educación, la sanidad, los desahucios… ¿buscan ganarse a la sociedad para llegar a sus objetivos o buscan el descrédito de la izquierda que los expulsa?

JC.- Ellos buscan el conflicto para llevar a la sociedad un discurso de victimismo, argumentando que la democracia no es igual para todos. Hay mucha gente en este país que concede el derecho de libertad de expresión a aquellos que justifican el asesinato, hacen apología del nazismo, niegan el holocausto o aplauden que miles de personas subsaharianas mueran ahogadas al intentar cruzar el estrecho o el Mediterráneo o que utilicen cuchillas en los muros fronterizos para que la desesperación del tercer mundo no destruya nuestro way of live.

A.- Convocan manifestaciones y concentraciones, como aquí en Zaragoza, y se amparan en la “libertad de expresión”, y gracias a eso algunas instituciones, organizaciones y colectivos “dudan” en solicitar su prohibición o confrontación directa. ¿Qué crees tú al respecto?

JC.- Es lo que decía antes. No puede haber libertad de expresión para quienes justifican y hacen apología del asesinato de Guillem Agulló, de Carlos Palomino, de Aitor Zabaleta,  de Clément Méric, de Pavlos Fyssas, conocido como Killah P, o de quienes dejaron tetrapléjico a Miwa Buene y tantos otros. Porque en otros casos la justicia es implacable, pero en estos ya vemos. El líder de Alianza Nacional pide ejecutar al Rey, al príncipe y los políticos que hicieron la Transición. Si esto lo dice un abertzale de Iruña ya lo habrían crucificado.

A.- La eterna duda. ¿Es conveniente denunciar cada uno de los actos convocados por grupos fascistas? o ¿con eso se les está dando más visibilidad?

JC.- Como decía antes el victimismo les viene bien. Por eso la mayoría de veces ellos convocan manifestaciones para generar la reacción de sus enemigos naturales. Con ello consiguen que el conflicto y las correspondientes cargas policiales tengan más relevancia en los medios que el número real de participantes en la manifestación. Yo no soy partidario de denunciar todas sus manifestaciones, es conveniente que la sociedad vea cuantos son en realidad y ese ya será para ellos mucho castigo. Otra cosa son manifestaciones contra la inmigración, manifestaciones de apología del nazismo y otras. Además existe  la técnica que lleva a cabo la Fiscalía de Delitos de Odio de Barcelona, sin duda la más activa, que consiste en no prohibir los actos, pero si grabarlos, de tal manera que ponen en marcha la acción judicial. Sería interesante que echarais un ojo al artículo 510 y siguientes del código penal vigente –que se mejorará notablemente con la reforma Gallardón (lo único positivo de esta reforma)- donde hay materia penal suficiente para criminalizar muchas manifestaciones ultras.

A.- ¿Y qué piensas de las típicas afirmaciones de “los extremos se tocan”, “los extremos siempre son malos” o “son igual de malos los de un lado que los de otro”?

JC.- Y el café en grandes dosis produce taquicardias. Es lo de siempre, porque a ello hay que añadirle la coletilla habitual de quien dice esto de “yo soy apolítico”. Hay cosas con las que no se puede estar a medias tintas. Yo soy un radical antirracista. No acepto que se insulte ni agreda a nadie por su origen racial y no soporto a esos “puros arios españoles” que no se han enterado aún que los habitantes de la península ibérica somos una mezcla de moros y judíos mezclados con los cristianos, incluidos ellos.

En cualquier caso el radicalismo porque si tampoco es saludable. Hemos de ser críticos con la situación y adaptarnos a los tiempos y a las necesidades sociales. Radicales con la injusticia social, pero no tiene ningún sentido desde mi punto de visto aplaudir a un régimen que no es comunista que es tiránico como Corea del Norte con un líder por elección dinástica absolutamente esquizofrénico que tiene sometido a su pueblo y al que obliga incluso a elegir literalmente su corte de pelo. Tipos como este son tan despreciables como Pinochet. En resumen, hemos de ser absolutamente radicales con todo aquello que contribuya a la infelicidad del ser humano y que vaya en detrimento de su libertad y libre albedrío. Hemos de ser inteligentes y analizar bien las cosas antes de tomar decisiones, buscando siempre lo más favorable a la ciudadanía sea cual sea su origen, y ser igual de radicales contra aquellos que buscan el sufrimiento de las personas para su propio beneficio.

A.- Dentro del amplio abanico de siglas ultraderechistas, ¿cuál podríamos considerar más violenta, cuál más capaz de alcanzar poder?

JC.- Llegados a este punto es importante establecer una división entre la ultra. Un 7% más o menos de los votantes del PP son de ultraderecha o derecha extrema. Fuera del PP hay un 2% más o menos de ultraderecha y neonazis, incluyendo aquí a los llamados NR, autodenominados nacional revolucionarios, los verdaderamente peligrosos y que cuando entran en prisión son incluidos entre los FIES, el Fichero de Presos de Especial Seguimiento.

Pero volviendo al tema la posibilidad real de que la ultraderecha alcance el poder por vía democrática es en estos momentos imposible. Lo que sí es posible –como ya está sucediendo- es que las políticas racistas, xenófobas e islamófobas de la ultraderecha sean adoptadas por organizaciones como Convergència i Unió o el propio Partido Popular. Basta ver algunos ayuntamientos de Catalunya que para intentar restar fuerza a la Plataforma de Anglada no dudan en comprar su discurso, como en Badalona y otras poblaciones.

La ultra sabe que por la vía democrática solo podrán influir pero no gobernar, por eso desde la enésima alianza ultra la llamada La España en Marcha –que se está convirtiendo poco a poco en un panal con tantos zánganos como abejas reina- por eso llama a la ciudadanía no a afiliarse sino a alistarse, un término militar con todas las connotaciones imaginables. Su intención es generar masas de estilo paramilitar como en Grecia o Hungría, pero de momento no marcha bien la cosa. España 2000 está ajena a este asunto y su líder está más ilusionado con pillar escaño autonómico o nacional que en generar conflictos, aunque para ello está captando al lumpen más descolgado.

A.- Normalmente los colectivos antifascistas organizan actos de financiación para poder sufragar gastos variados. ¿Cómo se financian la mayoría de grupos y partidos de ultraderecha?

JC.- Ellos se financian con aportaciones de históricos franquistas, de familias que vivieron bajo la protección del dictador, como Blas Piñar y su amplio entorno. Abogados, profesionales liberales, empresarios nostálgicos, militares. Luego las cuotas de la militancia pero estas son escasas. Una fuente importante es el merchandising ultra. Camisetas, gorras, sudaderas, chapitas y demás polladas que llaman la atención, utilizando para ello tanto tiendas convencionales como tiendas electrónicas, las más activas. Aquí se incluye también la música RAC y algunas marcas conocidas.

A.- Como conocedor de los fenómenos de auge del fascismo en Europa, ¿crees posible un crecimiento electoral que coloque a los fascistas en el parlamento al mismo nivel que en algunos países europeos?

JC.- Como te decía antes sinceramente no lo creo. Es posible que entren en algunos ayuntamientos y están llevando a cabo maniobras de empadronamiento masivo en determinados municipios para intentar lograr alcaldías en pequeños municipios, como principio de acción, encaminado a financiarse o tener presencia mediática. De todos modos organizaciones como el MSR, aliado del partido ultra europeo formado en el Parlamento de Estrasburgo junto a FN, Jobbik, y otros recibe ciertas sumas periódicamente para su funcionamiento.

A.- Mucha gente en la calle, antifascistas, declarados o no, teorizan sobre el auge del fascismo, pero no encuentran la clave para derrotarlo de una vez por todas. Algunos militan activamente en la lucha, otros dan su apoyo, otros andan perdidos en otras batallas… ¿qué crees que se debería hacer para derrotar al fascismo?

JC.- El fascismo no será fácil de derrotar si la crisis persiste y el sistema se empeña en tener una población analfabeta. Para acabar con el fascismo o al menos dejarlo como un hecho residual hay que conseguir que los más necesitados, que las clases populares accedan a la cultura y a la formación; que tengan acceso a la sanidad para dejar de sufrir y que se combata el despido libre como reclaman los insaciables empresarios de la CEOE, que más que trabajadores pretenden esclavos. Decía Unamuno –que se refería a los carlistas, los fascistas de su época- que el fascismo se combate leyendo y el racismo viajando. Pero si un pueblo no tiene acceso a la cultura, a la universidad y apenas tiene dinero para subsistir el fascismo y el racismo crecerán.

A.- Joan, en tu carrera te hemos visto hablar de multitud de cosas, siempre haciendo buen periodismo y denuncia sincera y de calidad. No obstante, ¿qué retos profesionales te planteas? ¿Cuál es la espinita que tienes clavada y necesitas sacarte?

JC.- Tengo muchas y estoy trabajando en ellas. Para que entendáis cómo trabajamos en la agencia que dirijo os recomiendo dos libros “Cabeza de Turco” y “El Periodista Indeseable”, del maestro de periodistas Günter Wallraff. Técnicas que han complementado mis estudios universitarios en ciencias de la comunicación y criminología. Otra pista. Yo fui compañero de lucha estudiantil de Yolanda González como miembro de la Coordinadora de Estudiantes de València EM. A ella dos ultras la asesinaron en Madrid el 1 de febrero de 1980. En eso estamos

A.- Esta pregunta quizás te lleve más rato… si tuvieras una varita mágica y pudieses pedir que algo cambiase (en dimensiones políticas, sociales, etc.), y no pudieses elegir nada relacionado con el fascismo… ¿qué sería?

JC.- Pediría salud para seguir en la brega y que en ese magnífico mundo imaginario de convivencia y respeto lo pudiéramos disfrutar y proteger.

A.- Por último, Joan, por tu experiencia estamos seguros de que has vivido muchísimas anécdotas. ¿Nos pueden contar una, relacionada con el fascismo, y que nos dibuje una sonrisa en la cara?

Tengo muchas pero recomiendo una que cité en mi último libro “La Huella de la Bota”. Ver último párrafo de la página 38 y continuación en la 39. Allí se cuenta como gracias a los ultras me hice un fanático del punk rock y especialmente de Lou Reed.
http://arainfo.org/2013/11/cantarero-el-fascismo-no-sera-facil-de-derrotar-si-el-sistema-se-empena-en-tener-una-poblacion-analfabeta/

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