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visión de los comunistas de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia y el
espacio postsoviético sobre la actualidad de sus países.
28 de enero de 2014
Hay que detener el golpe de Estado que está en marcha en Ucrania
Guennadi Ziugánov
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
Fascistas tomando el Ministerio de Justicia en Kiev. (foto. Golos.ua) |
Los partidarios de Hitler
están ya en el gobierno de las repúblicas bálticas. Ahora van a por todas para hacerse
con el poder en Ucrania. Los enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, están protagonizados por miles de milicianos bien preparados y pagados,
provenientes de la región de Galitzia, que se enorgullecen de su parentesco
espiritual con un colaboracionista de los nazis como S.Bandera. Ya se ha
llegado incluso hasta el punto de intentar prohibir la actividad del Partido Comunista de Ucrania en dos regiones
occidentales. La persecución de los comunistas siempre ha sido uno de los
principales rasgos del fascismo en ciernes.
No hay nada de improvisación
en los acontecimientos que se están produciendo: Estos procesos están dirigidos
por gente experimentada que cuenta con un amplio bagaje en mover los hilos de
la organización de golpes de Estado en Yugoslavia, Georgia, Libia, en los
países de Asia, Oriente Próximo, África y América Latina.
Diplomáticos y actores
políticos occidentales dirigen abiertamente los actos de saqueo en Ucrania,
como si no fuera un Estado soberano, sino una más de sus colonias. Participan
activamente instigadores y provocadores, venidos de Polonia y las repúblicas
bálticas. Cualquier intento de poner el mínimo orden elemental en el país
provoca acusaciones de uso desproporcionado de la fuerza, chantaje y amenazas
de la adopción de sanciones.
Occidente se muestra
especialmente hipócrita, exigiendo la libertad de acción para esas fuerzas, que
no solo son antirrusas o anticomunistas, sino abiertamente profascistas y
antisemitas.
Hay que llamar a las cosas
por su nombre: Ucrania está siendo víctima de una agresión exterior, ejecutada
por los organizadores de pogromos, venidos de Ucrania occidental. Es algo por
lo que el mundo ya ha pasado en más de una ocasión. En Ucrania se está
aplicando el mismo guion, que ha llevado a la destrucción de Yugoslavia, Libia
y al comienzo de la guerra civil en Siria.
Sin embargo, sería faltar
a la verdad ver únicamente la intromisión de fuerzas del exterior como explicación
de los trágicos acontecimientos que se están produciendo en Ucrania.
El motivo principal que ha
generado ese amplio descontento popular, es la política económica y social, de
los gobiernos y presidentes, que se han venido sucediendo desde 1991, representado
los intereses del gran capital. Un puñado de oligarcas que cada vez se
enriquece más y decenas de millones de ucranianos empobrecidos. La trágica
experiencia de Europa nos enseña, que el empobrecimiento del pueblo es el caldo
de cultivo, en el que maduran las fuerzas más tenebrosas del fascismo.
La oligarquía ucraniana es
una parte tan dependiente del capital financiero mundial, que se muestra
incapaz de defender los intereses nacionales. La élite de Ucrania, empezó por
no rechazar con firmeza la ruinosa “asociación” con la Unión Europea, para
luego verse incapaz de poner un mínimo de orden en unas calles de la capital,
que han sido prácticamente tomadas por los extremistas.
La tecnología de la toma
del poder es la misma que en el 2004, mediante la violencia y el caos
callejero. Sin embargo la actual élite ucraniana ha sido capaz de asimilar esas
lecciones históricas. La inacción del gobierno representa un acicate para aquellos
que aspiran a conducir a Ucrania hacia el enfrentamiento civil, a separarla de
Rusia y someterla a una dependencia servil de la Unión Europea.
El gobierno, todas las
ramas del poder, lejos de estar consolidando el restablecimiento de la ley y el
orden, han elegido la vía de las concesiones y la entrega de posiciones ante
las fuerzas proocidentales, que son interpretadas por estas como un síntoma de
debilidad, generando la exigencia de cada vez mayores concesiones.
Todo esto representa que
paulatinamente se le vaya entregando el poder a aquellos que terminarán de
arruinar la economía ucraniana, convirtiendo al país en una fuente de mano de obra
barata para la oligarquía mundial y en consumidor de productos de baja calidad.
La situación internacional de Ucrania se verá muy afectada.
Toda esta bacanal de destrucción
se produce en los días en los que estamos celebrando el 70 aniversario de la
ruptura del bloqueo fascista a Leningrado, en vísperas del 70 aniversario de la
Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria. Es un insulto a la
memoria de los millones de rusos y ucranianos, de todos los pueblos, que
sacrificaron sus vidas en la lucha contra el fascismo.
Los ciudadanos de Rusia no
se pueden quedar indiferentes ante los descarados intentos de occidente por
formar otro régimen hostil, en nuestras mismas fronteras. No podemos ignorar
esta peligrosísima tendencia a reforzar las manifestaciones fascistas en Europa.
El PCFR condena enérgicamente
este intento de golpe de Estado rampante en Ucrania. Llamamos a todas las fuerzas
de izquierda, patrióticas y antifascistas de Ucrania, Rusia y Europa a elevar
el tono de protesta contra los intentos de los herederos de un colaborador de
los nazis como S.Bandera, de usurpar el poder en Ucrania.
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