La delegación del régimen sirio acusó hoy en la conferencia internacional Ginebra 2 a países que "exportan el terrorismo" y tienen "sangre de los sirios en sus manos", mientras la oposición ratificó que el presidente Bashar al Assad debe dejar el poder.
El canciller sirio, Walid Muallem, sostuvo que "los representantes de algunos Estados sentados en esta sala tienen la sangre de los sirios en sus manos".
El ministro señaló a algunos países por "exportar el terrorismo, usar sus petrodólares para comprar armas y llenar los medios internacionales de mentiras".
"Ahora la máscara cayó y vemos el verdadero rostro de aquellos que quieren destruir Siria", enfatizó.
Muallem dijo que "nadie desde el exterior tienen el derecho de remover al presidente Bashar al Assad", luego de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtiera que el mandatario "no puede formar parte de la transición
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