La vida de Ariel Sharon se confunde con la historia violenta y racista del Estado de Israel. Sus actuaciones fueron tantos otros motivos para impulsar una solidaridad contra la ocupación y la represión israelí.
Nacido en Palestina, aquella palabra que
tanto odiaba, Ariel Sharon nació en Scheinermann en 1928, en el kibutz
de Kfar Malal en el norte de Jaffa. Israel no existe aún, y es desde las
colonias judías que el movimiento sionista prepara la creación de una
Estado judío desde donde serán expulsadas las poblaciones autóctonas
palestinas. A los 16 años, entra en la Haganah, la milicia de seguridad
sionista.
Durante la guerra por la creación de
Israel, Sharon participa en la batalla por Jerusalén y comete allí
atrocidades contra las poblaciones palestinas que rodean la ciudad. Una
verdadera limpieza étnica va a operarse allí y a llevar a la expulsión
de cientos de miles de residentes palestinos.
Tras la creación del Estado israelí,
Sharon integra la Unidad 101 entre 1953 y 1956. Miko Peled, antiguo
militar israelí, él mismo hijo de un general y hoy militante por la paz y
contra la ocupación, dice de esta unidad que se trataba de “un comando
inmundo que goza de una licencia especial para matar y asesinar a los
palestinos. Operando sobre todo en la franja de Gaza pero también fuera
de ella, la Unidad 101 era brutal y mató a un elevado número de
inocentes. Era demasiado, incluso para los estándares israelíes, hasta
el punto de que el gobierno finalmente desmanteló esta unidad.”
Entre 1956 y 1982, la carrera militar de
Sharon prosigue a golpe de conquistas israelíes. Participa notablemente
en la guerra de 1967 en la que Israel invade Gaza y Cisjordania, pero
también el Sinaí egipcio y el Golán sirio. Tras la guerra, será nombrado
responsable de seguridad en el sur, notablemente en la banda de Gaza.
Allí destaca por una represión sangrienta que le costará la vida a
decenas de habitantes. Cuando participa en la guerra el Yom Kippour de
1973, aprovecha su gran prestigio militar para lanzarse a la política.
Funda el Likud, el partido de la derecha ultra israelí.
En 1982, Sharon es nombrado ministro de
Defensa. Dirige la invasión israelí contra el Líbano y las fuerzas de la
OLP que están allí instaladas. Esta guerra va a durar varios meses y
causar la muerte de miles de libaneses y palestinos. Tras el alto el
fuego y la retirada de los militantes de la OLP, las tropas israelíes
dirigidas por Ariel Sharon van a permitir a las milicias fascistas
libanesas, aliadas suyas, a entrar en los campos de refugiados
palestinos de Sabra y Chatila. Las falanges maronitas, protegidas por el
ejército israelí y guiadas por sus cohetes iluminadores, cometerán allí
una masacre sangrienta, asesinando a mujeres, ancianos y niños.
Constituida bajo la presión internacional, una comisión de investigación
israelí concluirá que Ariel Sharon tiene una gran responsabilidad en
esta masacre. Es destituido del puesto de ministro de Defensa, pero
puede mantenerse en el gobierno como ministro sin cartera…
Desde finales de los años 80, Sharon se
dedica a la ocupación de territorios palestinos. Ministro de Obras
Públicas, ordena la construcción de 144.000 colonias en Cisjordania y
Gaza. En 1999, Sharon es nombrado presidente del Likud.
Como jefe de la oposición, “visitará” la
Explanada de las Mezquitas en el año 2000. Esta marcha tiene como
objetivo el afirmar que este monumento y toda la ciudad se mantendrán en
manos de Israel y que nunca se permitirá que sea la capital de
Palestina. Esta provocación será la chispa que encenderá el fuego de la
segunda Intifada contra el falso proceso de paz, que consiste en los
hechos en mantener la ocupación y acelerar la colonización.
Todos los territorios palestinos se
sublevan. En este contexto, Ariel Sharon es elegido Primer Ministro en
2001. En 2002, al explicar que lo que busca es ponerle un término a los
atentados palestinos cometidos en Israel, lanza la operación “Escudo de
Protección” y destruye toda la infraestructura palestina al volver a
ocupar las ciudades de Cisjordania y Gaza. Esta operación causará varios
cientos de muertos palestinos, principalmente civiles, notablemente
durante la sangrienta masacre del campo de Jenin perpetrada por las
fuerzas de ocupación israelís en abril de 2002. Durante toda la segunda
Intifada, entre 2000 y 20005, más de 3000 palestinos serán asesinados.
Sharon iniciará también la construcción del Muro del Apartheid,
construcción masiva de 9 metros de altura que trocea los territorios
palestinos, condenada por la Corte de Justicia Internacional de La Haya.
El gobierno belga, que había creado una
ley de competencia universal para juzgar a los dirigentes extranjeros
por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, se dio prisa en
modificar la ley cuando ciudadanos palestinos se ampararon en ella en
2003 para procesar al Primer Ministro israelí.
¿Un “hombre de paz”?
Para Miko Peled, “lo más absurdo que se
haya dicho sobre Sharon es que era un hombre de paz. Que devolvió Gaza a
los palestinos. La desocupación de Gaza era un acto cínico y
unilateral. Permitió que Sharon desalojara a los colonos de su camino, y
hacer de este territorio una cárcel a cielo abierto y anotarse algunos
tantos con administración americana. Una medida cruel que le ha
permitido ahogar a la población de Gaza, esta población que siempre
quiso destruir.”
Sharon fue el arquetipo del dirigente
sionista de extrema derecha. Es su producto natural y necesario. Es
excepcional en cuanto a la longevidad de su carrera y ha destacado en
diversas ocasiones por su estilo brutal, pero sus actos son el producto
normal de una sociedad basada en el racismo, el apartheid, la
colonización.
Campaña Boicot, Desinversión, Sanciones
Los años Sharon también vieron
desarrollarse el movimiento de boicot contra Israel. Los actos de Israel
han despertado las consciencias internacionales y un gran número de
ciudadanos, artistas, deportistas y sindicalistas han empezado a apoyar
el boicot a Israel mientras este Estado no respecte los derechos de los
palestinos.
Sharon ha fallecido, pero su legado
está muy vivo. Tenemos que rendir homenaje a las víctimas, a la pequeña
niña asesinada en su aldea por la Haganah en 1948, a los militantes de
Jenin aplastados por las excavadoras en 2002. Para ello, hay que seguir
con las campañas BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones) que ayudarán a
que, un día, personas como Sharon ya no puedan hacer reinar el terror en
la región.
Traducido por Alexandre García
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