Etiquetas

viernes, 6 de diciembre de 2013

LOS TRABAJADORES DE SADIEL RESPONSABILIZAN A LA JUNTA DE ANDALUCÍA DE SU SITUACIÓN

06.12.2013
 

Antonio Jesus Dionisio Vázquez, presidente del Comité de Empresa de SDS

INSURGENTE: ¿Qué es SADIEL, a qué se dedica y de cuántos trabajadores estamos hablando?
ANTONIO JESÚS DIONISIO VÁZQUEZ :  Sadiel es una consultora de software radicada en Sevilla, aunque tiene sedes en otras ciudades como Madrid o Barcelona. En 2011, como lo venían haciendo otras muchas empresas de desarrollo de aplicaciones, abrió una factoría de software que se instaló en El Puerto de Santa María (Cádiz) por medio del Plan Bahía Competitiva, destinado a reindustrializar la bahía después del cierre de Delphi. Así que tenemos la empresa matriz, Sadiel, en Sevilla, que tenía alrededor de 1200 trabajadores por el año 2011, y la factoría de software, Sadiel Desarrollo de Sistemas (SDS), que por aquel año contaba con unos 190. En 2011 se vendieron las acciones que la Junta de Andalucía, que era la accionista mayoritaria de Sadiel, a Ayesa, una empresa de ingeniería propiedad del empresario sevillano José Luis Manzanares. Los trabajadores nos opusimos en su momento a la venta, porque suponía la privatización a un precio risible de una empresa fuerte y con beneficios año tras años, y porque la venta se hizo a espalda de los trabajadores y sin que se garantizasen las condiciones de éstos.



¿Por qué ha estallado el conflicto en la Empresa?
La empresa plantea un traslado colectivo alegando cuestiones en abstracto y durante las negociaciones con el Comité de Empresa, en ningún momento se dignan en explicar las deficiencias que plantean ni a valorar alternativas al traslado. Su única preocupación era saber cuántos trabajadores iban a optar por rescindir su contrato, evidenciando que lo que pretenden es plantear condiciones inasumibles a los trabajadores para que nos marchemos por nuestro propio pie. En SDS somos mayormente una plantilla joven, que hemos ido haciendo nuestra vida (casándonos, comprando nuestra vivienda, teniendo hijos) en los seis años de existencia de la empresa. Contamos con sueldos muy precarios y la empresa pretende que nos vayamos a vivir a Sevilla o que estemos yendo y viniendo todos los días, cosas que son inasumibles por los trabajadores desde el punto de vista económico o de conciliación de la vida laboral y familiar. Se da el caso de que mientras que a nosotros pretenden trasladarnos a Sevilla, a los trabajadores de Sevilla los mandan a Madrid, Barcelona o a las delegaciones en otros países que la empresa está abriendo, demostrando una vez más que los traslados carecen de sentido.


Tras la privatización que realizó la Junta qué ha venido ocurriendo
Desde la venta de Sadiel a Ayesa, los trabajadores hemos sido víctimas de unas políticas empresariales propias de épocas pasadas. En Sadiel se han perdido más de 200 puestos de trabajo y en El Puerto, más de 50. En SDS se ha disparado el uso de horas extra, habiendose sancionado a la empresa por su uso abusivo, se ha despedido a trabajadores como represalia por exigir sus derechos, se han modificado los horarios para una supuesta mejor organización pero que lo que realmente han provocado ha sido un empeoramiento de las posibilidades de conciliación de los trabajadores, etc. Y finalmente, en octubre de este año, la empresa nos plantea un traslado colectivo a Sevilla que afecta originalmente a 72 trabajadores, manteniendo las mismas condiciones que en SDS.


¿Qué salida veis al problema?
Desde el primer día la asamblea de trabajadores hemos rechazado los traslados. Nos negamos a que la empresa juegue así con nuestras vidas y no pasamos por el aro de aceptar lo que no deja de ser un ERE encubierto destinado a adelgazar la plantilla. Estamos seguros de que, de existir problemas organizativos o técnicos, se pueden explorar soluciones distintas del traslado. Por tanto, lo que exigimos es que se retire el expediente de traslado colectivo y entonces sentarnos a hablar de qué alternativas se pueden trabajar. Pero no vamos a subyugar alegremente las condiciones de vida de un centenar de familias trabajadores a los intereses del patrón, porque la cuestión está ahí: Estamos convencidos de que la empresa pretende a medio plazo el cierre de la factoría de El Puerto, así que en un primer golpe se quiere cargar a la mitad de los trabajadores y una vez que estemos divididos, con la simple técnica del goteo, debilitar a las plantillas con despidos o traslados individuales hasta que puedan cerrar sin oposición. No es la primera vez que esto lo hacen los empresarios y en Cádiz, tristemente, somos expertos en estas lides.


¿Responsabilizáis directamente de lo que ocurre al bipartito PSOE+IU ?
Sin duda, la Junta es responsable también del futuro de ese centenar de familias trabajadoras afectadas por el traslado. Es inasumible que un gobierno de izquierdas, votado por los trabajadores para alejar las políticas del gobierno central, permita que suceda esto, con los agravantes de que la Junta es dueña del 22% de las acciones y de que Cádiz, además, es zona catastrófica en lo que respecta al paro y a la desindustrialización. Sadiel y Ayesa se han beneficiado de jugosas subvenciones y proyectos durante años y ese dinero público se ha estado utilizando para financiar a une empresa que hace todo tipo de tropelías y cacicadas con los trabajadores. La Junta se tiene que posicionar claramente con los trabajadores y obligar a la empresa a que retire los traslados, cortándole el grifo de subvenciones, metiendo la lupa en todas las que ya se han concedido y usando todas las herramientas con las que les hemos dotado el pueblo andaluz.


¿Qué ambiente se percibe entre los trabajadores?
Los trabajadores están fuertes y firmes en la defensa de sus empleos. Llevamos 7 días y medio de huelgas y comenzamos ahora una huelga indefinida. Es sorprendente y emocionante ver como los lazos de unión y solidaridad crecen no solo entre los trabajadores, sino con otros colectivos y con el pueblo, que nos mandan saludos y apoyo, también económico, para que sigamos resistiendo. La presión económica es grande, pero nos hemos organizado para llenar una caja de resistencia que va a hacer que los compañeros que estén más apurados sigan en la lucha. Hemos repartido folletos explicativos en todas las ciudades de nuestro entorno, y la gente también se acerca a darnos palabras de aliento y a echarnos lo que pueden en las huchas. Y con ese orgullo obrero que coge lustre en las luchas contundentes y justas vamos hasta donde haya que ir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario