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Los
terroristas ejecutaron a civiles sirios durante varios actos
perpetrados del 21 al 28 de octubre contra la aldea cristiana de Sadad,
en el noreste de Damasco, capital siria, ha corroborado el Observatorio
de Derechos Humanos (HRW).
En un informe publicado este martes en su portal, HRW ha revelado también que otros civiles fueron objeto de “asesinato ilegítimo por francotiradores de la oposición siria” en la misma localidad.
La organización, que vela por la situación de los derechos humanos en el mundo, ha informado que durante sus investigaciones en Sadad identificó los cadáveres de 46 residentes que habían sido asesinados durante la mencionada operación.
Según los lugareños, 41 de los cuerpos identificados eran civiles, entre ellos 14 mujeres y dos niños. Asimismo, otros tres eran policías y dos soldados que durante el ataque no estaban de servicio.
El mencionado informe del HRW solo indica el número de cuerpos identificados por los residentes y la iglesia local, y no habla de la cifra de fallecidos del Ejército de Siria.
Los testigos informaron a los investigadores de la entidad que los rebeldes no permitían a los residentes de la localidad cristiana abandonar sus hogares durante la agresión, utilizándolos como escudos humanos.
Los terroristas, que se presentaron como integrantes del Frente Al-Nusra, vinculado a Al-Qaeda, también robaron objetos personales y dañaron la propiedad de al menos tres iglesias antiguas de la región, declararon los residentes.
La histórica aldea de Sadad, a unos 100 kilómetros al noreste de Damasco, fue retomada por el Ejército de Siria a finales de octubre, tras dicha ofensiva terrorista.
Desde hace casi tres años, Siria es escenario de una ola de violencia terrorista, financiada y dirigida desde algunos países occidentales y varios regionales. El conflicto, según las Naciones Unidas, ha dejado un balance de más de 100 mil muertos.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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