03.11.2013
Francisco González Tejera.
(Dedicado a los compañeros
mineros muertos en Llombera de Gordón, ahora eternos y presentes para
siempre en la lucha de los pueblos oprimidos).
Un récord histórico de desempleo, recesiones y
una recuperación económica imposible, siempre bajo los dictados de la
mafia de la troika y sus bandas organizadas de los corruptos gobiernos,
que obedecen a pie juntilla cada nuevo atentado terrorista a los
derechos de millones de ciudadanos/as.
Los sindicatos amarillos Comisiones Obreras y
la UGT, junto a sus compas y camaradas de la izquierda cortesana
española, con quienes comparten militancia, ocupando en muchos casos
cargos en los dos frentes, hacen de fieles controladores de la bomba de
relojería del inminente estallido ciudadano, engañan al pueblo con un
discurso basado en la “paz social”, en la inexistente democracia,
exactamente la misma palabrería que usaron en los tiempos de la
transición política del franquismo al nuevo régimen borbónico, basado en
la reconciliación nacional , en evitar que las calles se incendiaran,
que el pueblo indignado se lanzara a tomar el poder, a colgar a tanto
delincuente de guante blanco, a ocupar los palacios de esta gentuza, los
ministerios y otros templos del saqueo y el robo.
Ya no debemos
temer a la palabra “estallido”, muchos/as, cada vez más gente, lo vemos
como más necesario que nunca, que no hay otra salida que una verdadera
revolución, organizarnos en todos los frentes y mareas, movimientos al
margen del poder corrupto y de la izquierda institucional, vendida a los
sueldazos y carguitos públicos con pensiones vitalicias y otros vicios
caros.
Tomar las calles en una huelga indefinida,
negarnos a pagar impuestos, los transportes públicos, las hipotecas,
caminar hacia una insurrección popular total como única alternativa a
los gobiernos de la mafia.
En este quinto año de esta estafa a la que
llaman “crisis” aumenta el paro de forma desenfrenada, la exclusión
social, la pobreza extrema son la tónica común en cualquier comunidad,
comenzando a vislumbrarse imágenes de niños/as desnutridos/as en
nuestros barrios, ciudades y pueblos, gente comiendo de la basura, pero
no solo indigentes o drogodependientes, personas que hasta hace poco
tenían trabajo y comida para alimentar a sus hijos/as. Decenas de
familias que se han quedado sin nada: sin casa, sin ingresos, sin
esperanza, expulsadas de sus hogares por el poder mafioso, por la
gentuza que toma la asquerosa decisión de desahuciar de su casa a
cualquier familia.
¿Cómo se puede sobrevivir con 400 euros de
pensión o prestación? ¿Cómo se puede mantener a una familia sin percibir
ningún ingreso?
Estas preguntas las pueden contestar millones
de personas desesperadas, que no ven salida a esta situación generada
por el poder más delictivo de la historia: el capitalismo salvaje, capaz
de matar, de asesinar, de robar, para sacar adelante sus siniestros
objetivos, que no son otros que enriquecer a la putrefacta casta, a
empresarios, banqueros y políticos con las manos manchadas de sangre
obrera, con el corazón ennegrecido del dolor de sus millones de víctimas
en cada parte de la Tierra.
Las políticas de austeridad del gobierno
español y la Unión Europea, solo buscan desarmar el estado de derecho,
el bienestar ciudadano, cada estamento que pueda dar calidad de vida al
pueblo, arruinar a la juventud, cargarse la educación y la sanidad
pública, asesinar a los/as enfermos/as dependientes/as, generar hambre,
miseria, dolor sin límites en millones de personas, que ni siquiera son
conscientes de la que se avecina, de que esto, si no los paramos de
forma contundente, es solo el principio de un holocausto, de un
genocidio social sin precedentes en la historia reciente de la
humanidad.
Para esta mafia la salida de su
“crisis-estafa” pasa por empobrecernos, por esclavizarnos, por
explotarnos, por chuparnos hasta la última gota de nuestra sangre.
¡Reaccionemos ya!
Nuestros/as hermanos/as que sufren el dolor de
no tener comida, los compañeros en huelga de hambre en Madrid y otros
puntos del estado, las miles de personas que se están suicidando solas y
en silencio, las madres y padres que ven pasar hambre y frio a sus
hijos/as, las personas mayores que se quedan sin nada, que sufren en
silencio como esta banda de criminales les quita las pensiones, las
cuatro perras que se han ganado en años de sudor, lagrimas y trabajo.
No tenemos nada que perder, hagamos que el
miedo se convierta en hierba verde, en brisa marina, en viento
huracanado, en sacos de balas dirigidas hacia nuestras conciencias,
hacia un futuro de luz y esperanza que podemos ganar si luchamos hasta
el final.
Por ellos, por ellas, por esos mineros muertos
a medio km bajo tierra, por sus tristes familias, por la chica
despedida por asistir a su propio desahucio, por millones de personas
valientes que nos esperan, que nos reclaman para que nos sumemos a la
fila revolucionaria del pueblo.
Ahora o nunca.
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