Las consecuencias del cierre del Gobierno de EE.UU. ya comienzan a sentirse entre los cerca de 800 mil empleados suspendidos, por ser estos los afectados directos de la medida. A su vez, el impacto se multiplica a otros sectores de la sociedad estadounidense.
Tal situación, que no se repetía desde 1996, ha provocado también la suspensión de la financiación de algunas de las instituciones públicas del país, generando situaciones que en algunos casos parecen más curiosas que trágicas. Alfredo Miranda, Washington.
El
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anulado su visita
oficial prevista para la próxima semana a distintos países de Asia, a
causa de la crisis generada por la paralización del Gobierno
norteamericano.
Así informó el jueves la Casa Blanca, asegurando que “el cierre del Gobierno” es la razón por la que Obama no viajará a Brunéi e Indonesia, ya que es necesaria su presencia en Washington.
“El presidente tomó la decisión basándose en la dificultad de seguir adelante con un viaje al extranjero de cara a la paralización, y su determinación de seguir presionando para que los republicanos permitan inmediatamente una votación que reabra el Gobierno”, subrayó la Casa Blanca.
El mandatario iba a participar en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), que se celebrará en Bali (Indonesia) y reúne a líderes de los 21 países que integran ese bloque, y a una cumbre separada en Brunéi sobre la seguridad en Asia.
Anteriormente, el pasado 2 de octubre, Obama tuvo que cancelar otros dos viajes a Malasia y Filipinas, por lo que su gira asiática ha quedado suspendida por completo, debido a su lucha con los republicanos en el Congreso, por el presupuesto del nuevo año fiscal, iniciada hace unos días.
Se trata del primer cierre de la administración pública estadounidense desde hace 17 años, la última que se prolongó 28 días se efectuó en diciembre de 1995 durante el mandato del presidente Bill Clinton.
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