24.10.2013.
El Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Málaga
juzgará el próximo 13 de enero a 17 guardias civiles por solicitar
presuntamente dinero a pasajeros de origen extranjero a cambio de no retenerles ciertas pertenencias en el Aeropuerto de Málaga.
La Fiscalía pide para todos ellos penas que van de los dos
años a los tres años y nueve meses de inhabilitación para empleo o cargo
público por varios delitos de cohecho, y multas que oscilan entre los 30 y los 600 euros.
Según la calificación fiscal, a la que ha tenido acceso
este periódico, se trataba de una práctica que era supuestamente
habitual entre algunos agentes de la sección fiscal del Aeropuerto.
Tanto es así, que revela incluso que la comunidad china afincada en la
Costa del Sol solía advertir a sus familiares y amigos de que «cuando
viajen a Málaga traigan a mano un billete de cincuenta euros a fin de evitar problemas con la Guardia Civil a su llegada».
Los hechos se destaparon el 18 de noviembre de 2005, cuando
el agente J.T.M. encontró varios alimentos en el equipaje de una pareja
de ciudadanos noruegos, a la que «mintió diciendo que estaba prohibida
la importación de productos perecederos». Tras preguntarles «¿qué pueden hacer para facilitarme mi trabajo?», el guardia civil recibió 50 euros de manos del hombre, permitiéndoles posteriormente continuar su camino.
Las supuestas víctimas denunciaron días después los hechos a
través de una familiar de nacionalidad española, lo que motivó que el
Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga autorizará el 23 de diciembre
de 2005 que la señal de una cámara ubicada sobre la cinta transportadora 28
de la Terminal 2 fuera desviada a fin de investigar esta práctica.
Además, ordenó la instalación de un sistema oculto de grabación en la
aduana contigua a dicha cinta.
Desde el 20 de enero y hasta el 8 de febrero de 2006 se
produjeron al menos once nuevas mordidas, en las que se vieron
implicados otros 16 agentes. Uno de ellos llegó a decirle a un pasajero
procedente de Tel Aviv vía Londres, que debía pagar un «impuesto» según
el valor de la comida que portara. De lo contrario, los guardias civiles
amenazaban a los pasajeros con tirar sus pertenencias, en su mayor
parte productos alimentarios, pero también plata, cuero, ropa, etc.
La cantidad media que cobrara cada agente era de unos
cincuenta euros, aunque ésta podía ser superior dependiendo del pasajero
y de lo que llevara en su equipaje. Durante el registro de la taquilla
del guardia civil R.J.S. se llegó a intervenir un millón de libras
turcas y 660 rupias pakistaníes procedentes de las dádivas recibidas.
La Fiscalía pide para doce de los guardias tres años de
inhabilitación para empleo o cargo público por un delito de cohecho,
mientras que a los otros cinco los acusa por cohecho continuado y
solicita para ellos tres años y nueve meses de inhabilitación.
Además, en tres de los casos propone una calificación
alternativa por el delito de omisión del deber de perseguir delitos,
penado con dos años de inhabilitación especial. En cuanto a las multas
propuestas por el ministerio fiscal, oscilan entre los 30 y los 600
euros, además de exigir el pago de las costas del proceso.
abc
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