La nueva ola de atentados terroristas en Irak provocó este lunes la muerte de al menos 11 personas, entre ellas, dos guardias de prisión, han informado las fuentes militares y policiales iraquíes.
El primer incidente tuvo lugar en la ciudad de Tarmiyah, sita al norte de Bagdad (capital), donde un grupo de hombres armados no identificados vestidos con uniformes militares atacaron varias casas y detuvieron a seis personas, para luego llevarlas a un lugar desconocido.
Horas después, los agentes de seguridad iraquíes hallaron los cadáveres de los ciudadanos detenidos en una calle fuera del distrito.
Durante esa misma jornada, algunos elementos terroristas mataron a dos guardias de una prisión y a dos civiles en ataques separados en la norteña provincia de Nínive.
Por otra parte, una persona murió como consecuencia de un ataque con bomba en una carretera en el sur de Bagdad, confirmaron las fuentes de seguridad y médicas.
Estos incidentes son los últimos de una serie de ataques que sacuden casi diariamente Irak, donde ya se contabiliza más de 4 400 muertos en lo que va de año.
El pasado domingo, atentados con bomba y tiroteos registrados en todo el territorio iraquí se cobraron al menos 50 muertos y decenas de heridos.
Según las Naciones Unidas, un total de 1057 iraquíes, entre ellos 928 civiles murieron y otros 2326 sufrieron heridas en los atentados terroristas registrados el pasado julio, el mes más mortífero desde 2008.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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