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miércoles, 5 de junio de 2013

" LA HISTÓRICA CAIDA DEL PARO EN MAYO" Y EL PATÉTICO TRIUNFALISMO DE LOS PODEROSOS.


Rosell Bañez

Toussaint Louventure

Poco les ha faltado a los poderosos para señalar algún dato que hiciese ver a la plebe “que hay esperanzas para remontar y salir de la crisis” y que las medidas económicas de las que tanto desconfiábamos nos están llevando por el camino de la “recuperación económica”.  Hoy como viene siendo tradicional por estas fechas (próximas al verano, época en donde el sector turístico reclama bastante fuerza de trabajo extra de manera estacional),  la Encuesta del INEM a dado un “respiro”, el número de desempleados registrados en las oficinas de empleos ha descendido en 98.265 empleados. Ante estos datos la patronal y el gobierno no han tardado en salir a la palestra para decir que esta era una cifra “esperanzadora” que  fijaba el punto final en el proceso de aumento desmesurado del paro desde el principio de la crisis. El Presidente del Gobierno recordaba que aunque todavía no estaba todo andado y que todavía nos hacía falta asumir más “sacrificios”, esta cifra suponía la caída del paro más exponencial desde 2007, y era por tanto una señal inequívoca de que gracias a sus medidas vamos por el buen camino y estamos próximos a ver “la luz del final del túnel”.

Sin embargo un análisis más detallado de las cifras debe hacernos guardar el Champán y el confeti. En primer lugar, debido al carácter temporal de los empleos veraniegos y de las facilidades abiertas por la reforma laboral, sólo el 7,5 por ciento de los contratos es de carácter indefinido lo cual suponen que la contratación indefinida ha bajado un 25 por ciento respecto al año anterior, por su parte los contratos temporales han subido un 6 por ciento. En resumidas cuentas esto significa un aumento de la precariedad laboral, empleos que seguramente transcurrido el periodo de verano se extinguirán y volverán a dejarnos para otoño un número aún mayor de desempleados. Por su parte el número de desempleados que percibían  la prestación por desempleo ha descendido en un 0,7 por ciento, lo cual supone que la cobertura del Servicio Público de Empleo ha caído en un 6 por ciento. A su vez las aportaciones que recibían los desempleados han bajado en 13,5 euros mensuales con respecto al 2012.

Por su parte no debemos tener “fe ciega” en los datos suministrados por el INEM, muchas veces si no se observan bien estos datos pueden llevar a engaños. El Servicio Público de Empleo (también conocido como INEM), a diferencia con la Encuesta de Población Activa (EPA), no cuenta como desempleados demandantes de empleo a los parados que se les ha acabado la prestación o no tienen derecho a ella. Además se excluye de esta estadística a los jóvenes en busca de su primer empleo, los trabajadores beneficiarios del subsidio agrario, los que se encuentren apuntados a los cursos de formación del Servicio de Empleo y los solicitantes de empleos temporales de menos de 3 meses.

La realidad es tozuda, y es que en el Estado Español se siguen detectando las cifras de paro más altas de toda la Zona Euro, más de 6 millones de desempleados, más de un 27 por ciento de la población.

El capitalismo Español envuelto en una brutal crisis estructural desde hace cinco años se ha visto incapaz de resolver la situación. Las medidas que han tomado para supuestamente “fomentar la creación de empleo” han hecho el efecto contrario, la Reforma Laboral de Zapatero del 2010 hizo que el número de desempleados creciese de 4 millones a 5 y posteriormente la aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy n 2012 hizo subir el paro de 5 a 6 millones. Y es que amigos, la esperanzas de intentar que dentro del capitalismo haya “pleno empleo” es meramente ilusoria. Estas medidas no se tomaron de manera humanitaria para “facilitar la contratación y acabar con el drama del desempleo”, sino para abaratar los costes laborales. En resumidas cuentas cuando la crisis de sobreproducción toque fondo y se vuelva a iniciar otra vez la senda “del crecimiento económico” esta no va ser un camino de rosas.

La clase obrera saldrá de la crisis con sus derechos laborales y sociales prácticamente destruidos, con un mercado laboral caracterizado por una precariedad y temporalidad hasta ahora desconocida, en definitiva con un nivel de vida y unas condiciones de trabajo altamente disminuidas todo con el fin de que la gran oligarquía formada por el capital monopolista (grandes empresas, bancos, grandes sociedades…) recuperen y aumenten  su tasa de beneficios. Y lo mejor de todo la tasa de Paro no bajará a los niveles existentes anterior a la crisis. Según un “muy optimista” estudio del periódico derechista “La Razón”, la recuperación económica comenzaría el año que viene 2014. Pues bien, según este “triunfalista” estudio, 3 años después del “inicio de la recuperación económica” en 2017, el Paro se situaría todavía en un 22 por ciento. Esto hasta llegar a 2019, cuando según “La Razón” el Paro llegará a su punto más bajo durante el periodo de la recuperación económica, ¡Un 15 por ciento!
Este es pues el futuro que nos toca esperar si seguimos por la senda de la resignación, un futuro de paro, precariedad, empobrecimiento, desprotección, pero con un sentimiento de “optimismo” reforzado. Y es que como dicen los analistas, no merece la pena preocuparse ya lo harán ellos por nosotros, a nosotros solo nos queda adaptarnos por los caminos y canales que ellos nos marquen, como si fuéramos una corriente de agua que empuja sus molinos. Ya lo dijo Bruce Lee “Be water my friend”.

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