Leonardo de Pisa Fibonacci
Tras las tropelías cometidas por el
Ministro de Educación, José Ignacio Wert, contra la educación pública.
Tropelías como los recortes en los presupuestos para las universidades
que ha conllevado la reducción de servicios para los alumnos y el
empeoramiento de las condiciones laborales -y despido en muchos casos-
para trabajadores de la universidad. Tropelías que han supuesto el
brutal incremento de las tasas universitarios situando en el abismo o
directamente fuera a numerosos alumnos, alumnos procedentes de familias
con limitados recursos económicos, familias obreras y de los diferentes
sectores populares. En Madrid van a ser expulsados de la
universidad 7.000 estudiantes -según cifras de 5 de las 6 universidades
madrileñas- por su incapacidad para afrontar el pago de las matrículas
universitarias. Impiden el acceso a éstos alumnos y dificultan el mismo
a muchos más. Elitizan cada vez más la universidad para las familias
adineras en este país, ligadas a las medianas y grandes empresas, a los
grandes ejecutivos y banqueros, a los grandes y medianos especuladores.
Así, por ejemplo, Helbert debe 800 de
los 1.000 euros que le costaron seis asignaturas. “No me matriculé de
más por si no me daban beca y no las podía pagar”, señala en una
entrevista al diario El País. En su casa solo entra el sueldo de su
madre. El padre, autónomo, hace tiempo que no tiene ingresos. Él busca
un trabajo para intentar ahorrar durante el verano.
Es natural que los alumnos le
hayan retirado el saludo al Ministro Wert en la entrega de los premios
de Final de Carrera; que los alumnos, ataviados con camisetas de la
marea verde, hayan mostrado así su desprecio directamente a la cara del
chimpancé Wert. Porque este chimpancé está arruinando las
posibilidades de acceso a la educación a numerosos estudiantes. Porque
está acabando con la educación pública en este país, como así denuncian
los propios estudiantes. Porque está sirviendo a los intereses de los grandes empresarios y banqueros.
Wert está sirviendo para facilitar la entrada de banqueros en la
universidad pública -ampliándoles el mercado del crédito universitario-
para proporcionar créditos de usura a unas familias trabajadoras en
apuros económicos, que ven muy limitada su capacidad de obtener los
recursos básicos para su supervivencia. Está sirviendo para derivar los
recursos económicos para las universidades públicas hacia las empresa.
Recursos económicos que deberían estar en las arcas públicas pero que no
llegan porque éstos quedan en las cuentas de beneficios de las empresas
en forma de rebajas fiscales, bonificaciones, ayudas y subvenciones.
Los aplausos y la ovación del público
que presenciaba el acto no se ha dejado esperar ante la actitud de los
estudiantes. Así se puede ver en el video:
Los estudiantes prolongan su lucha contra los recortes y las subidas de tasas.
Los alumnos de la Universidad Complutense de Madrid siguen, a día de
hoy y ya llevan 20 días, encerrados en el rectorado hasta conseguir que
todos los alumnos, mediante los mecanismos necesarios. Donde reclaman
“una educación pública, gratuita y de calidad al servicio del pueblo y
no de de los mercados”, según reza en unas de las pancartas colgadas en el rectorado.
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