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martes, 21 de mayo de 2013

EL PP DISEÑA UN PODER JUDICIAL A SU MEDIDA

El PP diseña un Poder Judicial a su medida para controlar el Supremo cuando le llegue ‘la Gürtel”


El PP diseña un Poder Judicial a su medida para controlar el Supremo cuando le llegue ‘la Gürtel”

Utiliza su mayoría absoluta en las cámaras para asegurarse la elección de 'sus jueces' en caso de bloqueo, como ya hizo con los consejeros de RTVE.

Durante las legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa, el Gobierno socialista se encontró atado de manos para la renovación de los grandes organismos del Estado. El PP fue bloqueando todas las renovaciones de las instituciones según iban ‘caducando’ sus miembros. Evidentemente lo que esperaban los ‘populares’ era regresar al poder para controlar esas renovaciones. La creciente expectativa de lograr una mayoría absoluta en Congreso y Senado aún reforzó más su ‘cerrazón’ a negociar.



El PP se protege de su propia medicina

En concreto, durante los gobiernos Zapatero se fue sucediendo la necesidad de renovar el Tribunal de Cuentas, el Consejo General del Poder Judicial, que conlleva además la renovación de los Tribunales Constitucional y Supremo, el Consejo de RTVE… En los casos del Tribunal de Cuentas y el CGPJ, se exigía contar con la aceptación de los candidatos por los dos tercios de las cámaras para proceder a su renovación. Para la aprobación del Consejo de la radiotelevisión pública, incluido su presidente, fue el ejecutivo socialista el que impuso esa condición de mayoría de dos tercios, que antes no existía, aunque en esos momentos detentaba el poder y la medida, como así fue, se podía volver contra sus intereses.



El PP aprendió muy bien del sufrimiento que el gobierno PSOE vivió a causa de los bloqueos a los que ellos le sometieron y, desde que llegó al poder, está trabajando para protegerse de una política similar a la que ellos mismos practicaron en la oposición. Esto sin importarles que, en el camino, la calidad democrática de la elección de las instituciones sufra por ello.



Una RTVE a su carta, poniendo fin a lo que puso en marcha el Gobierno PSOE

Primero lo hizo con RTVE. Desde enero de 2010 se tendría que haber procedido a la renovación de un buen número de los consejeros. Estos, con la ley impusldada por el Gobierno Zapatero, era elegidos por un periodo de 7 años precisamente para asegurar su libertad, al evitar que coincidieran con los periodos legislativos y el control del Gobierno de turno. Pero durante 2010 y 2011 el PP se dedicó a impedir la renovación negándose a acordar nombres, incluido en los últimos meses el del Presidente de la Corporación. Tan pronto como llegó al poder, cínicamente, el Gobierno Rajoy dijo que era insostenible esa situación de permanente bloqueo, que él había provocado en la oposición, y aprobó, por decreto, una modificación según la cual, si resultaba imposible consensuar los nombres del Consejo de RTVE por dos tercios del Congreso, bastaría en una segunda vuelta una mayoría simple para proceder a la renovación de sus miembros. Y así se hizo.



El resultado, que en estos momentos el gobierno de la radiotelevisión pública está en control absoluto del PP y del Gobierno, con la consecuente pérdida de independencia y audiencia que se está comprobando.



Bloqueo el CGPJ cuando me interesa, lo desbloqueo cuando me interesa

En el caso del órgano del poder de los jueces la cosa era más difícil. La exigencia de la renovación por dos tercios del CGPJ está instituida desde el inicio de la democracia, así como la Constitución recoge, por ejemplo, la necesidad de ese apoyo parlamentario para las modificaciones de la carta magna.



El PP se mostró especialmente beligerante en el bloqueo de la renovación del CGPJ durante el zapaterismo porque de esa forma también bloqueaba la renovación del Supremo y del Constitucional. Es bien sabido que dentro del diseño que hizo Federico Trillo para hundir la aprobación del estatuto catalán estaba la continuidad de tres magistrados conservadores que, cuando votaron, deberían haber sido ya relevados de sus puestos y que solo seguían en ellos porque el PP bloqueaba su cambio por otros magistrados, tal y como marcaba la ley.



El PP comienza negociando, pero de inmediato pasa a imponer

Como no podían repetir en este caso el modelo que habían aplicado en la televisión pública, el ministerio de Justicia de Alberto Ruiz Gallardón ha encontrado otro atajo para lograr lo que el Gobierno pretende, el control de los nombramientos del Consejo. Aunque no fue su postura inicial, acogotado por las asociaciones de jueces, que querían seguir decidiendo, Gallardón se sumó a la posición del PSOE, que quería que fuera el Congreso quien, mediante la negociación parlamentaria para lograr los dos tercios necesarios, decidiera la elección de los magistrados.



A.tras este acuerdo inicial, la negociación se rompió de inmediato por dos razones, que el diputado socialista, Antonio Camacho, explica a ELPLURAL.COM: “cuando nos sentamos a negociar, Gallardón nos sorprende con una serie de propuestas sobre las normas de funcionamiento del Consejo que nos resultan inaceptables: por un lado metiendo la posibilidad de una renovación parcial por parte de alguna de las Cámaras; por otro, reduciendo el número de vocales necesarios para la elección de los magistrados, que quiere pasar de los 13 actuales, a 11″.

El PP se aprovecha de su mayoría ‘absolutísima’ en el Senado.

Nos explicamos. Las cámaras deben nombrar 20 miembros del CGPJ. Diez el Congreso, diez el Senado. Lo que quiere Gallardón es que si no se llega a un consenso de dos tercios para la renovación de todos los miembros, pero sí se alcanza esa mayoría en una de las cámaras, se renueven esos 10 consejeros manteniendo ’prorrogados’ los de la cámara donde no se alcance el consenso ¿Qué sucede? Que en el Senado el PP tiene una mayoría de tres quintos, es decir, asegura la renovación de sus 10 consejeros, sí o sí. “Advertimos al ministerio de Justicia -dice Camacho a este periódico- que eso era hacer una trampa, y que además sólo valdría para esta legislatura. El ministerio nos respondió que era un punto innegociable”.



Sobre la segunda propuesta sorpresa de Gallardón, la importancia de reducir el número de miembros necesarios para nombrar a los magistrados en los diferentes tribunales, por ejemplo, el Supremo, las consecuencias son evidentes. Si se renuevan los 10 vocales del CGPJ que corresponden al Senado, y cuyos nombres el PP puede en la práctica imponer en su totalidad, y a esto se suma el nombre del Presidente, que históricamente es ‘favorable’ a las tesis del Gobierno, esa mayoría simple de 11 votos aseguraría al PP un control total sobre los nombramientos de miembros del Supremo y los Tribunales territoriales que realiza el CGPJ.



El nuevo CGPJ nombraría a los magistrados que vean la Gurtel

Un ejemplo.., nada inocente. Los integrantes de la Sala Segunda del Supremo, la de lo Penal, que deberá ver en su momento los recursos sobre el tema Gürtel, habrán sido nombrados por un CGPJ con mayoría absoluta no de vocales progresistas o conservadores, sino de vocales nombrados mayoritariamente por el PP sin que resulte necesaria negociación de ningún tipo con el resto de fuerzas políticas. El resultado de su decisión en este asunto, que puede ser clave para el futuro del propio Partido Popular caerá, inevitablemente, bajo una sombra de sospecha. Pero, claro, favorable a los intereses ‘populares’.



No es jueces progresistas o conservadores, es jueces independientes o no

La respuesta a este ‘rodillo’ ha sido que ni una sola fuerza política, ni siquiera los nacionalistas de derechas de CiU y el PNV, votóen el Congreso con el PP en esta ley clave. Pero al Gobierno no le preocupó su absoluta soledad, ni el desgaste democrático que significa sacar adelante en esas condiciones la ley que regula la elección de quienes dan cuerpo a una institución fundamental, la que rige uno de los poderes del Estado y, por tanto, tan importante como el propio Parlamento o la Corona.



“Esta ley que ha sacado adelante el PP-dice Camacho a ELPLURAL.COM- va a traer, ahora sí, la politización total del CGPJ. Porque a mí lo que me preocupa no es que los jueces sean ideológicamente progresistas o moderados, lo que me preocupa es que no sean independientes

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA

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