El mercado ha dado la espalda a Prisa. La compañía vale en bolsa 216 millones de euros (warrants incluidos), casi 15 veces menos que los 3.158 millones de euros que debe a la banca a marzo de 2013, unos 50 millones más que hace un año. Si se eliminan los warrants, puestos a cotizar a unos dos euros, el valor en el parqué de la firma apenas alcanza 143,8 millones de euros, es decir, unas 22 veces menos. La evolución del mercado es un termómetro de los problemas de salud que atraviesa Prisa y envía el mensaje de que será difícil salir del agujero, a menos que venda algo.
Tras la creciente pérdida de confianza -en un año la acción se ha hundido más de un 47 por ciento, hasta los 0,215 euros- se encuentra el deterioro de su negocio agravado por la caída de la publicidad, las ventas y los elevados costes del fútbol (tiene comprometidos 1.247 millones).
La adquisición de los derechos televisivos de la Liga BBVA han disparado los gastos de Prisa TV hasta el punto de lastrar en un 35,9 por ciento su ebitda (beneficio bruto) en el primer trimestre del año 2013. El negocio de televisión de pago es, junto a Santillana, uno de los más importantes del grupo, ya que son los que más liquidez y beneficios les aportan. En 2012, Prisa TV aportó el 44,8 por ciento del ebitda total del grupo que preside Juan Luis Cebrián.
La constante caída del beneficio bruto agrava la delicada situación financiera de Prisa, ya que cada vez se le hace más cuesta arriba poder afrontar su elevada deuda. En los últimos cuatro años, el ebitda de la compañía ha caído un 31,4 por ciento, un descenso que se ha potenciando en el primer trimestre del año cuando ha cerrado con un ebitda de 78,41 millones de euros, un 25,4 por ciento menos.
En 2012, el grupo que edita El País obtuvo un ebitda de 427 millones de euros, un 2,3 por ciento menos que en 2011, lo que supone que la deuda neta es 7,2 veces el ebitda. Un nivel muy alto que le cierra las puertas del mercado para conseguir financiación barata obligándole a poner a la venta activos y a renegociar aplazamientos y refinanciaciones con la banca acreedora constantemente. El pasado verano ya firmó un acuerdo con HSBC, La Caixa, Banco Santander y Telefónica para suscribir una emisión de bonos y convertir deuda por 434 millones.
En este sentido, el consejero delegado de la firma, Fernando Abril-Martorell, reconoció durante la presentación de resultados que ha comenzado las negociaciones con las entidades acreedoras para tratar de lograr una refinanciación, ya que tiene problemas para hacer frente a sus vencimientos a corto plazo.
Y es que, según el balance publicado a marzo de 2013, la editora de El País tiene que hacer frente al pago de 1.490,7 millones de euros de deuda en el corto plazo. El año pasado apenas tenía que pagar 205 millones. Este incremento de la deuda a corto (la mayor parte de los vencimientos que concentran entre principios del año que viene y 2015) ha creado un agujero de 1.330 millones de euros en las cuentas de la compañía. Así, con un fondo de maniobra negativo de tal envergadura la compañía está, temporalmente, en quiebra técnica.
Otra de las líneas que sigue la compañía para obtener liquidez es la venta de activos. Lleva un tiempo negociando la venta de Sogecable a Telefónica y Mediaset, pero parece que la operación está parada. Hace unos días saltó que negociaba la venta de Alfaguara, otra de las filiales más productivas, a Bertelsmann.
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