El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, momentos antes del inicio del pleno en el Congreso. / Paco Campos (EFE)
«El año próximo saldremos de la recesión y empezaremos a crecer», ha
afirmado el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ante el
Congreso.
«Hemos salido de lo peor, hemos
detenido la caída». El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy,
ha comparecido esta mañana en el Congreso español para explicar las
nuevas perspectivas económicas hechas pública hace dos semanas y su plan
de estabilidad.
Frente al pesimismo evidenciado por Luis
de Guindos y Cristóbal Montoro, que tuvieron que rebajar todas las
expectativas y anunciar nuevas subidas de impuestos, Rajoy ha intentado
vender confianza. «El año próximo saldremos de la recesión y empezaremos
a crecer», ha afirmado, indicando que hace meses «todo el mundo me
preguntaba por el rescate y ahora nadie lo hace».
Su discurso se ha centrado en cálculos
macroeconómicos, sin abordar problemas como los 6 millones de parados.
Lo único que se ha atrevido a señalar ha sido que las previsiones «no
tienen por qué cumplirse», tratando de insinuar una hipotética mejoría.
Rajoy ha descrito un mundo idílico
afirmando que el Estado español se salvó en dos ocasiones del rescate.
Además, ha defendido que las políticas de austeridad impuestas por el PP
no tienen nada que ver con el mandato de la Troika, sino con una
política común europea que lleva en marcha desde 2005. Obviaba el
presidente español que él mismo firmó el Memorándum de Entendimiento
(MoU) por el que Europa inyectó 40.000 millones de euros para salvar a
la banca española.
«Digo esto sin asomo de triunfalismo. El
objetivo es devolver los puestos de trabajo a los que padecen el
desempleo. Ni tengo asomo de triunfalismo, pero tampoco estoy dispuesto a
que se sea injusto con España, porque podemos estar orgullosos», ha
asegurado Rajoy, que destaca como logros la bajada del déficit público
en dos puntos (22.000 millones que han salido de los diversos planes de
hachazo social) o la reducción de la deuda soberana, con la prima de
riesgo por debajo de los 300 puntos (cuando en verano de 2012 llegó a
superar los 600).
«Hace un año estábamos al borde de la
quiebra, en constante riesgo de ser intervenidos, algo ha cambiado. Ya
no se duda de España y esto es el mejor cambio, porque nadie ha hecho un
esfuerzo superior al de los españoles en 2012», ha sido el mensaje
principal lanzado por el jefe de Gobierno. Apenas ha dedicado un minuto
para tender la mano a los grupos de la oposición, pero en la línea de lo
mantenido en las últimas jornadas: diálogo implica adhesión a su
programa.
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