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lunes, 29 de abril de 2013

VOTOS Y CADÁVERES



Las urnas no son de metacrilato

Las urnas son para ellos mucho más que un símbolo de la democracia, son las depositarias de la voluntad popular. Transparentes y salvaguardas de la libertad, ¡casi nada! Sin embargo, que la izquierda no haya podido ganar nunca en Europa unas elecciones, nos hace pensar que no están hechas de metacrilato sino de miedos. La clase dominante sabe que la ideología de la sociedad es el resultado del poder que ejercen, de la manipulación que desatan, del miedo que propagan; y que cuando llega un acto eleccionario solo les queda cosechar lo sembrado. Nunca hay sorpresas, ya sea en su versión neocon neoliberal o socialdemócrata, ellos ganan siempre. ¿Y entonces? La izquierda ha venido usando las dichosas urnas como una manera de medir el trabajo de acumulación de fuerzas que se hace durante meses, pero sin esperanza alguna de triunfo. Pese a ello jamás se ha planteado siquiera la idea de un gran boicot a este proceso de cartas marcadas porque eso sería dar la razón al ideario anarquista. Las preguntas parecen obvias, sino se gana nunca porqué participar, ¿para legitimar con nuestra presencia el triunfo de ellos?¿para recibir algunas migajas económicas de su gran festín?

El sueño de más diputados como pesadilla

Millones de desempleados, cientos de miles sin recibir ayuda alguna, familias enteras sin un solo euro que entrar en sus casas. El agua y la luz pagadas por algún amigo solidario, enganchada a un vecino, la comida en centros de asistencia; la desesperación y la ansiedad en la vida cotidiana, pero la casta política pide paz y tranquilidad porque ya vendrán tiempos mejores. Poca gente se explica cómo es posible que no haya saltado todo por los aires. Puede que el 15M e incluso la PAH sean ensayos generales de grandes acontecimientos que nos esperan. El hartazgo tiene un límite y la chispa saltará en cualquier esquina, pero pese a que el tema parece claro, cuando llegue el momento va a haber políticos sorprendidos, incluso partidos que vean cómo fallan sus previsiones de que las urnas de metacrilato les den una subida en el tanto por ciento. Ocurre que en demasiadas cabezas se han establecido las palabras “democracia” y “capitalismo” como sinónimos.

Entierren al cadáver

La socialdemocracia es cadáver y necesita un enterrador para que el cuerpo nos siga pudriéndose y apestando al prójimo más próximo. Los gobiernos de personajes siniestros como Craxi, Soares, Felipe González, Tony Blair, Zapatero, Papandreu, han dejado claro que pretender administrar el capitalismo para que tenga rostro humano es incompatible con la izquierda. Han engañado a muchos durante algún tiempo, porque su electorado no atendía  a la evidencia de que se trataban de violinistas que tomaban el poder con discursos populistas cercanos a la izquierda, pero al otro día de ganar lo  tocaban con la derecha, con los banqueros y los grandes empresarios que nunca los abandonaron. Mientras hubo “Estado de bienestar”, sus votantes cautivos miraban para otro lado y sentenciaban para tomar aire que con la derecha (se referían a la otra) todo sería peor. La crisis los desenmascaró, la corrupción de sus organizaciones hizo el resto. El electorado empieza a demostrar que para votar fotocopias conservadoras, votan original. La socialdemocracia está muerta, quienes necesitan de su mano para tocar sillón, tamb

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