La publicación digital Diario de Cuba publicó una editorial ajena a
la realidad de Cuba y a la voluntad de los cubanos. Esta publicación
tiene asiento legal en Madrid y cuenta con el apoyo financiero de la
Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la National
Endowment for Democracy.
La publicación digital Diario de Cuba
publicó una editorial ajena a la realidad de Cuba y a la voluntad de
los cubanos. Esta publicación tiene asiento legal en Madrid y cuenta con
el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional
(AECI) y la National Endowment for Democracy (NED). Esta última es una
organización gubernamental del gobierno de los Estados Unidos vitrina de
la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La editorial se presenta bajo
el título: El nuevo “número dos” del régimen.
La nota es escueta e inmunda. Con claros
dislates y las reiteradas adjetivaciones propias de esta publicación.
En una primera parte expresa: “La Asamblea Nacional ha consumado por octava vez la pantomima electoral cubana”.
Sobre este medular asunto, encaro una clara repulsa a la terminología usada por Diario de Cuba.
El proceso electoral cubano cuenta con el explícito apoyo de la inmensa
mayoría de los compatriotas. La última convocatoria al más reciente
proceso electoral contó con la participación de más del 90% de los
ciudadanos con derecho al voto, en un país donde está reconocida la edad
mínima de 16 años como unos de los requisitos para ejercer el sufragio.
En estas últimas elecciones, los datos
sobre boletas en blanco y anuladas fueron de –apenas- un 4,62% y 1,21%
respectivamente. Hay que recordar que la participación en las elecciones
de Cuba no es obligatoria, como sucede en otras naciones llamadas
democráticas. Hay que precisar también que los cubanos sabemos que en el
mundo, lo que impera son las elecciones por partidos o el
multipartidismo, como se suele nombrar también.
Obviamente respetamos la voluntad de
cada pueblo en torno al sistema electoral que estimen pertinente
desarrollar. Nuestro modelo de democracia tiene como principio la acción
participativa de toda la sociedad cubana. No voy a desarrollar el
argumento que explica la existencia de un único partido. Un partido que
ni se postula ni elige candidatos. Su existencia está refrendada en la
Constitución de la República de Cuba. Las explicaciones históricas,
sociales y políticas de esta determinación están suficientemente
documentadas en artículos y publicaciones periódicas.
En otra parte de la nota se expresa: “Por
primera vez se acerca al poder real un elemento ajeno a la élite que
expulsó a Batista en 1959 y diseñó la nueva dictadura”.
Continúa el editorial con una pregunta introductoria que desata una posterior reflexión. En ella se expresa:
“¿Qué puede esperarse del nuevo primer vicepresidente? Quizás ni él
mismo lo sepa. Con Raúl y Fidel Castro tan cerca, y sin alianzas dentro
del Partido Comunista y las Fuerzas Armadas, se le augura más de lo
mismo, al menos a mediano plazo. Díaz-Canel sopesará la experiencia de
aquellas defenestraciones y evitará promover cambios esenciales, si es
que realmente los desea.
No es nuevo que las publicaciones y
medios claramente contrarrevolucionarios siembren la duda sobre el
futuro de Cuba. En esta parte del editorial, hay una solapada intriga en
torno a un supuesto cambio de la ruta política ante la incorporación de
Díaz-Canel como Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y Primer
Vicepresidente del Consejo de Ministros.
Ante esta descabellada idea tomo la
sentencia del compañero Raúl expresada en la clausura de la Sesión
Constitutiva de la Asamblea Nacional del Poder Popular, -en su Octava
Legislatura- celebrada el 24 de febrero de 2013. En este importante
discurso afirma: “A mí no me eligieron Presidente para restaurar el
capitalismo en Cuba, ni para entregar la Revolución. Fui elegido para
defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para
destruirlo”.
La incorporación de Díaz-Canel a las
altas responsabilidades del Estado no se traduce en ruptura o cambio de
ruta hacia otros derroteros que no sean los elegidos por la voluntad
soberana del pueblo.
Las palabras de Raúl y la incorporación
de nuevas generaciones de cubanos ante los inmensos retos que nos quedan
por enfrentar, son un claro mensaje del fortalecimiento del socialismo
en Cuba. José Martí es la esencia de la nación cubana. Antiimperialista y
humanista. Nuestro deber es también con América toda y con todos los
pueblos del mundo que luchan contra la hegemonía del pensamiento único.
Marx, Engels y Lenin –en estos tiempos de crisis- son claves para el
futuro de Cuba y del mundo.
En esta nota editorial hay espacio para la sorpresa. Sobre esta idea Diario de Cuba afirma: “Las
transiciones suelen ser sorprendentes. La comunidad democrática anhela
un Adolfo Suárez cubano, pero el parto podría derivar en el
autoritarismo de un Vladimir Putin o en un castrismo sin Castro”.
¿Un Adolfo Suárez cubano? Son
sorprendentes los paralelismos de esta publicación. Sobre el método
“copia y pega”, ya tenemos experiencia histórica con la debacle de los
países socialistas de Europa del este. Cuba no tiene que copiar de
ningún modelo de sociedad ajeno a los pilares de la nación, lo cual no
quiere decir que no se tomen en cuentan las experiencias positivas de
cada país. Cada pueblo ha de construir la nación que desea hacer. Los
factores históricos, geopolíticos, sociales y culturales de cada pueblo,
así lo justifican.
¿Un Adolfo Suárez que construyó una
transición modélica? Les remito a la lectura del libro: “La transición
contada a nuestros padres. Nocturno de la democracia española”, del
catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Juan Carlos
Monedero. ¿Una Cuba monárquica, de empresarios corruptos plegados al
capital, al mercado y a la organización terrorista internacional de la
OTAN? Diario de Cuba: ¿Están de broma?
La publicación continúa con su verborrea imprecisa: “Los nuevos rostros de la política no servirán de mucho si el régimen no toma otro rumbo para enfrentar tal situación”.
¿Cuál rumbo? Un modelo de sociedad tipo.
¿Coca Cola Clásica, Coca Cola Light, Coca Cola Zero? No está clara esta
idea en la nota editorial -reitero-, escueta e inmunda.
A veces las respuestas a nuestras
preguntas se encuentran por carambola. En una nota publicada en el mismo
diario relacionada con este Editorial, podemos descubrir cuál modelo de
sociedad pretenden para Cuba. El titular es clarividente. “Washington: 'Sin reformas democráticas fundamentales' no hay cambio en Cuba”. Habló el patrocinador de Diario de Cuba, o uno de ellos.
¿Quién le ha dicho al gobierno de los
Estados Unidos que el pueblo cubano se subordina a su voluntad? ¿Obama
se cree con el derecho a decidir sobre la política de nuestra isla?
Diario de Cuba se da banquete con
las declaraciones de la Casa Blanca. Sus amos financiadores le pedirán
cuentas si no lo hacen. Les presento algunas partes de las declaraciones
del imperio.
El Gobierno de Estados Unidos
consideró este lunes insuficiente la promoción de Miguel Díaz-Canel a
primer vicepresidente de Cuba, al insistir en que, sin las debidas
reformas democráticas, el nombramiento "no será un cambio fundamental"
en la Isla, informa EFE.
"Mantenemos nuestra esperanza de que
llegará el día en que el pueblo cubano obtendrá la democracia, cuando
tengan la oportunidad de elegir libremente a sus propios líderes en un
proceso democrático abierto y gocen de las libertades de expresión y
asociación sin temor a represalias. Claramente no estamos allí todavía",
dijo en rueda de prensa Patrick Ventrell, portavoz del Departamento de
Estado.
"Un cambio en liderazgo, sin las
reformas democráticas fundamentales que otorguen a la gente su libre
voluntad y su capacidad de escoger a sus propios líderes, no será un
cambio fundamental para Cuba", afirmó Ventrell.
De toda esta prepotente verborrea tomo
nota de la frase de la portavoz del Departamento de Estado Patrick
Ventrell cuando afirma. “Claramente no estamos allí todavía". ¿Qué significan estas declaraciones?
El pueblo cubano no se amedrenta con
ninguna amenaza –venga de donde venga-. La historia de la Revolución
Cubana es la clara huella de esta verdad. Intuyo que Diario de Cuba se alinea con esta idea.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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