Etiquetas

martes, 19 de febrero de 2013

CADENA PERPETUA CONTRA LA AUTODETERMINACIÓN DEL SÁHARA OCCIDENTAL

19.02.2013.
Por A.R. Suárez
El macrojuicio político celebrado en Rabat contra 24 activistas saharauis por su participación en el campamento de protesta de Gdeim Izik, concluía el pasado sábado 17 de noviembre con un nuevo “golpe de efecto” de la dictadura marroquí. Siete horas de deliberación bastaron al tribunal militar de la capital alauita para dictaminar la imposición de enormes penas de cárcel a los enjuiciados.  La corte marroquí condenó a nueve de ellos a cadena perpetua; a otros cuatro, entre los que se encuentra el intelectual residente en París Naama Asfari a 30 años de prisión; a ocho a 25 años de encarcelamiento y a dos más a 20 años.
La sentencia del tribunal de excepción les considera a todos culpables de “constitución de bandas criminales” y “violencia sobre agentes del orden, en grado de autoría o complicidad, con resultados de muerte con premeditación y mutilación de cadáveres”.
Desde el primer día del juicio los abogados de los saharauis, que intentaron en vano que sus defendidos fueran juzgados por un tribunal civil,  y la Asociación Marroquí de Derechos Huamanos denunciaron que no existían pruebas para imputarles la muerte de los agentes de las fuerzas de ocupación. Únicamente unas confesiones arrancadas bajo tortura. Una práctica que deben sufrir cotidianamente los activistas saharauis y que el presidente del tribunal rechazó investigar.
Las fuertes condenas, en efecto, se aplicaron sin que la acusación se sostuviera en una sola prueba contrastable. Las armas con las que presuntamente se mató a los agentes carecían  de las huellas dactilares de los acusados y en un vídeo rodado por el Ministerio del Interior Marroquí no se identifica a ninguno de ellos. Tampoco se practicaron pruebas de ADN.
Como toda “prueba” en contra de los saharauis el Ministerio Público difundió unas fotografías, que consideró “incriminatorias”,  en las que aparecían varios acusados con Mohamed Abdelaziz, presidente del Frente Polisario, durante una visita a los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). Un reconocimiento implícito del carácter político de un juicio que las autoridades alauitas han querido presentar en el exterior como ejemplo de su supuesto respeto a las garantías procesales de los acusados.
Los activistas saharauis escucharon la lectura de las sentencias en pie, con el puño en alto y coreando eslóganes a favor de la autodeterminación de la ex colonia española, ocupada militarmente por Marruecos desde el año 1975.

RECHAZO DE ORGANIZACIONES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS

En España, la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) ha denunciado la  “injusta e ignominiosa” sentencia impuesta a “defensores de los Derechos Humanos”. “Constituye - aseguran – un gravísimo atentado a la razón y a las normas más elementales de la equidad y la justicia cometido por un estado despótico que reclama para sí la apariencia de un sistema judicial y de un aparato legal próximos a la legitimidad democrática”.
El juicio – apuntan desde CEAS-Sáhara - tiene un “carácter estrictamente político y militar” pese a que se ha querido presentar como un ejercicio legítimo y equitativo de la acción de la justicia”.
También la organización Sáhara Thawra ha condenado “rotundamente” la “arbitraria” sentencia del Tribunal Militar de Rabat contra los “presos políticos saharauis”. “Tras haberse llevado a cabo una detención preventiva e ilegal que ha durado más de dos años, en los últimos días hemos visto cómo se juzgaba sin ninguna prueba, garantía, ni base legal a los 24 presos políticos saharauis apresados a raíz de Gdeim Izik”, afirman.
Todo indica, ciertamente, que con las condenas impuestas a los activistas la dictadura marroquí ha pretendido enviar al conjunto del pueblo saharaui  el mensaje de que no le temblará la mano a la hora de reprimir su legítimo derecho a decidir libremente su futuro.

http://canarias-semanal.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario