Semejante introducción se debe a la intención de relatar el enésimo intento de desestabilización del Proceso
por parte de la oposición venezolana y de todo el entramado de poder
internacional neocolonial. La imposibilidad, por evidentes motivos de
salud, de que el presidente electo tome posesión del cargo en la fecha
prevista es la excusa elegida para la ocasión. De sobra sabéis la
cantidad de estupideces que está siendo vertida en los medios
capitalistas sobre el tema y, cómo no, en particular en un lugar con
tanta presencia y tantos intereses escuálidos como es el Estado
Español. Hablamos nuevamente de una matriz mediática única con apenas
ligeras variantes dependiendo de cada contexto. Se trata de afirmar que
el tiránico gobierno venezolano está violando su propia constitución
para salvar la figura del “dictador”. También de dar la idea de división
en las filas del chavismo. Además, se afirma que el país está en crisis
y que nada funciona. Como en otras ocasiones, es una profecía
autocumplida, o eso prentende ser: quienes acaparan alimentos hablan de
escasez; quienes sabotean hablan de fallas de funcionamiento. Lo de
siempre acá.
En
definitiva, lo de menos es si la oposición hace una lectura sesgada del
artículo 231 de la Constitución; sólo llegan a la mitad del mismo, de
hecho, será que les pareció demasiado ya, tan habituados como están a no
leer una sola línea del texto rector del país. Lo de más es
intentar a la desesperada hacer que el gobierno se tambalee y caiga y,
con ello, interrumpir y revertir los cambios que mal que bien se vienen
dando hace más de una década.
No quisiera llevar a equívoco con estas líneas. Dentro de l@s (autodenominad@s) “chavistas” hay de todo: corrupt@s, oportunistas, boinas reversibles (que antes eran partidari@s de la 4ª República pero que se volvieron de pronto muy rojitos…) y, por supuesto, mucha, muchísima gente muy muy válida. Pero la oposición es la extrema, muy extrema derecha, racista, enferma de clasismo y desprecio. No es posible acuerdo ni concesión con ella. Y quienes se definen opositor@s desde la izquierda, por fuera del Proceso…bueno, eso lo dejamos para otra comunicación. Bien necesaria, por cierto. De momento, por la necesidad de prontitud e inmediatez, nos quedaremos con la respuesta necesaria en el momento. Hoy, la derecha llama al “paro cívico” (les gustó el término desde el golpe “cívico-militar” del 2002). Hoy, es día de concentración en Miraflores. Ahí estaremos. De rojo, por supuesto
No hay comentarios:
Publicar un comentario