martes, 15 de enero de 2013
Apenas iniciada la guerra colonial del "socialista" Hollande, se generan grandes dudas sobre la capacidad de La Grandeur.
A la resistencia de un heterogéneo enemigo del que saben poco y
desconocen todo, se unen el odio ancestral al invasor europeo y la
debilidad económica del país galo.
Hollande, ha dicho que
tiene ya desplegados en Mali 750 militares. Con esos 4 gatos pensaba
conquistar el país, junto a unos askaris africanos que son menos de
fiar que un mosquito en verano y a la caída del sol. Dice que va a
enviar más militares-mercenarios pero no creemos que sean muchos,
porque este idiota se está dando cuenta de que sus "aliados" se la están
pegando con queso.
Para reafirmarse en su
propia estupidez y soberbia, que en nada difieren del criminal Sarkozy,
Hollande arenga a sus tropas con poco entusiasmo diciendo cosas
como "estamos confiados en la rapidez con la que podremos detener a los
agresores, los enemigos, los terroristas". Obsérvese que ni siquiera
cita la palabra "derrotar", una "enorme" capacidad la suya y también la
de sus mercenarios, embarcados en una guerra que ni les va ni les viene,
exceptuando la soldada.
Por otra parte, su
ministro de "relaciones con el Parlamento" (otro chollo bien pagado por
no hacer nada como ocurre en España), Alain Vidalies, se ha quejado de
la escasa movilización de los europeos diciendo que espera que "las
cosas mejoren", lo cual suena claramente al lamento del cabrito. Pues
mire usted monsieur Vidalies: que se movilice su señora madre, por no decir algo más feo.
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