miércoles, 2 de enero de 2013
Por si éramos pocos,
parió la abuela. EEUU investiga qué tipo de drogas y artilugios
robóticos deben portar sus soldados para que asesinar les resulte más
fácil y también agradable para el subconsciente.
RT.- Según un artículo
publicado por la revista 'Wired' que hace referencia a un informe de
tres investigadores de la Universidad Politécnica Estatal de California,
las mejoras militares en humanos incluyen drogas, nutrición especial,
electroshock, terapias génicas, implantes y prótesis robóticas, cuyos
riesgos son poco conocidos.
"Es mejor pensar largo y
tendido antes de dar rienda suelta a un ejército de supersoldados con
poderes mutantes", reza el informe de los especialistas.
Con la mosca en la oreja
"¿Existen límites
éticos, legales o psicosociales sobre en qué medida se puede mejorar un
militar?", se preguntan los investigadores, que a su vez alertan sobre
un futuro campo de batalla lleno de pilotos y comandantes cyborg con
cerebros modificados con tecnología. En este posible futuro mutante,
¿qué mejoras deben ser reguladas por el derecho internacional? Si el
implante o un fármaco produce efectos secundarios inesperados, ¿quién
sería responsable?, se pregunta por su parte la revista 'Wired'.
Antecedentes
Estas preocupaciones
éticas tienen precedentes. Se sabe que la Fuerza Aérea de EE.UU.
prescribe dexedrine a los pilotos involucradas en misiones de larga
duración, a pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos
de ese país advierte que este estimulante puede causar un
"comportamiento agresivo", algo que ya se ha comprobado.
Los autores del informe
recuerdan que en el 2002 un par de pilotos estadounidenses que
regresaban de una misión de 10 horas sobre Afganistán vieron destellos
en tierra. Creyendo que los insurgentes intentaban atacarlos, lanzaron
una bomba sobre el 'enemigo', pero resultó que se trataba de soldados
canadienses que llevaban a cabo una práctica con fuego real, cuatro de
los cuales murieron por la explosión. Uno de los pilotos confesó que no
entendía lo que pasaba con su cuerpo y su mente cuando tomaba la
dexedrine.
Por otro lado, en el
marco de una serie de experimentos conducentes al desarrollo de armas
alucinógenas en la década de 1970, el Pentágono dio LSD a los soldados
sin que los sujetos comprendieran plenamente las consecuencias del uso
de esta droga. Durante la Guerra Fría las tropas estadounidenses también
estaban expuestas a psicoquímicos y otras sustancias tóxicas con
carácter experimental que se les suministraba sin su consentimiento.
Los autores del informe
aconsejan al Pentágono que establezca un marco de mejoramiento militar
más humano (un "mejoramiento" militar más humano... ¿será matar a base
de inyecciones letales? N. de E.).