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domingo, 9 de diciembre de 2012

QUIEN ESTA DETRAS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION EN ESPAÑA




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Infografía actualizada


ESPAÑA: LA BANCA ES LA PROPIETARIA DE LOS GRUPOS MEDIÁTICOS. LISTADO ILUSTRATIVO.
El extra de Julio/Agosto de la revista ‘Mongolia’ aparece con un detallado informe que incide en lo presentes que están las entidades financieras en la propiedad de los medios de comunicación: Prisa, Unidad Editorial, Planeta, Vocento, Grupo Godó…todos los grandes conglomerados mediáticos tienen a la banca entre sus principales accionistas. Aquí un  pequeño extracto de dicho estudio:
A los medios y a los periodistas les gusta verse a sí mismos como el Cuarto Poder. Una imagen poderosa que les convierte, además en pilar básico de la democracia. Y, a lo mejor, siguen siéndolo. Pero es más dudoso que el poder resida en su interior: la crisis ha acelerado la “financiarización de las empresas periodísticas”, un fenómeno muy visible en España.
El sector financiero ha tenido siempre una gran influencia sobre los medios por una doble vía: mediante la contratación de publicidad -los bancos suelen encontrarse entre los principales anunciantes- y la concesión de créditos. Pero el reciente boom disparó la deuda de las grandes empresas de comunicación españolas y, ahora, como no pueden afrontarla, la banca se incorpora directamente a su capital.
El caso del grupo Prisa, editor de El País y dueño de la Cadena SER, es paradigmático. Su deuda llegó a alcanzar los 5.000 millones y acaba de reducirla a 3.000. Pero por el camino se han incorporado al capital el conglomerado de Wall Street, agrupado en el vehículo Liberty, y ahora, el Banco Santander, Caixabank y el HSBC. Y como la deuda seguirá siendo demasiado abultada, la empresa ha abierto su capital a otros veinte bancos.
En los consejos de casi todos los grandes medios se sientan directamente consejeros del sector financiero. Y la simbiosis va en doble dirección: los editores de La Vanguardia y La Razón son a su vez vicepresidentes de CaixaBank y el Banco Sabadell, respectivamente. El Cuarto Poder ya no debe lidiar más con la presión del sector financiero: ya es directamente el sector financiero.
PRISA
Ya son accionistas importantes Daiwa Securities, BH Stores IV BV, BNP Paribas, Bank of America, Asset Value Investors, Marlin Equities, Berggruen Acquistions Holding LTD, Deutsche Bank. Entre todos suman alrededor del 25% del capital actual.
Además, Caixabank, Banco Santander y HSBC tendrán un 20% del capital en 2014 tras canjear deuda por acciones.
Pese a el, la deuda de Prisa se sitúa alrededor de 3.000 millones y la empresa ha invitado a las siguientes entidades financieras a canjear deuda e incorporarse al capital de la empresa o aumentar su participación actual: BBVA, Banco Sabadell, Banesto, Bankia, Bankinter, Banca March, Kutxabank, Banco Caixa Geral, Banco Cooperativo Español, Ibercaja, Banco Pastor, Banco Popular, ICO, Liberbank, Banco Grupo Cajatres, NCG Banco, Bankia, Banco Espíritu Santo, Caixa Banco de Investimento, , Vitybank, Crédit Agricole, Societé General, The Royal Bank of Scotland, Commerzbank, Fortis, Cooperative Centrae Raiffeisen-Boerenleenkbank, Alie Street Investments, Banca Monte dei Paschi di Siena, Banco BP, Bank of America, Banco Itaú, Bank Audi Saradar, Natixis.
GRUPO PLANETA
El accionista de referencia es José Manuel Lara, que a su vez es vicepresidente del Banco Sabadell.
El consejo de Antena3 incluye a Marco Drago, consejero del fondo DeA Capital (el fondo vinculado a De Agostin, accionista de referencia de A3) y Pedro Ramón Cajal (consejero del Banco Renta4).
VOCENTO
El Consejo de Administración incluye a Fernando Azaola Arteche (BBVA), Rodrigo Echenique (Banco Santander) y Jaime Castellanos (Lazard).
GRUPO GODÓ
El dueño del grupo, Javier Godó, es a su vez vicepresidente de la Caixa y consejero de Caixabank. En 2011, la entidad financiera concedió 7,5 millones de euros en créditos al grupo. El reducido Consejo de Administración del Grupo Godó incluye a Luis Conde (consejero de CatalunyaCaixa y vinculado a Lazard).
ZETA
Principal acreedor: Caixabank, que supervisa la reestructuración a través de Juan Llopart, uno de sus consultores de confianza y hombre fuerte del consejo de Zeta.
TELE 5 /MEDIASET
La primera televisión española está bajo control del magnate italiano Silvio Berlusconi. El Consejo de Administración incluye a Borja Prado (máximo responsable de Endesa y consejero de Mediobanca, entre cuyos accionistas está el Banco Santander) y Helena Revoredo (Banco Popular).
En en el blog de La mirada del mendigo  han actualizado la infografía que puedes ver después de pulsar “leer más” sobre los propietarios y empresas que controlan los medios de comunicación en España. Este documento está actualizado a julio de 2012

El jueves pasado, en plena tarea al frente de la redacción del periódico parisino Le Monde, se descompuso su director, Erik Izraelewicz, quien al rato murió en una clínica. La lamentable muerte del periodista de 58 años tuvo una despedida que, al menos, resulta curiosa. Fue Louis Dreyfus, el presidente del directorio, quien firmó el comunicado de condolencias publicado de inmediato en el portal virtual del diario y no la asamblea de periodistas. ¿Por qué esta observación ingrata en medio de una muerte?.
Media-ESPAÑAPor varios motivos en los que vale la pena reparar en un momento en el cual se debate con agitación sobre un artículo de la ley de medios y se corre el riesgo de quedar sesgados ante un tema demasiado complejo. Le Monde mantuvo hasta hace unos años una serie de normas que realmente servía para marcar a fuego la diferencia entre la redacción periodística y el manejo económico financiero de la empresa.
En primer lugar, porque el colectivo de periodistas contaba con la mayoría de las acciones, con la particularidad de que, por estatuto, esa participación les permitía oponerse y bloquear medidas empresarias si resultaba, a criterio de ese colectivo, contrarias a la autonomía editorial del diario.
En un diario surgido al calor de la liberación de París del invasor nazi en 1944, esto constituía una marca de orgullo. Le Monde era fundado por seguidores de Charles De Gaulle, católicos y laicos, y se constituía en un punto de referencia para el pensamiento de centro-izquierda y socialista. En 1951, por una diferencia con el director, Hubert Beuve-Méry, dos periodistas que integraban el Consejo de Redacción impulsaron la creación de la Sociedad de Redactores de Le Monde. Ese colectivo fue un ejemplo seguido por muchos otros medios franceses, incluso de orientación conservadora como Le Figaro. Si hubo una figura destacada en estos cambios fue Jean Schwoebel, quien luego fue presidente de la Federación Francesa de Periodistas y publicó, en el mítico 1968, La prensa, el poder y el dinero, un libro imprescindible para el debate de la libertad de información.
Los problemas financieros de Le Monde (a partir de 2008) llegaron mucho después de que el gobierno de François Mitterrand privatizara muchas empresas, entre ellas TF1 –la cadena televisiva más vista de Francia– que quedó en manos del poderoso grupo Bouygues que además de ser proveedores del Estado en obras viales y civiles pasó a telefonía y a medios de comunicación. Le Monde incorporó capital privado hacia principios de 2011 y eso significó que el nuevo director –el recientemente fallecido Izraelewicz– fuera elegido por su trayectoria en el periodismo financiero, ,y que el nuevo CEO y presidente del directorio fuera Dreyfus, un hombre que había hecho carrera en el mundo de los negocios editoriales y tenga, además, lazos de sangre con el poderoso grupo Louis Dreyfus, comercializador de granos con sede en Holanda y negocios en todo el mundo, entre ellos la Argentina.
Para curiosidades de mutación, el caso del diario Liberation de París es no menos impactante. Fue fundado por Jean Paul Sartre en el crítico año 1973, retomando el nombre de un periódico clandestino de los tiempos de los maquis, con una mirada editorial a la izquierda de Le Monde. En 2006, por los problemas financieros, la inyección de capital llegó de la mano de Edouard de Rothschild, de la poderosa familia cuyos orígenes se remontan a 1760, cuando Mayer Amschel Rothschild abrió una tienda de monedas en el gueto judío de Frankfurt, Alemania. Tras colocar a sus cinco hijos varones al frente de casas bancarias en las principales ciudades financieras de Europa, los Rothschild salieron de Waterloo más victoriosos que el propio duque de Wellington, quien derrotó en ese campo de batalla cercano a Bruselas al mismísimo Napoleón Bonaparte. Los agentes de la Bolsa de Valores de Londres esperaban tener primicias del resultado de las armas para poder especular con los títulos y acciones bursátiles. Nathan Rothschild había tenido la precaución de enviar veloces jinetes con poderosos catalejos que seguían de cerca las columnas militares y pudieron certificar el éxito de prusianos e ingleses. Con ese dato fresco, Rothschild vendió títulos ingleses por debajo del valor, y sus competidores descontaron que el poderoso banquero tenía la primicia del éxito francés. Una vez que los otros agentes bursátiles lo imitaron, mandó a sus empleados, cual carga de caballería, a comprar todo a precio vil. Dicen que, en aquellos días posteriores al 15 de junio de 1815, la sede londinense de la banca Rothschild multiplicó por 20 sus ganancias.
Si, en vez de buscar apellidos ilustres de grupos transnacionales del comercio o las finanzas, se busca por el lado de los fondos especulativos, basta con cruzar los Pirineos y llegar hasta Madrid para verificar que El País, el emblemático diario que se repartió gratis en las febriles jornadas del Tejerazo (intento de golpe de Estado de febrero de 1981), de orientación socialista, ya tiene una fuerte injerencia de capitales especulativos. En efecto, el grupo editorial Prisa, fundado por Jesús de Polanco, siempre se había mantenido como un conglomerado de medios y publicación de libros, pero sin mezclarse con otras actividades.
Era una manera de mostrar cierta distancia de otra clase de negocios. Sin embargo, a principios de 2010, tres años después de la muerte de Polanco, Prisa se asoció con Liberty Acquisition Holding Corporation, un fondo de inversión que salió a la Bolsa de Nueva York en 2007 y maneja los llamados hedge funds, que algunos llaman fondos buitres. La inyección de dinero de Liberty en Prisa fue de la friolera de 861 millones de dólares. Basta ver las más que tibias posiciones editoriales de El País sobre el ajuste del gobierno de Mariano Rajoy para confirmar que la vieja orientación socialista no es ni siquiera cosmética en la actualidad.
Las malas noticias sobre los dueños de los medios podrían llevar páginas y páginas. Pero para alinear con las fechas mencionadas más arriba, basta ver que la emblemática compañía Dow & Jones, que tiene a su cargo nada menos que el índice de las acciones de la Bolsa de Nueva York (entre otros miles de índices) fue comprada por News Corporation, la empresa de medios del magnate Rupert Murdoch. Y que el multimillonario Michael Bloomberg, dueño de la agencia de noticias financieras, es alcalde de Nueva York desde hace una década. Es decir, la ironía de Ignacio Ramonet sobre primero y segundo poder tiene indicios suficientes de poner a prueba cualquier teoría política sobre el poder político elaborada en el siglo XX.

Quien escribe estas líneas publicó, hace 10 años, Grandes hermanos, un libro que contaba las costillas de los dueños de la información en esa Argentina intoxicada del poder financiero y de destrucción de la industria y de los valores populares en la cultura nacional. No cambiaron tanto los empresarios que están involucrados en los medios de comunicación como negocio.
Siguen presentes empresarios surgidos del mundo financiero o del mundo de la política que por arte de magia llegaron al mundo de las finanzas y los medios. Y no sólo en el Grupo Clarín. Y no sólo entre los que están “pasados de licencias”.
Ejercer el periodismo no es un acto de valentía cuando hay condiciones para poder hacer valer la multiplicidad de intereses que juegan en una sociedad. Sería fácil resolver esta historia de la concentración de poder con el imprescindible paso de desmontar las licencias excedidas por Clarín y otros grupos empresariales. Al hablar de “otras voces”, la Coalición por una Radiodifusión Democrática, hace ya ocho años, no hablaba de cómo quitarle a Héctor Magnetto para darles a otros grupos empresariales, sino en crear las normas necesarias para mejorar la calidad de la comunicación popular.
Esa es, si cabe la expresión, la famosa batalla de la comunicación. La otra es una pelea entre grupos empresariales. Interesante para diseccionar intereses pero poco estimulante para cambiar las cosas y redistribuir la riqueza y la palabra.

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 

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