domingo, 9 de diciembre de 2012
Sabíamos de la deriva de
la enfermedad de Hugo Chávez. Él mismo lo dio a entender en las pasadas
elecciones donde vino a decir que de encontrarse mejor físicamente,
habría conseguido una victoria mucho mayor.
En su reciente viaje a
Cuba leímos (magnífico invento Internet) de qué se trataba la
oxigenación hiperbárica, ello, unido a lo que se comentaba en los
círculos donde nos movemos, no daba pie al optimismo. Fieles a nuestra
línea de no dar cancha a los imperialistas, optamos por seguir la línea
del gobierno de Caracas que hacía lo propio. Lo revolucionario es decir
la verdad pero estamos en guerra y si al enemigo se le derriba un avión
hay que decir que fueron tres.
En alguna ocasión hemos
manifestado que si la radioterapia funcionaba, Chávez podría alcanzar
algún mandato más aunque no muriera de viejo. Con esto no queremos
decir, ni mucho menos, que esté en las últimas, pero su anuncio es
esclarecedor: el cáncer ha regresado y todo parece indicar que no pueda
seguir al frente de la presidencia de la República.
Su relevo sería Nicolás
Maduro un magnífico candidato, como también nos lo parece Roy Chaderton;
sin embargo, el primero es mucho más joven y cuenta con mayor capacidad
física. Afirmamos que en caso de nuevas elecciones ganará, sin duda, el
chavismo a no ser que el oportunismo mine la cohesión de las fuerzas
populares. Por desgracia, en España tuvimos, y tememos, ejemplos
sobrados de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario