De matanzas e hipocresías: la versión 'orwelliana' de Israel sobre su campaña en Gaza
El actual brutal asalto israelí contra Gaza
genera dudas acerca de si su dirigencia política tiene interés alguno en lograr
la paz duradera con los palestinos que dice anhelar. ¿Tiene esta campaña algún
objetivo distinto que forme parte de una estrategia tendente a 'ingenierizar' un
ataque ulterior contra Irán?
Probablemente el caso de Palestina sea
la historia sin fin más trágica del mundo moderno. Desde hace ya casi 65 años,
Israel viene bombardeando, lastimando y humillando al pueblo palestino,
destruyendo sus viviendas con topadoras y colocando a Gaza en un encierro que lo
transforma en el campo de concentración más grande del mundo.
En la más reciente violencia que tuvo
lugar esta semana, ambos bandos acusan al otro gritando: “¡Ustedes la
empezaron!”.
A esta altura de los acontecimientos,
¿realmente importa quién empezó esta nueva ronda de violencia?
El miércoles 14, un helicóptero israelí
lanzó un ataque sobre Gaza asesinando al líder del ala militar de Hamas, Ahmed
Jabari, generando una reacción violenta de Hamás que hizo llover pequeños
cohetes sobre el sur de Israel lo que, a su vez, hizo que Israel lanzara más
ataques aéreos matando a 19 personas, hiriendo a 100 y dejando a 6 niños muertos
Dejá-vù: parece que estamos otra vez en
enero de 2009, cuando Israel lanzó su Operación Plomo Fundido, en la que lanzó
bombas de fósforo ardiente sobre la población civil. Esta vez llaman a su ataque
Operación Pilar de Defensa.
Claramente, los líderes de derecha
israelíes no quieren un acuerdo pacífico con los palestinos. Esa es la razón por
la que sistemáticamente vienen saboteando toda posibilidad de arribar a una
solución que incluya la creación de un Estado soberano palestino.
El último israelí honesto que trató de
lograr la paz fue el primer ministro Isaac Rabin, hasta que fuera asesinado en
las calles de Tel-Aviv en Noviembre1995; no por un fanático islamista;
no por algún loco neonazi sino por un tal Ygal Amir: joven sionista
fanático de la ultraderecha, relacionado tanto con el Movimiento de los Colonos
y con el servicio de seguridad interna israelí, Shin-Beth.
Desde entonces, los partidarios del
Apartheid de la extrema derecha controlan a Israel, y lo seguirán haciendo aún
más ahora que el partido Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu se acaba
de fusionar con el partido Yisrael Beitenu del viceprimer ministro Avigdor
Lieberman. Quizás esta última ronda de palizas a los palestinos sea la manera
que tienen estos dirigentes israelíes de celebrar la creación de su Nuevo Gross
Partei…
"No se preocupen por EE.UU."
Al ex primer ministro israelí Ariel
Sharon se lo sindica de haber dicho una frase infame a sus colegas durante una
sesión caldeada del Knesset (Parlamento) Israelí en octubre de 2001, en el
sentido de que no tenían por qué preocuparse por las reacciones de EE.UU. a su
política de darle sistemáticas palizas a los palestinos dado que, “¡nosotros los
judíos controlamos a EE.UU., y ellos bien lo saben!".
Viendo la manera como los políticos
norteamericanos sistemáticamente rinden cuentas y tributo ante poderosos lobbies
pro Israel y sus bancos de cerebros, como el AIPAC –Comité
Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos-, la ADL y otras entidades, en los
que todos parecen competir para ver quién da el discurso más apasionado y
dramático en apoyo a Israel, uno se ve tentado de creer las palabras cándidas
del Sr. Sharon.
Durante la reciente campaña
presidencial, tanto Barack Obama como Mitt Romney trataron de dar sus discursos
más convincentes al estilo “yo-soy-sionista” como dijera el vicepresidente Joe
Biden en 2007, no sólo para ganar el voto y el vital dinero judío en EE.UU.,
sino también el voto 'sionista no judío' representado por ciertas sectas
protestantes.
De manera que cuando la embajadora
norteamericana ante la ONU, Susan Rice –miembro de organizaciones de la elite de
poder como la Comisión Trilateral y el Council on Foreign Relations–
abiertamente saliera en apoyo de Israel condenando el contraataque de Hamás, al
que describió como “la violencia que Hamás y otras organizaciones terroristas
están empleado contra el pueblo de Israel”, nadie pudo verse sorprendido.
En rigor de verdad, poco importa quién
ocupe el Despacho Oval de la Casa Blanca. Sea demócrata o republicano, EE.UU.
siempre apoya sin pensar y sin reservas a Israel cada vez que este país decide
darle una nueva paliza a los palestinos.
Naturalmente, los multimedios globales
apoyan a Israel, habiendo logrado inusitado éxito en taladrar en el imaginario
colectivo global la conclusión de que el “terrorismo” siempre está ligado a
“fundamentalistas islámicos”.
De manera que a Hamás se lo descalifica
como ilegitimo, aún antes de empezar a hablar sobre una solución que implique un
Estado soberano palestino. No importa que Hamás haya ganado unas elecciones
democráticas realizadas en Palestina en 2006; no importa que Israel misma haya
sido fundada por grupos terroristas como Irgun Zvai Leumi, Stern y Hagganah, que
luego se fusionaron para crear las tan democráticas Fuerzas de Defensa Israelíes
(las Fuerzas Armadas de Israel)
Aquellos grupos de terroristas
sionistas eran conducidos por los padres fundadores de Israel, algunos de los
cuales luego llegaron a ser primeros ministros (¡incluso galardonados con el
Premio Nobel de la Paz!), como Menahem Beguin e Isaac Shamir.
Por esos días, estos "luchadores por la
libertad” se dedicaban a volar grandes hoteles con sus ocupantes adentro,
asesinar a enviados de la ONU, realizar cientos de asesinatos contra líderes
palestinos e imponer políticas de genocidio con las que asesinaron e hirieron a
cientos de miles de palestinos, luego expulsando a millones de hombres, mujeres
y niños de sus hogares y de sus tierras, utilizando las peores técnicas de
terrorismo.
La “lógica” israelí respecto de
Palestina funciona más o menos así: si Israel les roba y destruye sus tierras,
viviendas y riquezas a los palestinos, éstos no tienen derecho alguno a
quejarse; y si se atreven a defenderse, automáticamente se transforman en
“terroristas”. Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea parecen estar
de acuerdo con esto…
Está bien si lo hago yo; está mal si
lo haces tú…
Esta es la razón por la que Hamás y
Hezbollah han quedado descalificadas como “organizaciones terroristas”.
El fundamental sentido común político,
sin embargo, indica que las fuerzas armadas de una nación –se trate de Estados
Unidos, Rusia, China, Brasil o Israel– deben responder a los líderes civiles de
sus respectivos Estados Nacionales.
¿Pero qué ocurre cuando a un pueblo
como el palestino no se le permite tener un Estado Nacional soberano? ¿Cómo
habrán de defenderse los palestinos contra las agresiones terroristas
sistemáticas a las que los somete Israel, si no pueden tener un Estado Nacional
y, por ende, no pueden tener fuerzas armadas propias para defenderse? Ésta y no
otra es la razón por la que surgieron Hamás y Hezbollah: para que los palestinos
pudieran tener alguna posibilidad de autodefensa.
Por supuesto que es muy fácil
descalificarlas como “organizaciones terroristas” pero, utilizando ese mismo
criterio, ¿estarían hoy dispuestas las potencias occidentales a recalificar a la
Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial como una “organización
terrorista”, simplemente porque se rehusó a aceptar pasivamente la invasión
militar alemana de Francia? ¿Debiera la Resistencia Francesa haberse rendido
para evitar que el Oberkommando en Berlín la calificara como “organización
terrorista”?
¿Y qué decir de los grupos de
terroristas que asesinaron al líder libio Muammar Gaddafi el año pasado en vivo
por la televisión? ¿O sobre los terroristas que hoy hunden a Siria en una
sangrienta guerra civil? ¿“Luchadores por la Libertad”, supongo? ¿Y ello tan
solo porque se oponen violentamente a regímenes que no simpatizan con EE.UU. y
sus aliados y logran así el apoyo de Occidente?
Las potencias occidentales deben
comprender que no pueden tener lo mejor de los dos mundos: o la Resistencia
Francesa, Irgun y Stern, Hamás y Hezbollah y las guerrillas sirias y libias
deben todos calificarse como “luchadores por la libertad” o si no, deben todos
quedar descalificados y fuera de la ley como “organizaciones terroristas”. No se
puede tener el chancho y los veinte.
Todas las opciones están sobre la
mesa…
Usando una de las frases favoritas de
George W. Bush cuando entraba en “modo busca pleitos”, recientemente un vocero
del Ejército Israelí amenazó no sólo a los palestinos, sino a todo el mundo, al
decir que para Israel “todas las opciones están sobre la mesa”.
Palabras muy fuertes viniendo de la
única nación en Oriente Medio que tiene un arsenal de armas nucleares y una
deplorable trayectoria de comportamiento que le presta total credibilidad a su
predisposición para utilizarlas.
De manera que los palestinos deben
prepararse para crecientes cuotas de violencia en los días y semanas por venir.
¿Utilizará Israel esta creciente
violencia como excusa para atacar nuevamente al sur del Líbano, donde Hezbollah
tiene sus cuarteles más poderosos (y donde Israel fuera vencido cuando invadió
el sur del Líbano por enésima vez a mediados del 2006)?
¿Estamos viendo un 'crescendo' de
violencia que habrá de conducir en un ataque armado contra Siria conjuntamente
con Turquía/OTAN y con el Ejército Libre Sirio (también conocido como Al-Qaeda,
CIA, Mossad, MI6)?
¿Será todo esto parte de la estrategia
israelí de “asegurar su reino”, lo que conlleva un ataque militar unilateral
contra Irán como su verdadero y ulterior objetivo?
Mayores cuotas de violencia en todo
Oriente Medio ayudarían a convencer a Obama (y a los militares estadounidenses)
de que deben dejar de demorarse en atacar a Irán, y que deben volver con
renovada fuerza a Oriente Medio.
Israel ha bautizado este último ataque
de choque y terror Operación Pilar de Defensa: un elocuente eufemismo
'orwelliano' para “¡démosle otra paliza a los palestinos!”.
Si Israel ha decido desatar un nuevo
infierno sobre Oriente Medio para así preparar el escenario para un ataque
contra Irán, entonces pareciera que ese proceso de violencia debe comenzar
(¡otra vez!) por la martirizada Palestina.
Pero entendamos lo siguiente: Israel
pretende iniciar una nueva guerra en Oriente Medio empezando por Palestina,
pero… ¿adónde habrá de terminar?
Adrian Salbuchi para RT
Adrian Salbuchi es analista político, autor,
conferencista y comentador de radio y televisión en Argentina.
OTRA HUMANDAD ES NECESARIA .
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