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lunes, 1 de octubre de 2012

LOS HIJOS ILEGITIMOS DEL REY


Albert Solà e Ingrid Sartiau, los hijos ilegítimos del Rey. Albert Solà Jiménez dice que nació del amorío de María Bach Ramon con Juan Carlos, en 1956. Ingrid Sartiau cree que es la hija de una aventura de Liliane Sartiau con el  futuro monarca, en 1966. Foto: Tura Soler/12

Albert Solà e Ingrid Sartiau, los hijos ilegítimos del Rey

Un catalán y una belga aseguran ser el fruto de la fogosa vida sexual de Juan Carlos I de España en su juventud. Ambos hablaron para Jet-set desde Europa acerca de esta novelesca historia que la prensa sigue con reserva.

Que Juan Carlos I es un mujeriego dejó de ser un rumor para convertirse en una verdad reiterada por la prensa de su reino. Los que no se han comprobado son los cuentos de los supuestos hijos que dejaron sus romances antes y después de su boda con su consorte Sofía. Pero ahora que España le perdió el temor a hablar abiertamente de las aventuras de su monarca, como se vio en el reciente destape de su amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein, le cae más leña al fuego: un catalán y una belga dicen que, aunque desconocidos, son tan hijos del Rey como los infantes Elena, Cristina y Felipe.

Se trata de Albert Solà e Ingrid Sartiau, quienes a mediados de junio se encontraron por primera vez en Cataluña, luego de conocerse por Internet, y destaparon su asombrosa historia. Albert nació en 1956 en la Maternidad de Barcelona, donde unas enfermeras se lo arrebataron a su madre y fue llevado a Ibiza. Allí fue acogido por una familia antes de su retorno a su ciudad natal, donde fue adoptado por el matrimonio Solà Jiménez, humildes campesinos de Sant Climent de Peralta (Gerona).


Al crecer, sintió curiosidad por su origen y descubrió que sus documentos estaban plagados, según cuenta, de irregularidades. En los años 90, con la ayuda de unos detectives, supo que su madre biológica es María Bach Ramon, de un prestante linaje de banqueros de Cataluña. Tras una batalla legal, en el 2001, un juez le entregó un archivo con los detalles de su nacimiento y le hizo saber que su padre es el Rey, como relató en entrevista para Jet-set. En su partida de nacimiento no aparece el nombre del Rey, pero sí la anotación “chupete verde”, que, al decir de historiadores consultados por Albert, solo consta en los registros “de los que son hijos de la realeza”.


Mientras tanto, en Bélgica, Ingrid Sartiau vivía intrigada porque una vez su madre, Liliane Sartiau, le dijo que el Rey es su padre, pero no le dio detalles. Ella resolvió indagar por su cuenta y descubrió en Internet a Albert, con quien se puso en contacto. Luego, se hicieron pruebas de ADN para averiguar sus probabilidades de parentesco. “Le mandé el material necesario al profesor Jean-Jacques Cassiman, un genetista de la Universidad de Lovaina, reconocido mundialmente”, le relató Solà al portal Vanitatis. El análisis concluyó que son hermanos en 91 por ciento.


El profesor Cassiman le dijo a Vanitatis que “la probabilidad de que tengan un progenitor común es elevadísima. Los resultados son claros, pero los estudios no pueden especificar si es el padre o la madre. Yo no sé quien es el padre”.


En España el asunto ha sido tratado dentro de la mayor reserva y ventilado más que todo en las redes sociales, aunque es el tema obligado en los cocteles y los salones sociales. La monarquía, a pesar de sus recientes escándalos, es una institución respaldada por la mayoría de los súbditos.


Así habló Albert Solà para Jet-set desde Gerona.


¿Por qué está seguro de ser hijo del Rey?
- El juez número 14 de lo familiar de Barcelona me lo notificó extraoficialmente.

¿Qué argumentos tenía él para decir eso?
-Me imagino que hubo alguien que se le ordenó.

¿Quién pudo ser ese alguien?
-Toda mi vida he sido una persona envuelta en misterios de poder. Supongo que yo era un as bajo la manga, por ser varón y por ser mayor.

¿Quiere decir que si el Rey no hubiese tenido descendencia usted habría sido la opción para asegurar la sucesión en el trono?
-Posiblemente, porque en mi vida ha habido siempre un poder detrás. Pero hoy por hoy no busco nada de todo esto. Y mi hermano Felipe (heredero del trono) tiene mi apoyo incondicional, y el Rey lo sabe.

¿Usted siente que se parece al Rey?
-No es que yo lo sienta. Historiadores, periodistas, gente que me he encontrado en la calle, dicen que sí, que soy “clavao”.

¿Qué irregularidades descubrió en su partida de nacimiento?
-Había dos partidas de bautismo diferentes, de dos libros distintos, cosa que en España es imposible. Por otra parte, en la época de (Francisco) Franco, cuando yo nací, no se podían eliminar los apellidos de la madre biológica de un niño adoptado. Pero Franco intervino para que se pusieran los mismos apellidos de mis padres adoptivos.

¿Ha tenido algún contacto con su madre biológica?
-Mi madre biológica es muy poderosa y no he podido llegar a ella. Su blindaje es muy fuerte, más que el del Rey.

¿O sea que ella nunca aparecerá?
-Nunca, pero no por idea de ella, sino por su entorno. Yo sé que ella la está pasando muy mal. A ella la engañaron en su juventud. Franco y mis abuelos fueron los que cambiaron mi destino, no mis padres. Ella es una buena madre y en el fondo creo que es la que me protege aparte del Rey.

¿Qué sabe de la relación entre su madre y el Rey?
-Al parecer ella fue su primer amor, cuando él tenía 17 años.

¿Usted creció con las comodidades propias de un familiar de la realeza?
-No. Viví en una familia humilde, pero nunca se me negaron los caprichos. Mis padres adoptivos aparentemente no tenían nada, pero a lo mejor había alguien detrás que me protegía.

¿Es cierto que usted se comunica con el Palacio de la Zarzuela (sede del Rey) por fax?
-Sí. Son cartas enviadas al fax privado del Rey, o de mi padre, como lo quiera llamar.

¿Ha tenido contacto con algún otro miembro de la Familia Real?
-No. Tengo contacto con personas que conocen al Rey y a mi madre, pero no puedo revelar las fuentes.

¿Cree que el Rey acepte verlo algún día?
-Más vale que lo haga. Así de frío se lo pongo.

¿Cómo ve el ambiente en Zarzuela para eso?
-De momento es cordial. La Casa Real ha dicho que saben de mí, que mando cartas.

¿Se ha puesto algún plazo para que ese encuentro suceda?
-De un mes y medio a dos. Si no, va a haber demanda judicial.

¿Cree que tiene posibilidades ante los tribunales?
-Sé que van aceptar la demanda, según jueces y abogados que lo han mirado todo. Ahora, el Rey no está exento de ser demandado por paternidad, no tiene fuero político, según los juristas.

Ingrid Sartiau:


¿Cómo supo que su padre es el rey Juan Carlos?
-Mi madre me lo dijo el año pasado ante mi insistencia de saber quién era mi padre.

¿Por qué cree que ella no le dio más detalles acerca de ese parentesco?
-Porque eso es su vida privada.

¿Qué sintió al saber que es la hija desconocida de un Rey?
-Pena. Habría preferido tener a un carnicero como padre. Hubiese sido mas fácil vivir con la idea.

¿Ha iniciado algún contacto con el Rey?
-No.



¿Quiere que el Rey la reconozca como su hija?
-Sí, creo que todo hijo tiene ese derecho.

¿Piensa entablar una demanda de paternidad?
-No.

¿Qué piensa de la monarquía?
-Sin comentarios.

¿Sigue las noticias de la realeza?
-Como la mayoría de la gente.

¿Piensa que se parece a algún miembro de la Familia Real española?
-A mi padre (el Rey) y a mi hermano Albert (Solà).



“Somos hijos del Rey Juan Carlos de España”

Un nuevo escándalo golpea a la monarquía en el peor año de su historia. Ingrid vive en Bélgica y Albert en España aunque vivió varios años en México.



Ingrid Sartiau, de 46 años, veía la televisión junto a su madre, Liliane Sartiau. En la noticias aparecía el rey Juan Carlos de España. Para esta belga, él no era más que un personaje importante de otro país. De pronto su madre le dijo “Este hombre es tu padre”. Seguramente el mundo se le vino encima.
Liliane y Juan Carlos de España se conocieron en Francia en 1956. Luego la pareja se reencontró diez años después en una feria en Luxemburgo, nueve meses después nació Ingrid.
Aunque Ingrid sabía la identidad de su padre desde hacía varios años, no fue sino hasta hace meses que empezó a investigar más sobre él. Quizá los escándalos protagonizados por Juan Carlos le picaron la curiosidad.


Convencida de que efectivamente él era su padre, investigó más sobre la familia Borbón y en internet encontró una entrevista que Albert Solà Jiménez concedió a una cadena de televisión holandesa y entonces se puso en contacto con él.
Albert Solà Jiménez  desde los años noventa ha buscado demostrar ser hijo del Rey sin mucho éxito.


Su historia comienza cuando el entonces príncipe Juan Carlos viajó de la academia militar de Zaragoza hasta Barcelona. De acuerdo con Albert, Juan Carlos conoce a María Bach-Ramon, hija de un conocido banquero de aquella localidad, y salen unos días. Nueve meses después, en 1956, dio a luz a Albert, que hoy tiene 56 años, 12 años mayor que el príncipe Felipe, lo que indica que Albert podría ser el primogénito de Juan Carlos y por tanto el heredero. “Poco antes de nacer yo, el Rey le comunicó la noticia a varios de sus amigos”.
Tras el parto, unas enfermeras le arrebatan el bebé a María Bach-Ramon para llevarlo a Ibiza. Ahí permaneció hasta los cinco años y luego lo regresaron nuevamente a Barcelona, donde fue adoptado por la familia Solà Jiménez.


Ya de grande, Albert investigó sobre su familia biológica y en unos documentos encontró la expresión “chupete verde”, un término que se usa para referirse a los bebés de sangre real.
“Estuve viviendo en México, volví para investigar mi adopción. Pero desde entonces no puedo salir del país, dicen que por seguridad. Estoy encerrado, como en una jaula”, declara Albert.


Para tenerlo todo más claro, Ingrid y Albert se hicieron la prueba de ADN y resultó que eran hermanos al 91%. Las pruebas las aplicó el profesor Juan-Jacques Cassiman, reconocido genetista de la Universidad de Lovaina: “La probabilidad de que tengan un progenitor común es elevadísima, los estudios son claros.”
El Palacio de la Zarzuela ha dicho que conoce la historia pero que desconfía de los estudios.


Albert ya le ha facilitado a Ingrid el número de fax de la Zarzuela, “es uno de los faxes más restringidos que tiene el Rey. El fax que ella mande, le llegará, se lo puedo asegurar.”
Albert dice que apoyará en todo a su hermana. ¿Qué hará Juan Carlos si le reclaman por la vía legal? ¿Qué dirá la reina Sofía, con la que acaba de cumplir 50 años de casado? ¿Qué pensarán las infantas y Felipe de Ingrid y Albert?

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 


1 comentario:

  1. Lo del parecido físico de estos dos ciudadanos con el Rey o alguno de sus hijos es pura coincidencia (el aspirante a heredero -no tiene ni idea del Título II de la Constitución- tiene una talla muy inferior a la de su "padre"). No digo que no sean borbones, pero que aludan a lo del parecido físico es, cuando menos, irrisorio.

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