sábado, 20 de octubre de 2012
Un hundimiento de 80 centímetros en el suelo que sostiene al reactor 4
de Fukushima podría hacer colapsar toda la estructura, causando un
gravísimo daño no sólo a Japón, sino al mundo entero, según confesó el
diplomático japonés Mitsuhei Murata en una entrevista reciente. Tepco,
empresa encargada de la planta, se sinceró días atrás y comunicó que el
desastre era completamente evitable.
La precaria situación de la planta nuclear japonesa de Fukushima Daiichi
continúa empeorando, según un relevante funcionario japonés. Durante
una reciente entrevista, Mitsuhei Murata, el ex embajador japonés en
Suiza y Senegal, explicó que el suelo sobre el que se asienta la unidad 4
de la central se está hundiendo y que toda la estructura podría estar al borde del colapso.
El bloque 4 actualmente tiene más de 1.500 barras de combustible nuclear
gastado y un total de 37 millones de curios de radiación mortal que, de
ser liberada, podría dejar a una gran parte del mundo completamente
inhabitable. Esta unidad también contiene una piscina de enfriamiento
que sufrió graves daños tras el catastrófico terremoto y tsunami del 11
de marzo de 2011.
Según el diplomático, el suelo debajo de la unidad 4 ya se ha hundido
unos 80 centímetros desde el momento del desastre, y este hundimiento se
ha producido de una manera desigual, o sea, unas partes están ahora en
un nivel más bajo que otras.
Si el proceso sigue, o si otro terremoto, incluso de magnitud baja, se
produce en la región, la estructura entera podría colapsar. "Muchos
científicos afirman que si el bloque 4 se derrumba, no solo Japón
quedará en ruinas, sino que el mundo entero se enfrentará a graves daños",
destaca Murata. Debido a que hay 31 unidades nucleares de este tipo en
USA, el Gobierno estadounidense no ha hablado de la escala real de la
catástrofe para proteger su propia reputación, alega Murata.
Esta es la razón principal por la que ha habido tan poca información
sobre la gravedad de la situación tras el terremoto. En su opinión, USA
no quiere que el mundo ni el pueblo norteamericano sepan que existe la
posibilidad de que decenas de situaciones similares a la de Fukushima se
produzcan en el territorio estadounidense si surgen condiciones
adecuadas.
Catástrofe evitable
La compañía japonesa Tepco, que operaba la central nuclear de Fukushima,
ha admitido por primera vez que minimizó el riesgo de tsunami por miedo
de verse obligada a cerrar su planta para mejorar la seguridad.
"Había un temor latente de que se tuviera que cerrar la planta hasta que se pusieran en marcha medidas drásticas de seguridad", ha indicado Tokyo Electric Power Company (TEPCO) en un informe titulado 'Política Fundamental para la Reforma de la Organización de Energía Nuclear de Tepco', más de un año y medio después del accidente.
El informe de 32 páginas indica que, antes del tsunami gigante de marzo
de 2011 que inundó la central, la compañía sabía que los sistemas de
defensa y de protección eran insuficientes pero que no actuó, probablemente por miedo a los costes que representaría. "Había
esa preocupación de que si se imponían nuevas y severas medidas, eso
provocaría una preocupación sobre la seguridad de todas las centrales
existentes" y habría podido "dar más vigor al movimiento antinuclear", señala el documento.
El seísmo de magnitud nueve y el tsunami gigante de marzo de 2011
provocaron el accidente nuclear de Fukushima, el peor desde el de
Chernobyl (Ucrania) en 1989, que produjo emisiones radioactivas en el
aire, las aguas y los suelos de la región de la central, situada a 220
km. al noreste de Tokio. Unas 100.000 personas tuvieron que ser
evacuadas de sus casas.
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