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lunes, 3 de septiembre de 2012

SE AMPUTA UN BRAZO PARA SOBREVIVIR

JM Álvarez, 3 de septiembre de 2012


Si la historia es cierta, me deja atónito. Supera lo inimaginable.
 
Hay que ser hijos de puta para llamarlo fraude. Fraudulento, bárbaro y criminal es el capitalismo.

Tomado de El País

Josep María Vilamajò lleva 40 años en el oficio de investigador privado y ya hay pocas cosas que le sorprendan, pero el caso que a continuación detalla le dejó perplejo. Hace un año, una compañía de seguros le encargó el caso de un hombre que había perdido un brazo en un accidente de coche; aludía que se había cortado con la sierra mecánica que transportaba. Resolverlo no fue demasiado complicado: el corte era demasiado limpio como para habérselo hecho en un accidente; y un dedo de la mano estaba en sospechoso mal estado.

El hombre pertenecía a una familia, de Valencia, en la que todos estaban en paro. Habían suscrito más de ocho pólizas de seguro y le habían convencido entre todos para que se amputara un brazo para cobrar en torno a 600.000 euros.

El hombre bajó al bar a tomarse un carajillo (para quienes nos leen en América: una taza de café mezclado con alcohol), se aplicó una anestesia local y se cortó el brazo a la altura del codo. Olvidó retirar el anillo de boda antes de amputarse la extremidad. Intentó recuperarlo a posteriori, lastimando el dedo.

El caso es de una crudeza brutal y resulta, a todas luces, extremo. Pero pertenece a esa nueva categoría de fraude que ha emergido con la crisis: el que se lleva a cabo por necesidad económica.

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