07
Sep
2012
Merkel se reúne con Rajoy en Moncloa. Le transmite su felicitación
por lo obediente y buen lacayo que está siendo, y el veloz ritmo con el
que está robando al pueblo todos sus derechos sociales y laborales.
La canciller alemana, Angela Merkel, se ha
mostrado "impresionada" por el "ritmo y la consistencia" de las reformas
acometidas por el Gobierno de Mariano Rajoy, al tiempo que ha advertido
que los "efectos" de éstas toman su tiempo". Desde luego, no será
para que se vean sus efectos negativos en las clases trabajadoras,
porque eso ya se está viendo desde el primer momento en que Zapatero
empezó a cumplir la agenda de Merkel en el estado español, y cada día
que pasa se agravan más.
Merkel, en rueda de prensa conjunta con Rajoy, aseguró además que Alemania y España "van por buen camino para generar una Europa de futuro", y se mostró "segura" de que se superan las dificultades que atraviesa la eurozona. "Estamos comprometidos con la defensa de la moneda común", afirmó. Nada nuevo, nada que no sepamos.
Eso ya lo sabemos. Y comprometidos con los intereses de los banqueros alemanes y españoles, de los grandes empresarios de ambos países (que han realizado una reunión paralela también en Moncloa), también estamos seguros que lo están. Otra cosa es el compromiso con los intereses de las clases trabajadoras: ni está ni se les espera.
Merkel y Rajoy, la verdad, pueden estar contentos con su labor. Están cumpliendo a la perfección con sus objetivos, que no son otros que poner al estado al servicio de los intereses del capital internacional, eliminando todo rasgo de estado social y llevando al pueblo a la exclusión social, el hambre, el paro, la precariedad y la miseria. No cabe duda de que su proyecto político avanza a pasos de gigantes y con unos resultados, como diría la propia Merkel, "impresionantes".
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