miércoles, 26 de septiembre de 2012
Treinta y cinco
detenidos, más de sesenta heridos (uno de ellos grave al parecer con
lesión medular) a consecuencia de la “brutal violencia policial”, como
la definió la cadena rusa Russia Today mientras el resto de canales
españoles ignoraba lo que sucedía desde las 7 de la tarde en los
aledaños del Congreso de Diputados, y ofrecía, como si tal cosa,
programas intrascendentes. Posteriormente se rindieron a la evidencia y
en sus informativos se hicieron eco de lo que acontecía. No era para
menos: las imágenes estaban dando la vuelta al mundo, dieron la vuelta
al mundo mostrando la “marca España”: represión fascista.
A muchos de los
detenidos les van a imputar un delito contra el Estado de Derecho en un
Estado donde no hay derechos, excepto el del robo impune exclusivo para
millonarios y corruptos. De los heridos nos cuentan que casi la mitad
son policías. No deja de ser paradójico que quienes van protegidos con
cascos, escudos, porras, furgones blindados y fusiles, resulten ser las
víctimas de los que van a pecho descubierto, sin protección alguna. Eso
también es “marca España”: la mentira sistemática. ¿Esa es la “marca”
que Madrid pretende exportar a Cuba?
Policías a caballo,
decenas de furgonetas, cargas contra miles de manifestantes de todas las
edades, muchos de los cuales se olvidaron de mostrar las manos al aire
para usarlas, en defensa propia, arrojando todo tipo de objetos contra
los represores. Violencia legítima. Hombres de cierta edad con la cabeza
abierta, y medio ancianos detenidos, como un “peligroso” militante del
Sindicato Andaluz de Trabajadores… ¡Olé él y su bandera! Andalucía debe
buscar su destino, fuera de este podrido cuartel juancarlista. Un
turista que pasaba cerca manifestó: “Yo pensaba que en España había
libertad de expresión”.
Allí no se salvó nadie,
incluidas esas televisoras que por cuestiones partidistas se
posicionaban a favor de los manifestantes, “televisión manipulación” les
gritaban sin tener en cuenta (¿para qué?) su procedencia. En lo que
alcanzamos a ver, comprobamos que se repetían escenas de resistencia
antifascista en Neptuno y Sol. Percibimos a un policía que al quedar
aislado fue atacado con rabia y besó el piso varias veces. Aquella cosa
sin cerebro intentaba ponerse de pie y una y otra vez, y otras tantas
era arrojado al suelo como un perro.
¡Cuánto echamos de menos
la falta de una vanguardia organizada! Pero bueno, la correlación de
fuerzas aún nos es desfavorable aunque ayer se diera un paso importante
en esa dirección. Anoche, los oligarcas y sus representantes pasaron
miedo. Quizás alguno se acordó de los antepasados del mamarracho de
Rajoy, ése que pusieron en el Gobierno y andaba por Nueva York
haciéndose fotos con un negrito asesino que bombardea dispensarios
médicos en Pakistán.
Vimos un gesto digno
cuando los representantes de IU salieron del Congreso para unirse a las
masas, nobleza obliga reconocerlo. No vimos a la organización vasca
Bildu. Ignoramos si estaba en el Parlamento. Si lo estaba, mal por no
hacer lo mismo porque pueblo somos todos: vascos, andaluces,
castellanos, gallegos, catalanes… la burguesía es otra cosa. El régimen
tuvo miedo, mucho miedo, exigía que la concentración finalizara a las
21,30 horas y cuando nos fuimos a dormir, aún había gente en la calle
Poco a poco, los diputados de un Parlamento que por no representar no
representa ni a los pequeñoburgueses, salieron, como los ladrones,
furtivamente y por la puerta de atrás.
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