José
Gallego, de 72 años de edad, es el autor de las pintadas realizadas en
las últimas semanas sobre los símbolos franquistas que todavía perduran
en diferentes edificios públicos y religiosos de Aspe. Concretamente en
la fachada del colegio donde se encuentra la placa de la Generalitat
Valenciana con el nombre del General Moscardó y en una pared lateral de
la Basílica, que fue precisamente el lugar donde la Policía Local lo
sorprendió, en la mañana del pasado domingo, subido a una escalera y
tachando con spray rojo los nombres de un grupo de aspenses del bando
nacional fallecidos en la Guerra Civil y recordados bajo el título:
“Caídos por Dios y por España”.
Hace tres años este jubilado aspen ya solicitó formalmente al
Ayuntamiento, entonces gobernado por la alcaldesa popular Nieves
Martínez, la retirada de todos los vestigios de la dictadura que
perduraban en la localidad. Sólo quería hacer cumplir el artículo 15 de
la Ley 52/2007 de Recuperación de la Memoria Histórica. Pero nadie le
hizo caso. A partir de noviembre pasado, cuando el PSOE y EU alcanzaron
la Alcaldía de Aspe a través de una moción de censura contra el gobierno
popular, José Gallego volvió a solicitarle lo mismo y en varias
ocasiones al actual alcalde, el socialista Manuel Díez. Pero el
resultado ha sido igual de nulo. “Así que al final me he cansado de
tanto esperar y de tanto incumplimiento y he decidido hacer yo mismo lo
que dice la Ley”, explicó ayer a este diario asegurando que no quiere
protagonismos “porque no me siento ningún justiciero, no soy ningún
héroe ni tampoco deseo tener más berrinches porque estoy delicado del
corazón”.
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