martes, 21 de agosto de 2012
Un
atentado indiscriminado siempre es una crueldad que no compartimos y
además no procura simpatías; sin embargo tenemos muy presente
que Occidente llama al millón de muertos que ha causado en Iraq "daños
colaterales no deseados". Quien a hierro mata, a hierro muere, Erdogan.
Al
menos ocho personas murieron ayer y 64 resultaron heridas en un ataque
con coche bomba contra una comisaría de policía en Gaziantep, una
provincia al sureste de Turquía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario