lunes, 6 de agosto de 2012
La
caridad mira hacia los niños españoles pobres, cuyo número crece y
crece sin parar. Ahora más que nunca los que fueron adiestrados para
cantar aquello de "yo soy español" deben seguir haciéndolo pero por
otro motivos: que un alma caritativa (que no solidaria: son
conceptos antagónicos) del norte, se apiade de ellos o de sus hijos.
Tomado de blogsalmon
Quién
nos lo iba a decir hace unos años cuando todos creían que el dinero
generado por el boom inmobiliario no se iba a agotar nunca. Eran años de
bonanza, crédito fácil y consumo desmedido. Hoy los tiempos han
cambiado mucho. Con una cuarta parte del país sin trabajo y una profunda
depresión económica llamando a la puerta de nuestro hogar cada día para
recordarnos que todo puede ir peor, en Noruega ha surgido una moda:
apadrinar a los niños pobres españoles.
Los
españoles hemos pasado de apadrinar niños en África, Sudamérica o
Europa del Este, a que los nuestros sean los apadrinados por generosas y
desconocidas familias noruegas. El Mundo explica en un extenso
reportaje como decenas de noruegos están contribuyendo económicamente
para sostener a familias españolas atrapadas en la crisis mediante
aportaciones económicas destinadas a que estos puedan pagar la hipoteca o
tener un bocado de comida que llevarse a la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario