Y zarandean a los concejales que iban a aprobar recortes.
El
pleno ordinario en el Ayuntamiento de la localidad castellonense de
Vinaròs ha tenido que ser suspendido con carácter urgente tras la
multitudinaria manifestación que acabaría asaltando por sorpresa el
consistorio a las nueve de la noche de este jueves 26 de julio.
Frente
al creciente descontrol de la situación ante la gran afluencia de
vecinos, el alcalde, el popular Juan Bautista Juan, se ha visto obligado
a convocar a la Junta de Portavoces y cancelar por primera vez y de
manera extraordinaria el pleno municipal. Un hecho sin precedentes en
democracia.
En
un clima de tensión desmedida, los concejales han tenido que ser
protegidos y salir escoltados por la Guardia Civil, que ha activado un
dispositivo especial ante las protestas generalizadas.
Vinaròs,
en la comarca del Baix Maestrat, es una de las localidades más
afectadas por el paro y la creciente desafección social. El pueblo ha
dicho basta. ¿Será la mecha que muchos esperaban?
Mediterráneo Digital
Imágenes:
El
Ayuntamiento de Vinaròs no pudo celebrar anoche el pleno
correspondiente al mes de julio. La sesión tenía previsto su inicio a
las 21.00 horas, pero, media hora antes, frente al consistorio, estaba
prevista una manifestación ciudadana, convocada de manera espontánea por
las redes sociales, para mostrar la indignación ciudadana por los
recortes con una sonora pitada y cacerolada que resultó masiva, ya que
concentró a unas mil personas. Algunas accedieron al salón plenario e
impidieron, con sus consignas contra el Gobierno central y el Consell,
el inicio de la sesión.
Hubo
incluso insultos al alcalde, Juan Bautista Juan, y a algunos
concejales. El primer edil intentó iniciar sin éxito el pleno dos veces y
decidió entonces convocar de manera urgente una junta de portavoces en
la que se acordó posponerlo al lunes 30, en segunda convocatoria. Juan
informó de que, en caso de que en esta ocasión se intente de nuevo
impedir su celebración, tendrá lugar a puerta cerrada, una medida que
decidió no adoptar ayer.
A
la salida de edificio consistorial hubo momentos de tensión, ya que los
manifestantes continuaban concentrados en la plaza y algunos de ellos
increparon a los ediles, especialmente a los del equipo de gobierno.
Varias patrullas de la Guardia Civil se desplazaron hasta los
alrededores de la plaza del Ayuntamiento ante el cariz que estaban
tomando los acontecimientos por el ánimo exaltado de algunos de los
concentrados. De hecho, tal y como ha podido saber este diario, el
propio subdelegado del Gobierno, David Barelles, se puso en contacto con
Juan. Además, la delegada del Ejecutivo central en la Comunitat, Paula
Sánchez de León, también llamó al primer edil para conocer qué pasaba.
POR
LA PUERTA DE ATRÁS // El alcalde salió finalmente por el acceso
lateral, pero algunos manifestantes se percataron y cortaron
momentáneamente la salida, por lo que tuvo incluso que ser escoltado por
la Policía Local y la Benemérita, ante la actitud amenazante de un
reducido grupo de algunos de ellos que le siguieron por la plaza
Jovellar y calle Socorro. Un recorrido que varios prolongaron hasta un
conocido restaurante en el que se habían citado los concejales del
equipo de gobierno para cenar.
Asimismo,
al edil de Obras y Medio Ambiente, José Ramón Tárrega, le tiraron un
huevo. Y otro acabó impactando en la concejala del PSOE Ana Rosa Escuin.La protesta fue convocada días atrás de forma espontánea a través de las redes sociales y muchos acudieron ayer con pitos, cacerolas y otros objetos sonoros y coreando varias frases como “este gobierno no nos representa”.
La manifestación ya ha vuelto a ser convocada, vía redes sociales, para el próximo día 30 de julio a las 20.00 horas, fecha en que está fijado el nuevo pleno.
elperiodicomediterraneo.com
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