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domingo, 1 de julio de 2012

ROUCO LLAMO A LA POLICIA PARA QUE ENTRARA EN LA ALMUDENA YA QUE LE MOLESTABAN LOS ENCERRADOS



 No se veía algo así desde los tiempos de Franco: un enorme despliegue policial para desalojar de la catedral de La Almudena ("la casa de todos los madrileños", que suele decir el cardenal Rouco) a una veintena de deshauciados desesperados. Acompañados y arropados por el cura Eubilio Rodríguez (Billy), sacerdote de la Cañada Real, el mayor asentamiento chabolista de Madrid.

Se colaron en el templo de tapadillo, como si fuesen a la última misa. De entrada, ya no confiaban en la Iglesia como madre acogedora de los desahuciados de vivienda y de futuro.

Y sólo resistieron dentro (donde desplegaron sus pancartas) tres horas. Porque, el sacristán avisó a los canónigos de la catedral y éstos al cardenal y a sus obispos auxiliares. Y la policía entró en el templo y les sacó a empujones de la casa del Señor. Sin que ni canónigos ni obispos hiciesen nada por impedirlo. Sólo se resitió como pudo (y poco pudo) Billy, el cura de la Cañada.

El Arzobispado de Madrid llamó a la Delegación de Gobierno que dirige Cristina Cifuentes para que desalojara a un grupo de personas que se habían encerrado en la Catedral de la Almudena de forma simbólica para llamar la atención de la opinión pública sobre "la gran estafa hipotecaria" y el drama social de los desahucios.

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