Algo
muy gordo debe estar cociéndose para justificar el apagón informativo
que se está verificando en Europa –especialmente en España-, hurtando a
la opinión pública la información sobre los trascendentales sucesos que
están convulsionando Oriente Medio. Más allá de marear la perdiz los
medios de difusión con los resultados electorales y con las cosillas del
euro, la bolsa –que a quién carajo le importa- y el valor de la Prima
de Riesgo, tanto los periódicos como las televisiones centran su
informativos en auténticas pelotudeces, como ferias de tapas, anuncios
de alta cocina o si la señora del futbolista de moda hace o no hace tal o
cual dieta. Entretanto, a poco se informe uno por medios independientes
de otros países que no están alineados con la OTAN o en el meollo del
problema –de Latinoamérica o de Internet, por ejemplo- el mundo se
encuentra en vísperas de acontecimientos tales que es posible que nos
despertemos una mañana de estas con el ulular de sirenas de que estamos
encenagados en una guerra de alcance imprevisible. Que siempre ha habido
control informativo y manipulación de la opinión pública no es
descubrir América, precisamente; pero que se hayan apagado todos los
focos de la información capital y se hayan centrado éstos casi
exclusivamente en difundir estulticias como si viviéramos en Jauja, no
deja de ser dolosamente sospechoso: da la impresión de que ciertos
poderes quieren actuar desde la sombra, libres de las interferencias que
pudieran representar las opiniones contrarias a sus intereses.
“… es posible que nos despertemos una mañana de estas con el ulular de sirenas…”
La Guerra
Fría latente desde algunos años entre las grandes potencias se está
calentando por momentos y a una velocidad de vértigo. Es posible que los
acontecimientos se desaten inopinadamente, pero para poder tomar el
pulso a la situación es preciso beber de fuentes lejanas, de otros
países, un poco como en la Dictadura quien quería saber qué pasaba en
España debía buscar información en medios extranjeros. Así, si uno echa
un vistazo a los medios de difusión –radio, prensa y televisión- de
Latinoamérica o de Internet, por ejemplo, puede enterarse de cuestiones
que interesadamente se están sustrayendo a la población de Europa. Tal
es el caso de que el Presidente ruso, por causa del llamado Paraguas
Nuclear Europeo, ha amenazado con sembrar las fronteras rusas de
baterías de misiles móviles, dando a la vez por rotos los acuerdos de
desarme nuclear pactados en 2010 y el FACE de armas convencionales, en
buena parte ya devaluado por la OTAN; o que una parte sustanciosa de la
marina rusa ha entrado en aguas territoriales sirias –y no se sabe qué
cantidad de técnicos y equipos militares en territorio sirio-
supuestamente para evitar un inminente ataque de Occidente a Siria en
plan Libia; o que los rusos han tildado de panfleto manipulado al
informe de la OIEA sobre las supuestas armas atómicas en construcción de
Irán, tildándolo de burda excusa para justificar una agresión que no
están dispuestos a tolerar; o que se esté haciendo la guerra electrónica
a China, no se sabe muy bien en previsión de qué.Puede
que a muchas personas todo esto les parezca un poco alarmista, pero es
de dudarse que un país como Rusia mueva a parte de su flota y la meta en
las aguas territoriales de otro país sin una causa verdaderamente
justificada, la cual, en caso de ser ciertos sus argumentos, bien les
pudiera conducir a la primera línea de fuego en una guerra que, desde
luego, no sería menor porque incendiaría primero Oriente Medio y después
el mismo mundo, habida cuenta de las potencias implicadas. Demasiada
determinación es ésta como para creer que se trata de una baladronada,
como tampoco se justifica el que se cacaree tanto el supuesto ataco o no
ataco Irán que se traen entre manos Israel y EEUU –policía bueno,
policía malo-, como si estuvieran preparando a la opinión pública para
que no estén excesivamente sobrecogidos cuando las sirenas de los
telediarios anuncien que las trompetas del Juicio Final han comenzado a
afinarse.
¿Rusia
haría tales movimientos sin una información exacta de que la OTAN piensa
atacar Siria o Irán?… ¿Atacaría la OTAN Siria o Irán de espaldas a su
propia opinión pública?… ¿A qué viene, en un mundo teóricamente en paz,
la agresividad absurda, al menos en apariencia, de abrir un paraguas
nuclear en Europa cuando los bloques han desaparecido y la rivalidad
entre potencias no existe, al menos oficialmente?…
“… los focos de la información están apagados en este meollo”
Muchas
piezas se están moviendo en este rompecabezas que deberían ser
explicadas, o al menos informarse de estos movimientos se están
produciendo; pero los focos de la información están apagados en este
meollo. El solo hecho que no se informe en absoluto de esto a la vez que
se le dé tal bombo y platillo a tal cantidad de payasadas como
atiborran los telediarios y medios de información, ya es, de por sí, una
prueba incontestable de que se están variando las reglas del juego, y
el alcance de los fines debe ser tal que esos poderes deben temer como a
un nublado la intervención de la opinión pública y que las sociedades
puedan movilizarse a favor o en contra de estos planes. Por otra parte,
rauda e inflexiblemente ha ido variándose nuestra percepción de la
justicia y la legalidad, y no sólo no hay ya diferencias prácticas en
cómo se reprimen las protestas civiles en dictaduras muy extremas y en
democracias –véase el caso de EEUU, por ejemplo, o la saña con que se
emplean las actuaciones de los antidisturbios en casi todos los países
de Europa-, sino que incluso ya se habla públicamente y con luz y
taquígrafos de crímenes de Estado como algo lícito, como puede
comprobarse cada día en los comentarios de los presidenciables o de los
altos cargos de la Administración norteamericana, entre otras, quienes
defienden que asesinar científicos rusos o iraníes, o tales o cuales
personas que consideran enemigos, pues que está de perlas, no mediando
entre esto y el asesinato de quien sea y por lo que sea, ni tanto así.
Un pasito como aquél que dice. De modo, que si así respetan la ley y los
derechos de las personas los poderes, imagínense que no harán con las
falsas acusaciones, los desprestigios a las personas y las listas negras
que no existen en ninguno de los países de Occidente pero que en todos
ellos son como la Biblia bendita, particularmente en España.
Lo que en
este momento se está dirimiendo y se está sustrayendo a la opinión
pública es la reinvención del Oriente Medio, lo que bien podría
conllevar, a poco que alguien se le vaya la olla un pelín, que lo que
Dios deba reinventar sea la propia vida sobre el planeta. Lo que es
seguro, es que la información está controlada de una forma tan férrea
como en una dictadura y que hemos avanzado tanto en nuestra libertad de
prohibir cosas por el supuesto bien común, que la misma libertad está
siendo proscrita. Tal es el grado de desinformación, que quien desea qué
está ocurriendo en realidad en el mundo, debe acudir inexorablemente a
los márgenes de Internet o a los medios de países no involucrados en los
conflictos latentes, porque aquí, en el país de los pobres y los
hambrientos, sólo hablan de bolsa y de alta cocina. Los sables están
bien en lo alto y los pájaros más negros sobrevuelan nuestras cabezas,
mientras, enajenados por la desinformación, a ras de suelo bailamos como
locos y como si el mundo fuera el Aldox Huxley .
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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