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viernes, 20 de julio de 2012

LA JUSTICIA POPULAR SE IMPONDRÁ A PESAR DE LA REPRESIÓN POLICIAL





 20 de Julio del 2012

El rostro real, duro, disfrazado de demócrata, de los herederos de la dictadura franquista se está viendo en España desde que la derecha alcanzó el poder. Lo saben los mineros, el movimiento pacifista del 15M, trabajadores de múltiples sectores que se han tenido que enfrentar a la policía y ahora también lo saben los funcionarios.

En la noche del 19 al 20 de julio, la movilización popular estaba unida y pretendía, una vez más en la capital del Estado, ocupar el Congreso, sin causar daño físico a nadie, para reclamar lo que se les ha arrebatado desde el poder político: sus derechos, entre ellos, el de ser consultados para cambiar la constitución o para aprobar medidas que cercenan de hecho los derechos constitucionales.

La retirada de los bomberos, en Madrid, para conseguir la libertad de uno de ellos no hizo más que dividir y de ello se aprovecha el poder para ordenar el asalto a los manifestantes, su dispersión y, por lo tanto, conseguir evitar el objetivo de justicia popular.

La unidad de acción de la clase trabajadora es esencial para vencer al poder capitalista. La organización y la unidad son características fundamentales en los logros obreros. Este gobierno está solo en el Parlamento, con una mayoría absoluta que los sondeos afirman ha perdido. Siguen ostentando una discutida legalidad, pero no tienen legitimidad para seguir gobernando, pues han mentido masivamente a los ciudadanos, a los que ningunean y desprecian una vez alcanzaron la Moncloa.

El pueblo ha ido padeciendo el desempleo, la desaparición de sus derechos más elementales, los deshaucios, los abusos de las mutinacionales que poseen los suministros más elementales para existencia. El pueblo viene soportando el renuncio a las ideas de los socialistas, el despotismo de la derecha, la corrupción de las instituciones, los privilegios de la casta política burguesa y la multimillonaria ayuda a los bancos. El pueblo sabe que la élite económica, poder fáctico, tiene sus fortuna en paraísos fiscales. El pueblo ya no cree en el sistema capitalista.

Y por mucha represión a las miles de manifestaciones, a las millones de personas que han participado y  en las movilizaciones que exigen la dimisión del Gobierno y un nuevo proceso constituyente, por mucho policía que pongan delante, esos que con uniformes olvidan la clase social a la que pertenecen, por más que sigan intentando reprimir. Por más normas que decreten para cercenar la libertas de los ciudadanos, la justicia popular se terminará imponiendo en este país, más pronto que tarde. Porque no se puede reprimir con violencia el hambre, la pobreza, la miseria, ni tampoco la conciencia de un pueblo que quiere una sociedad más justa y ser dueño de su presente y su futuro.

http://elcomunista.net

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