sábado, 28 de julio de 2012
La primera es autoría del administrador de este blog, la segunda de un amigo.
Vamos
con la primera: Sobre un entramado, que parecía el escenario de
la serie televisiva "La casa de la pradera" se presentó un mundo de
época idílico, cuando realmente fue horrible. Posteriormente un homenaje
a la revolución industrial capitalista.
Siguió
el gran logro que fue la consecución del voto femenino para que la
mujer pudiera acudir a los comicios de la burguesía de ayer y de hoy,
empresarios, puro en boca, presentes en plan arrogante durante todo el
acto, mientras que los obreros estuvieron permanentemente dando
martillazos a diestro siniestro, es decir, la imagen de la explotación
que sigue viva (en eso acertaron), y la aparición de, según la
presentadora, los sindicatos que “resolvieron” los problemas de los
trabajadores". Se nota, se nota…
Poco
después se forjaron unos anillos olímpicos que subieron al cielo
desprendiendo un castillo de fuego que, en un momento dado, difuminaron
los anillos de tal manera que aquello parecía una nave espacial a la que
todos miraban esperando que E. T. apareciera gritando “quiero irme a
caaasa”. Y todo ello rodeado por una enorme e insoportable batucada, que
aporreaba, de manera infernal, cientos de tambores.
El
culmen fue el recuerdo para las dos guerras mundiales
interimperialistas donde la oligarquía envió a la muerte a millones de
trabajadores y un James Bond protegiendo a la reina inglesa, y con ella
al estamento monárquico, en una clara exaltación nacionalista de corte
filo fascista que estuvo presente durante toda la ceremonia.
Hasta ahí llegué. Apagué la televisión y me fui a dormir pensando que para loas a la dictadura capitalista, ya tienen la BBC y similares.
Hasta ahí llegué. Apagué la televisión y me fui a dormir pensando que para loas a la dictadura capitalista, ya tienen la BBC y similares.
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