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martes, 5 de junio de 2012

!SOCIALISMO O MUERTE!

5 de junio del 2012
Pedro Pascual
Nos encontramos en fechas donde al igual que las calles se llenan de protestas, las iglesias lo hacen de comuniones. Hace una semana presencie el sacramento católico que llevan a cabo un gran número de niños españoles – aunque cada año que pasa son menos los que se bautizan, hacen la comunión, se confirman o se casan por la iglesia- y pude observar claramente la separación entre lo que proclamaba el sacerdote y lo que repetían como loros los niños. El cura hablaba de la importancia de Dios, de la entrada del cuerpo de cristo, etc, pero los niños y niñas de ocho o nueve años apenas entendían nada, pues no eran capaces de comprender que era todo aquello que se le había enseñado durante dos años en la catequesis. ¿Y aquello le importaba a la catequista? ¿O al cura? ¿Su apatía o su desgana o su nulo aprendizaje era óbice para negarles la celebración que tantos beneficios proporcionan, tanto a la iglesia, a centros comerciales y hostelería? Lo que quiero reseñar es que a la iglesia, sobre en estos momentos en que su fe va en caída libre, se aferra a lo que sea para evitar que esta sea rápida, y es por ello que permite que los niños hagan la comunión a pesar de no entender lo que se les enseña ni saber responder preguntas sencillas, y todo ello para mantener un ficticio número de creyentes que se diluyen bien al observar la mentira de la religión o de la iglesia, o bien tras celebrar la “bonita” boda de blanco. La iglesia sabe que la cifra de sus fieles es frágil, puesto que no creen sus enseñanzas y el paso del tiempo lo demuestra así como el nulo conocimiento sobre su religión de aquellos que son no practicantes y que lo único en lo que creen es en un Dios.
¿Y a qué viene toda esta parrafada en La Mancha Obrera?
Cualquiera que tenga cierta edad puede que haya intuido por donde voy. ¿A caso las organizaciones sindicales y políticas de los trabajadores no han seguido el mismo camino que la iglesia? ¿A caso no importa más el número de votos que el de afiliados? ¿O el número de de afiliados que su formación socialista o de clase? ¿No es a causa de ello la debilidad de las distintas organizaciones de trabajadores? ¿Y no es ello, además, lo que hace posible la situación en la que nos encontramos, donde la reacción de la clase obrera es escasa cuando no de plena resignación ante el ataque brutal de la clase capitalista? Para evitar la posible – o temporal y normal – caída de afiliados y votantes tras el derrumbe del “bloque socialista”, se empezó, sino abandonar sí a alejar cada vez más el Socialismo, como algo que algún día llegaría, al igual que el paraíso cristiano, la lucha ya no era contra el capitalismo y por el socialismo sino cómo democratizar el capitalismo a través de reformas y para ello no era preciso el enseñar a Marx, Lenin o Luxemburg, a los cuales les tenemos escondidos en un cajón llenos de polvo, a pesar de que su pensamiento y enseñanzas son las únicas que explican la situación actual de manera certera. ¿Cuántos del mas de un millón de afiliados de CCOO y de votantes de Izquierda Unida se declaran socialistas o comunistas? Con que fuesen más de la mitad la lucha en calles sería muy diferente a la que vemos actualmente. Al desechar la ideología socialista o comunista por “pasada de moda” no hemos hecho otra cosa que cavar nuestra propia tumba y ello se refleja en la debilidad de las filas socialistas y comunistas.
Es por todo ello que es de agradecer el humilde papel que en esta batalla ideológica – en esta recuperación de nuestra esencia, de aquello que sin ello no somos más que éter, charlatanes de trivialidades- intenta hacer La Mancha Obrera, como se ha podido ver en las recientes Fichas de formación política[1], o la recuperación de la Escuela de formación que este pasado fin de semana desarrolló el PCCM – me imaginó que los camaradas del PCPE también lo habrán hecho o lo harán-, así como la clase magistral ofrecida por el KKE a todos los trabajadores en forma de artículo, Entre dos batallas duras[2].
La verdadera Refundación no está tanto en acumular fuerzas con la unión de partidos y movimientos de “izquierdas”, como en recuperar la Ideología propia y ponerla en práctica, en todos aquellos que formen parte del partido o del sindicato realicen una lucha de clase y por el socialismo. Cuántos problemas se erradicarían con tal hecho. Por ello: ¡Socialismo o Muerte!

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