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viernes, 15 de junio de 2012

¿ QUE SUCEDE SI LA DEUDA ESPAÑOLA BAJA A BONO BASURA?


15 de junio del 2012.

Un análisis de Juan Fernando Robles.

Moody's rebajó ayer la calificación de la deuda española a sólo un escalón del bono basura, lo que implica nuevas dificultades financieras para nuestro país.

Las calificaciones crediticias o rating que elaboran las empresas reconocidas para realizar esta actividad y aceptadas por los principales mercados financieros, son contratadas por empresas y estados para que examinen su solvencia, es decir, su capacidad para atender sus deudas y vencimientos, y emitan un juicio que suele resumirse en una combinación de letras, que habitualmente empiezan en la triple A (AAA) como escalón de máxima solvencia, acabando en D.

Las agencias de calificación o rating principales que hay en el mundo son Standard & Poor's, Moody's y Fitch. Todas ellas tienen capital norteamericano, aunque Fitch está participada al 50 por 100 por una compañía francesa.

 Cuando un determinado emisor es calificado, los mercados financieros reaccionan. Si la calificación sube, los tipos de interés que paga el emisor suelen descender, aumentando en caso contrario. Es decir, el mercado cotiza las calificaciones o rating porque lo que en realidad muestran es el riesgo de la inversión, con lo que las primas de riesgo, que son los excesos de intereses sobre las inversiones más seguras, aumentan.

 Ayer la agencia Moody's rebajó la calificación de España como emisor varios escalones, situándolo a sólo uno del bono basura. Los bonos basura son emitidos por empresas o estados con baja calificación y alto riesgo que a cambio ofrecen altos intereses para que inversores especulativos vean recompensado el riesgo que corren. Es decir, un bono basura no suele ser un vehiculo apto para inversores conservadores o que desean un riesgo moderado, pero sí para inversores más agresivos que priman el rendimiento sobre la seguridad. En un bono basura hay un riesgo potencial de perder los intereses o/y el capital invertido en determinados supuestos, que son los que la agencia de calificación evalúa.

 Muchos fondos de inversión y de pensiones, ya sean públicos o privados, excluyen expresamente de sus carteras los bonos basura, aunque algunos son mucho más extrictos, pues no invierten por debajo de un nivel de calificación mucho más alto. Incluso los hay que tienen prohibido a sus gestores actuar en bonos emitidos por empresas y estados cuya calificación se sitúe por debajo de las más altas calificaciones crediticias o rating.

 Cuando a un estado le bajan el rating, automáticamente suelen verse contagiados todos los emisores privados de ese país con rebajas de sus propios rating, debido al efecto riesgo país, de tal modo que si un país entra en quiebra, sus empresas pueden perder la capacidad de transferir fondos al extranjero, se verán afectadas en su actividad ordinaria por dificultades financieras o simplemente se reducirá su negocio y perderán interés por otros inversores. Las bajadas de rating pueden ser devastadoras para la obtención de fondos en los mercados mayoristas de deuda y elevan en todo caso los costes financieros. Empobrecen a los estados y las empresas y contribuyen al aislamiento financiero de las economías, disminuyendo las inversiones exteriores, incrementando el déficit público y, por tanto, actuando como un depresor de la actividad económica en su conjunto que incrementa el desempleo y disminuye la producción.

Si la Deuda emitida por España fuera finalmente calificada de bono basura por las principales agencias de calificación sería imposible que el Tesoro colocara deuda en ningún inversor institucional, y sólo un pequeño grupo de inversores desearían tener esos títulos en su cartera. Si ese hecho se produce, seguramente el Banco Central Europeo podría tomar la decisión de exigir para darle préstamos a los bancos mayor proporción de deuda en garantía de los mismos que el importe de los préstamos otorgados, para cubirse de nuevas depreciaciones, con lo cual dejaría de ser atractivo para cualquier banco adquirir deuda española, ni siquiera para los españoles.

Es decir, que más vale que no califiquen nuestra Deuda pública como bono basura, porque implicaría que estamos muchísimo más cerca de la quiebra del Estado puesto que nos ayudaría bastante a llegar a esa situación.

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