Una
intervención militar estadounidense para destituir al presidente sirio,
Bashar al-Asad, puede poner en peligro los objetivos democráticos y
humanitarios en este país, advirtió el exsecretario de Estado de EE.UU.
Henry Kissinger en un artículo de opinión publicado en la edición del
sábado del diario estadounidense The Washington Post.
En situaciones parecidas a las de Siria, EE.UU. debe considerar primero si existe consenso sobre quién será el nuevo gobernante, antes de decidir una intervención militar, ya que de no hacerlo, correría el riesgo de quedar atrapado en un conflicto que se vuelve “cada vez mas sectario”, opinó Kissinger.
Asimismo, comentó que al considerar la acción bélica, particularmente en Siria, Washington podría ser cuestionado, ya que mientras acelera la retirada de sus fuerzas de Irak y Afganistán, cómo justificaría un nuevo compromiso militar en esta misma zona, particularmente una intervención que enfrentaría retos similares.
¿Podría el nuevo enfoque, resolver los dilemas que polemizaron los esfuerzos anteriores en Irak o Afganistán? o ¿Solo agravaría la situación actual al perjudicar el prestigio y la moral de EE.UU. debido a los trastornos políticos internos, cuyo control escapa de las manos del Gobierno?, planteó el exsecretario de Estado estadounidense.
El Gobierno estadounidense ¿volvería a repetir la misma experiencia que tuvo con Talibán, que se convirtió en un problema de seguridad luego de que EE.UU. los armara para que luchen en contra de la antigua Unión Soviética?, agregó.
Los comentarios de Kissinger se producen luego de que el ministro de Defensa estadounidense, Leon Panetta, afirmara el pasado jueves que una intervención militar de EE.UU. en Siria no es posible sin la autorización de la ONU.
Mientras tanto, EE.UU, en cooperación con Arabia Saudita y Catar, administra el envió de aprovisionamientos para la oposición armada de Siria y ha solicitado a estos dos Gobiernos satisfacer las necesidades armamenticos de los grupos que tratan de derrocar el gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad, de modo que, actualmente, los grupos rebeldes cuentan con grandes cantidades de armamentos, incluidos cohetes antitanques.
En situaciones parecidas a las de Siria, EE.UU. debe considerar primero si existe consenso sobre quién será el nuevo gobernante, antes de decidir una intervención militar, ya que de no hacerlo, correría el riesgo de quedar atrapado en un conflicto que se vuelve “cada vez mas sectario”, opinó Kissinger.
Asimismo, comentó que al considerar la acción bélica, particularmente en Siria, Washington podría ser cuestionado, ya que mientras acelera la retirada de sus fuerzas de Irak y Afganistán, cómo justificaría un nuevo compromiso militar en esta misma zona, particularmente una intervención que enfrentaría retos similares.
¿Podría el nuevo enfoque, resolver los dilemas que polemizaron los esfuerzos anteriores en Irak o Afganistán? o ¿Solo agravaría la situación actual al perjudicar el prestigio y la moral de EE.UU. debido a los trastornos políticos internos, cuyo control escapa de las manos del Gobierno?, planteó el exsecretario de Estado estadounidense.
El Gobierno estadounidense ¿volvería a repetir la misma experiencia que tuvo con Talibán, que se convirtió en un problema de seguridad luego de que EE.UU. los armara para que luchen en contra de la antigua Unión Soviética?, agregó.
Los comentarios de Kissinger se producen luego de que el ministro de Defensa estadounidense, Leon Panetta, afirmara el pasado jueves que una intervención militar de EE.UU. en Siria no es posible sin la autorización de la ONU.
Mientras tanto, EE.UU, en cooperación con Arabia Saudita y Catar, administra el envió de aprovisionamientos para la oposición armada de Siria y ha solicitado a estos dos Gobiernos satisfacer las necesidades armamenticos de los grupos que tratan de derrocar el gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad, de modo que, actualmente, los grupos rebeldes cuentan con grandes cantidades de armamentos, incluidos cohetes antitanques.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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