Por la vocación tecnológica de su presidente, Francisco González, BBVA esta cada vez innovando nuevos canales de comunicación con sus clientes. Hasta el punto de que a través de Internet la entidad ya ofrece ponerte en contacto con un gestor personal que te asesora de qué hacer con tu dinero en función de tu perfil de riesgo. No hace falta que vayas a la oficina, que esperes tu turno y que en ese momento esté el director, el cual muchas veces sabe menos que tú de determinadas cosas.
Pero, amigo, cuando se trata de gestionar los ahorros de un conocido, ya sea intelectual, deportista o político, BBVA tira de moqueta. Así fue recientemente, cuando el pasado 24 de mayo, Felipe González apareció por la sede operativa del segundo banco español, en la torre negra de Azca, en el Paseo de la Castellana de Madrid, muy cerca del Estadio Santiago Bernabéu.
El expresidente del Gobierno socialista, el que más tiempo ha estado en Moncloa desde que se instauró la democracia en España, subió a la planta 24 del edificio, la zona noble de BBVA, donde se suelen reunir habitualmente el consejero delegado, Ángel Cano, o el propio Francisco González. Pero ese día ninguno de los dos le recibió. Cano tenía visita en una sala de la misma planta y FG estaba de viaje.
Por tanto, ¿a quién fue a ver el ex líder del PSOE? Pues a su gestor personal, al que le mueve su dinero, ganado a pulso, se supone, durante su estancia en la cúpula del poder y en su posterior etapa de conferenciante y lobista. Su patrimonio debe ser generoso en ceros en la cuenta corriente porque, de lo contrario, BBVA se hubiera comunicado con él a través de Internet o teléfono, como hace con los clientes más de a pié.
No es de extrañar. Felipe González ha visto como su renta ha crecido en estos tiempos de crisis, especialmente desde que a finales de 2010 se convirtió en consejero de Gas Natural por su conocimiento del mercado latinoamericano. En especial, el mexicano, donde mantiene una excelente relación con Carlos Slim, uno de los dos hombres más ricos del mundo. Además, en el último año ha lanzado su propia firma de capital riesgo.
Todo un hombre de negocios, recibido con honores en BBVA, un banco cuyo presidente, el otro González, está muy vinculado a Mariano Rajoy y a Luis de Guindos. Como ven, el dinero no entiende de colores.
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