Etiquetas

domingo, 29 de abril de 2012

RELATOS OBREROS: LA LINEA DE VIDA



Zarzuelo Cabañas
(En una abarrotada oficina de desempleo)
Parado 1 – Buenos días
Parado 2 – Buenos días
Parado 1 – ¿Hoy hay más gente que nunca?
Parado 2 – Normal. Cada día somos más
Parado 1 – ¡Y cada día venimos antes!
Parado 2 – Pero aun así no hay trabajo.
Parado 1 – Pero en caso de haberlo, hoy te lo darán a ti antes que a mí.
Parado 2 – Lo que debería ser es que hubiese para ti, para mí y para todos los que están aquí.
Parado 1 – Pero ellos dicen que el problema es que somos unos vagos que no queremos trabajar.
Parado 2 – Bajo sus condiciones esclavas.
Parado 1 – Hace tiempo que somos peores que esclavos.
Parado 2 – Serán cabrones.
(un silencio)
Parado 1 – Hace unos años era distinto
Parado 2 – En este puto país siempre ha habido paro
Parado 1 – Sí, pero la gente sabía que era por culpa de la avaricia de los patronos.
Parado 2 – Es cierto.
Parado 1 – Pero ahora todos te desprecian, incluso tus antiguos compañeros te miran como si la culpa fuese tuya, como si fueses tú el que no quisiese trabajar.
Parado 2 – Había aun cierta conciencia de clase, ¿pero hoy?
Parado 1 – Hoy somos una lacra, somos, nosotros, todos los que estamos aquí, los culpables de no querer trabajar y por nuestra culpa vienen todos los problemas.
Parado 2 – ¡Es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades!
Parado 1 – Hay que joderse.
(un silencio)
Parado 1 – Yo era ebanista en Alicante.
Parado 2 – Yo albañil en Tenerife.
Parado 1 -  En estos años habré ganado unos dos mil euros al mes, ¿eso es mucho dinero? Bien sé que muchos compañeros han ganado muchísimo más pero trabajando alrededor de 14 horas de media de lunes a sábado. ¿Y ahora como están? Endeudados hasta las cejas. ¿Por qué? Desde todos los medios se indicaba que éramos un país rico y que el trabajador lo que debía hacer, era su obligación, era comprarse una casa, a pesar de que todo el mundo sabía que estaba sobre valorada. ¿Y de quién es la culpa ahora? Nuestra,                    que somos unos vagos y unos derrochadores.
Parado 2 – Siempre la misma cantinela.
Parado 1 – Pero ahora nos la hemos creído.
Parado 2 – ¡Maldita sea!
(un silencio)
Parado 2 – ¿Un cigarrillo? Aun tenemos muchos por delante.
Parado 1 – Gracias.
Parado 2 – ¿Ves? La gente prefiere caminar por la otra acera, aunque de reojo no puede dejar de mirarnos.
Parado 1 – Como una premonición.
Parado 2 – O cómo una peste.
Parado 1 – A caso no es lo mismo. Somos su futuro y su presente. Las condiciones en las que   trabaja es a causa de nuestra existencia y las acepta para no ser el día de mañana uno de nosotros.
Parado 2 – Ahora poder trabajar se considera una suerte.
Parado 1 – O un privilegio.
Parado 2 – Serán hijo putas.
(un silencio)
Parado 1 – Mira – dice señalando su mano izquierda al que le falta el corazón y el  anular – En mi último curro “me los corté”, así me dijo el jefe, “el chico se cortó dos dedos”, ¡Joder, digo yo que fue la puta ingletadora las que me seccionó los dedos y no yo!”, le dije tras  tanta tabarra y haciéndose el remolón con la baja.
Parado 2 – Será cabrón.
Parado 1 – Y me responde “Ya, pero hay que estar más atento y concentrado a lo que se hace”
Parado 2 – Será hijo puta.
Parado 1 – Joder, otro compañero y yo hacíamos el trabajo de cinco por apenas mil euros, íbamos a un ritmo de la hostia y sabíamos que cualquier día nos iba pasar, pero lo que más me   jodió es que dijese que fue por culpa de mi falta de atención.
Parado 2 – “Obrero despedido, patrón colgado”
(un silencio)
Parado 2 – Yo me caí desde un tercer piso, “por suerte” según dijo el médico, solo me rompí tres   vertebras y la tibia y peroné de la pierna derecha – se sube el pantalón y enseña la larga cicatriz. Una “suerte” de un año y medio de baja.
Parado 1 – Y tras ello despedido
Parado 2 – Y denunciado.
Parado 1 – No me jodas.
Parado 2 – A mi sí que me jodieron pero bien los muy cabrones. Dijeron que la culpa había sido mía  por no llevar arnés.
Parado 1 – Y lo llevabas.
Parado 2 – No.
(dan una profunda calada en silencio)
Parado 2 – Un compañero explicó al juez como minutos antes me habían advertido que debía  colocarme el arnés y yo por mi parte les había respondido, “Qué era una tontería”.
Parado 1 – Y era mentira
Parado 2 – No, no, era verdad. Todos los días los compañeros me decían que me colocase el arnés y   yo les repetía que era una tontería, y de igual modo se lo dije al juez, “Es una tontería  colocarse el arnés si no existe una línea de vida a la que atarse”
Parado 1 – ¿No teníais línea de vida?
Parado 2 – Ni nada de nada. Arnés teníamos uno y se lo colocaba quién estaba en lo más alto ya   la vista para hacer el paripé.
Parado 1 – Qué cabrones.
Parado 2 – Para cabrones mis compañeros, que dijeron que sí había línea de vida, y tal hecho fue   comprobado ¡tres meses después de mi accidente!
Parado 1 – ¿Cómo fueron capaces?
Parado 2 – Eso mismo les pregunté yo, “¿Por qué cojones me habéis vendido?”

(Entran dos hombres en escena)
Albañil 1 – Nos amenazó con echarnos
Albañil 2 – Y ya sabes que mal están las cosas.
Parado 2 – ¡Joder, por casi me mato!
Albañil 1 – Pero gracias a dios no lo hiciste.
Parado 2 – ¿No hice el qué? A ver si ahora fui yo el que quería matarme y no el hecho de estar suelto a más de diez metros de altura.
Albañil 2 – No dudes de que si no hubieses salido, habríamos empapelado al patrón.
Parado 2 – Pero como no me maté, al que empapelan es a mí. ¡Hay que joderse!
Albañil 1 – Compréndelo.
Parado 2 – ¿Qué quieres que comprenda? ¿Que no voy a trabajar en la puta vida? ¿Qué a duras   penas pagamos la hipoteca? ¿Qué mi mujer trabaja más de diez horas por unos míseros       seiscientos euros? No me jodáis.
Albañil 2 – Nuestra situación es la misma.
Parado 2 – No es la misma, no te equivoques. ¿Cuándo te quiso despedir tras la huelga general,                         quién trajo a los sindicatos a hablar con el capataz?
Albañil 1 – Pero fuiste tú el que nos diste la tabarra con la necesidad de hacer huelga.
Parado 2 – ¡Ah! ¿La culpa fue mía? ¿Se me olvidaba que yo había hecho la puta reforma laboral?
Albañil 2 – Nosotros no queríamos.
Parado 2 – Vosotros no queréis nada, os da todo igual, salvo el fútbol. Pero vendéis a un compañero.
Albañil 1 – No tardarás en encontrar trabajo. De todos modos lo mas importante es que te    recuperes, tras ello haremos todo lo posible para buscarte uno.
Parado 2 – Estáis equivocados. ¿Lo más importante es que me recupere? ¿Para qué? Ya nunca más  voy a poder subir a un andamio. ¡Joder, es que no os dais cuenta! ¿Haremos todo lo   posible? ¿Pero qué habéis hecho hasta ahora? Mentir y venderme.
Albañil 1 – Nos amenazó con no trabajar nunca jamas en la construcción.
Parado 2 – A cambió de que no lo haga yo.
Albañil 2 – Sabes que mi mujer no consigue trabajo y acabamos de tener gemelos.
Albañil 1 – Yo además de la furgoneta he de pagar el máster de mis hijos.
Parado 2 – Sois unos cobardes y unos egoístas. Cualquiera podría escupiros a la cara. Yo le daría la    mano y diría “Has hecho bien”
Albañil 1 – No estás siendo justo.
Albañil 2 – La culpa es del capataz que es un hijo de puta.
Parado 2 – ¿Y vosotros?
Albañil 1 – No compares
(Entra un hombre en escena)
Parado 2 – ¿Por qué me denunció?
Capataz – No tenía más remedio, sino lo hubieses hecho tú.
Parado 2 – Cierto. ¿Pero por qué no teníamos línea de vida?
Capataz – Está comprobado que se pierde tiempo y el tiempo es dinero.
Parado 2 – Por culpa de ese dinero casi pierdo la vida.
Capataz – Por suerte saliste vivo.
Parado 2 – ¿Por suerte? Hay que joderse, todo en esta vida es ya por suerte.
Capataz – Así es la vida, unos tienen suerte y otros no.
Parado 2 – Yo de ser un mullido en el paro y tú de estar trabajando de capataz.
Capataz – ¡Eh! Qué no eres el único que se cae. Mira – enseña una larga cicatriz del brazo izquierdo y otra de la pierna izquierda – Son gajes del oficio.
Parado 2 – Son responsabilidades del patrón.
Capataz – ¿De qué patrón? ¿Quién es el patrón? Yo soy como tú, es el jefe el que me dice lo que he    de hacer. ¿Olvidas que demandé una línea de vida y mas arneses a cambio de que trabajaseis una hora más?
Parado 2 – Gratis.
Capataz – La que perdéis colocando el arnés, enganchando el mosquetón y demás historias. ¡Joder,   que estamos haciendo una mierda de casa, no subiendo al Everest!
Parado 2 – Pero de igual modo se puede uno caer y perder la vida.
Capataz – Joder, ya lo sé. Yo me limito a acatar las órdenes dadas, no puedo obligar al jefe a que  ponga la línea de vida.
Parado 2 – Gratis.
Capataz – ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué el jefe es un hijo de la gran puta? Mas que yo no lo sabe             nadie.
Parado 2 – ¿Por qué no lo denunciaste?
Capataz – ¿Cómo poder hacerlo?
Parado 2 – La ley está de nuestra parte.
Capataz – Pero el trabajo de la suya y yo tengo niños pequeños y una casa que pagar. ¿Entiéndelo?
Parado 2 – Yo solo entiendo que por el hecho de no existir una mísera linea de vida por casi me    muero. Y al no hacerlo he sido denunciado y me he quedado sin empleo.
Capataz – Yo soy un mandao, si yo denunció, habrá otro en mi lugar que no denuncie.
Parado 2 – Y si yo me mato, habrá otro en mi lugar.
Capataz – Así es la vida.
Parado 2 – No, así no es la vida.
Capataz – Pero no hay otra.
Parado 2 – Sí, si que hay otra, aquella en la que el obrero sea libre, aquella en la que no esté forzado a ser una simple mercancía, aquella  en la que ¡cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!

(un silencio. Aparece en escena un hombre)

Parado 2 – ¿Por qué nos obligabas a trabajar en esas míseras condiciones?
El Jefe – Hasta ahora no habíais protestado.
Parado 2 – Hemos protestado siempre.
El Jefe – ¿Quién eres?
Parado 2 – Soy el albañil que por casi pierda la vida al caerse desde una altura de diez metros al no  existir una línea de vida a la que sujetarse al negarnos a trabajar una hora de más gratis.
El Jefe – Me alegro de que aun este vivo.
Parado 2 – Pero sin trabajo.
El Jefe – Lo más importante es la salud.
Parado 2 – ¿Más qué el dinero?
(un silencio)
El Jefe – ¿Por qué lo preguntas?
Parado 2 – El capataz me ha dicho que no pusiste la línea de vida porque con ella se perdía tiempo.
El Jefe – ¿Y no es verdad?
Parado 2 – Y el tiempo es dinero.
El Jefe – Es cierto
Parado 2 – Y por ello por casi me mato.
El Jefe – Cometimos un error que no volverá a ocurrir. Ahora ya existe línea de vida.
Parado 2 – ¿Ahora ya no es caro?
El Jefe – Ahora recibimos una subvención del gobierno.
Parado 2 – ¿Y si no la recibiese?
(un silencio)
Parado 2 – ¿Por qué tanta codicia?
El Jefe – ¿Codicia? Sois tan ingenuos los obreros, os creéis que vivimos como unos marajás y  ¡no tenéis ni puta idea de lo que es la vida! ¿Vosotros que hacéis? Un simple trabajo por lo que recibís el correspondiente salario ¿y qué más? Yo he de comprar el resto de  mercancías, la materia prima, las herramientas, las cuales cada vez son más caras. A su vez   he de conseguir que los trabajadores realicen su trabajo a un ritmo adecuado a los tiempos         que corren, a los tiempos de la competencia, y cada vez pedís más dinero y mayores  medidas de seguridad. Y finalmente debo vender las casas, lo cual cada vez es más difícil.    Si falló en alguno de estos pasos, que vosotros ignoráis por completo, me echan a la calle.   ¿A caso tú te crees que no debo responder ante los propietarios de la compañía? Tengo las      manos atadas, por un lado y por otro.
Parado 2 – ¿Te crees esa mentira?
El Jefe – ¿Qué mentira?
Parado 2 – El que genera la ganancia es el obrero.
El Jefe – ¿Cómo?
Parado 2 – Somos los únicos que costamos menos que lo que generamos.
(un silencio)
El Jefe – No voy a discutir ahora contigo el lugar donde se crean los beneficios: los materiales, el  trabajador, la especulación, etc. ¿pero no pretenderás que no haya ganancia?
Parado 2 – ¿Y la ganancia reside en no cumplir las medidas de seguridad?
El Jefe – La ganancia reside en todo.
Parado 2 – ¿Hasta el punto de que ello ocasione la muerte de una persona?
El Jefe – Nadie quiere la muerte de una persona, pero los números hablan.
Parado 2 – ¿Y qué dicen?
El Jefe – Qué la linea de vida hacia perder tiempo y dinero, y en los momentos que corren, no nos  podemos permitir ni lo uno ni lo otro.
Parado 2 – Pero si la vida de un hombre.
El Jefe – ¿Pero tú quién te crees para hablarme con tanta insolencia?
Parado 2 – Un parado más que por casi se muere a causa de unos compañeros cobardes, un capataz  miserable y un jefe codicioso.
El Jefe  – Veo que vuelves a llamarme codicioso, lo cual indica lo equivocado que estáis. ¿A caso  crees que no tengo deudas? Tengo mujer, hijos e hipoteca.
Parado 2 – ¿Sabéis lo que os digo?
Albañil 1 – ¿Qué?
Albañil 2 – ¿Qué
Capataz – ¿Qué?
El Jefe – ¿Qué?
Parado 2 – Que se mueran vuestras mujeres y vuestros hijos. Parece que en estos tiempos tener  familia e hipoteca puede ser disculpa de todos vuestras mentiras, engaños y crímenes.    ¡Cobardes, miserables y codiciosos es lo que sois!
(un silencio)
Parado 1 – Nuestro mundo es un mundo de mierda
Parada 2 – De mierda creada
Parado 1 – Pero necesitada.
Parado 2 – Somos su abono.
Parado 1 – Se ha perdido humanidad.
Parado 2 – Mas bien dignidad, nunca hasta ahora la mierda estaba tan resignada de ser llamada mierda.
Parado 1 – Pero nosotros no tenemos la culpa de existir, de crecer cada año un millón más.
Parado 2 – Es una buena idea para empezar a cambiar, “No tenemos la culpa de nuestra existencia”
Parado 1 – No somos mierda, nos han hecho mierda.
Parado 2 – Cómo prosigas por ese camino, llegarás a la cárcel.
Parado 1 – Ya es hora de perder el miedo a ser encerrado
Parado 2 – Y a decir lo que pensamos.
Parado 1 – Ha llegado el momento de decir la verdad
Parado 2 – Y actuar en consecuencia.
Parado 1 – Sin miedo
Parado 2 – Sin miedo a nada
Parado 1 – ¿Ni a perder la vida?
Parado 2 – Mejor morir luchando que trabajando
Parado 1 – ¿Dignidad o resignación?
Parado 2 – ¿Coherencia o reformismo?
(Se oye decir un número a lo largo de la cola. Entran y preguntan)
Parado 2 – Es mi número
Parado 1 – Que haya suerte entonces
Parado 2 – Esa palabra no existe para nosotros.
Parada 1 – ¿Y cuál existe para nosotros?
Parado 2 – Siempre me gustó la palabra: camarada
Parado 1 – A mí: fraternidad
Parado 2 – Cuando terminemos con esto deberíamos hablar afuera.
Parado 1 – Nada deseo más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario