“La República Islámica de Irán salvaguardará los derechos de la nación persa a nivel regional e internacional y no consentirá agresión alguna contra su suelo”, ha asegurado hoy el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani.
El alto legislador iraní apunta que las potencias occidentales que se han visto perjudicadas por la ola del Despertar Islámico en la región (Oriente Medio y norte de África) buscan resarcirse provocando discrepancias por asuntos baladíes entre Irán y los Estados de la zona.
“Nadie se replantea, en realidad, el nombre del Golfo Pérsico, pues el Golfo Pérsico y sus islas forman parte de la historia de Irán y existe numerosa documentación al respecto” ha señalado Lariyani.
El pasado 11 de abril, tras la visita del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a la isla de Abu Musa, en el sur de Irán, ubicada en el Golfo Pérsico, el canciller de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdullah bin Zayed al Nahyan, calificó el viaje del mandatario persa a la isla como de una “violación de la soberanía de los EAU”.
Posteriormente, el Departamento de Estado de EE.UU. también criticó el viaje del presidente iraní a la isla iraní.
La Cancillería iraní rechazó las declaraciones de las autoridades estadounidenses, como "una injerencia en sus asuntos internos", pues la isla de Abu Musa es "una parte inseparable del sagrado suelo de la República Islámica de Irán".
Continuando con la campaña antiraní, algunos países occidentales, EE.UU. a la cabeza, poniendo en entredicho incluso la soberanía de las tres islas del sur de Irán: Abu Musa, Tomb Mayor, Tomb Menor, y el cambio del nombre del Golfo Pérsico, buscan fomentar las tensiones entre Irán y sus vecinos árabes.
No obstante, las tres islas del Golfo Pérsico pertenecen y han pertenecido a Irán, y existe un amplia documentación, y de gran antigüedad, en ese sentido; y el resto, ganas de crear polémica.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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