Esperanza Aguirre es un monstruo
político que lo mismo se te planta en un mercado de barrio que te habla
de “las técnicas de propaganda de Willy Münzenberg y Joseph Goebbels”
aplicadas a Podemos. La presidenta del PP de Madrid hoy ha atendido la
llamada de Espejo Público para seguir su campaña contra Pablo Iglesias y acusarle de usar los métodos de la propaganda nazi.
Sin problemas para mentir, Aguirre ha
llegado a asegurar que el líder de Podemos “mandó expulsar” al camarero
del Prado durante su desayuno informativo “porque no le
gustaban las cosas que le estaba preguntando sobre Venezuela” y ha
echado mano de informaciones confusas de la prensa de la derecha para
acusar a Iglesias de opacidad.
Aguirre vs. Goebbels
Y una vez más, Aguirre acusó a los dirigentes de Podemos de aplicar las “técnicas de propaganda”, aunque esta vez se cuidó de no mencionar a los nazis. Sin embargo, ¿qué pasaría si aplicamos a la dirigente del PP la comparativa con los principios de Goebbels? Para ello, basta ver la entrevista, de apenas cinco minutos, en Antena 3.
Principio de enemigo único: Ésta
es sencilla, porque individualizar al enemigo Aguirre sabe hacerlo más
que bien. Unas veces toca Zapatero, otras el PSOE y ahora es el turno de
“Don Pablo Iglesias”.
Principio de la exageración: Convertir
cualquier anécdota en una amenaza. ¿Que Herrira se reúne, entre otros
muchos políticos, con el líder de Podemos? Pues “Pablo Iglesias estaba
con los presos de ETA”.
Principio de la vulgarización: Que hasta la persona menos inteligente lo entienda: “Creo
que hay que explicar que las doctrinas que defiende el populismo, en
este caso el comunismo, no han traído más que miseria, dolor y han
oprimido a millones de personas”.
Principio de orquestación: Repetir
una mentira hasta que parezca verdad. Ya sea insistir en que Iglesias
está “con el régimen castrista”, “quiere imponer el comunismo” o
“justifica la violencia de ETA”.
Principio de renovación: Cambiar
las acusaciones cada poco tiempo para que al adversario no le dé tiempo
a responder. Esta semana, Aguirre le acusa de usar “técnicas de
propaganda”, la pasada, le vinculaba con ETA, y la anterior se
preguntaba si la metería en la cárcel si instaura la República.
Principio de la verosimilitud: Construir
argumentos con fuentes confusas o fragmentadas. Es lo que hace Aguirre
al final de la entrevista, cuando dice que ha leído “en un periódico”
que Iglesias no declaró en el Europarlamento sus ingresos por las
tertulias. Después habla de “El Confidencial”,cuando la información la publica El Semanal Digital, y omite que Iglesias donó ese dinero al programa que presenta, La Tuerka. Y por último, alega que ella habla de “hechos” que han publicado “un día El País, otro El Mundo”.
Principio de la silenciación: Esto es, acallar lo que favorece al rival. Cuando a Aguirre le preguntan si condena las amenazas a Pablo Iglesias en Twitter,
ella evita responder y comienza a hablar del camarero del Prado,
inventándose que Iglesias le echó de su conferencia, cuando fue la
seguridad del Ritz quien le desalojó por el espectáculo que estaba
dando.
Principio de la transfusión: Apelar
a un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Tras cuarenta años
de dictadura, la palabra comunista no es muy bien recibida en España, y
Aguirre lo sabe: “Eso que llaman socialismo real, porque llamarlo
comunismo no gusta, ya se ha aplicado en la Unión Soviética, en todos
los países de su órbita, en Corea del Norte, en Cuba…”.
Principio de la unanimidad: Convencer
a la gente que todo el mundo piensa de igual manera. “¿Que ahora está
contra ETA? Pues bienvenido a lo que pensamos todos los españoles de
bien, pero que lo diga con claridad”.
Marcos Paradinas
El Plu
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