Ellos se financian con aportaciones de históricos franquistas, de
familias que vivieron bajo la protección del dictador, como Blas Piñar y
su amplio entorno. Abogados, profesionales liberales, empresarios
nostálgicos, militares. Luego las cuotas de la militancia pero estas son
escasas.
El periodista y escritor
Joan Cantarero viajó ayer a Zaragoza para participar en las
sextas jornadas Noviembre Antifaixista
donde impartió la interesantísima charla “Fascistas de hoy: Quiénes
son, cómo se organizan y qué objetivos tienen”. Ante una sala llena,
Cantarero ofreció un amplio y completo análisis durante cerca de dos
horas de la extrema derecha europea y española.
Unas horas antes de la charla, AraInfo
tuvo la oportunidad de charlar largo y tendido con el periodista.
Cantarero, director de la agencia de investigación AIP y colaborador
habitual de Interviú y de esta
achencia de noticias,
alerta de la “falta de escrúpulos” de la extrema derecha “para
movilizar a una sociedad que vive en la desesperación generada por la
crisis”. Para el autor del libro ‘La huella de la bota’, conocer quiénes
son y quién está detras de ellos “es imprescindible para entender el
aumento de la violencia xenófoba y ultra en los últimos tiempos, así
como para poner cara a quienes lideran el movimiento neonazi español,
sus vinculaciones internacionales, su formación, sus organizaciones, sus
estructuras, sus relaciones y, especialmente, sus planes de futuro a
medio y largo plazo”.

ARAINFO.- Quizás el acto
fascista más mediático fue la irrupción de grupos ultraderechistas en un
acto de la Diada en Madrid, cuyas imágenes corrieron por todas las
cadenas e informativos. Tras eso, la recién autodenominada plataforma La
España En Marcha anunció su participación en una manifestación en
contra de la independencia de Catalunya el pasado 12 de octubre. Pero en
la marcha, según los medios, participaron solamente unos 300
ultraderechistas, según decían venidos de todo el estado. ¿Se dan las
condiciones para afirmar que estamos ante un peligroso auge del
fascismo?
Joan Cantarero.- El
fascismo siempre es un peligro. Dicho esto no hemos de confundir su
número en según qué manifestaciones y dónde con su influencia y
capacidad de manipulación en la sociedad, especialmente cuando esta vive
angustiada por un crisis provocada por la oligarquía financiera y que
la ultra –siempre tan manipuladora- atribuye a la democracia. No hay que
olvidar que su objetivo es liquidar el sistema democrático y para ello
no dudan en emplear todas las herramientas y oportunidades que les
brinda el sistema democrático apelando constantemente a su mal entendida
libertad de expresión.
A.- ¿Dónde está el verdadero peligro?
JC.- El verdadero
peligro de la ultraderecha está en su falta de escrúpulos para movilizar
a una sociedad que vive en la desesperación generada por la crisis. Una
sociedad que en su angustia real necesita respuestas para poder
comprender cómo ha llegado a esta situación. La habilidad de estas
organizaciones es tal que elaboran un argumentario con explicaciones
falsas pero a primera vista creíbles, que se usa en toda Europa. Es
decir, los fascistas culpan a la inmigración de arrebatar los puestos de
trabajo y saturar los recursos sociales y hacen creer con bastante
facilidad que con la expulsión y el cierre de fronteras este país y el
resto de la UE mejorará. Asimismo añaden que son los gobiernos nacidos
de la democracia los culpables del problema. Esto es respuestas
sencillas a problemas complejos.
Pero no hemos de olvidar que si la
población más perjudicada compra los discursos de la extrema derecha es
porque la izquierda se está distanciando de la sociedad. Aquellos
tiempos de cercanía, de encuentros, de cenas de sobaquillo, de reuniones
con los vecinos, aquello ya no se hace, salvo excepciones y salvo en
Marinaleda. Cuando un pueblo está informado y se le ofrecen alternativas
no se deja caer en los brazos embaucadores de la ultraderecha.
A.- Estamos viendo como intentan
acudir a manifestaciones sobre la educación, la sanidad, los
desahucios… ¿buscan ganarse a la sociedad para llegar a sus objetivos o
buscan el descrédito de la izquierda que los expulsa?
JC.- Ellos buscan el
conflicto para llevar a la sociedad un discurso de victimismo,
argumentando que la democracia no es igual para todos. Hay mucha gente
en este país que concede el derecho de libertad de expresión a aquellos
que justifican el asesinato, hacen apología del nazismo, niegan el
holocausto o aplauden que miles de personas subsaharianas mueran
ahogadas al intentar cruzar el estrecho o el Mediterráneo o que utilicen
cuchillas en los muros fronterizos para que la desesperación del tercer
mundo no destruya nuestro way of live.
A.- Convocan manifestaciones y
concentraciones, como aquí en Zaragoza, y se amparan en la “libertad de
expresión”, y gracias a eso algunas instituciones, organizaciones y
colectivos “dudan” en solicitar su prohibición o confrontación directa.
¿Qué crees tú al respecto?
JC.- Es lo que decía
antes. No puede haber libertad de expresión para quienes justifican y
hacen apología del asesinato de Guillem Agulló, de Carlos Palomino, de
Aitor Zabaleta, de Clément Méric, de Pavlos Fyssas, conocido como
Killah P, o de quienes dejaron tetrapléjico a Miwa Buene y tantos otros.
Porque en otros casos la justicia es implacable, pero en estos ya
vemos. El líder de Alianza Nacional pide ejecutar al Rey, al príncipe y
los políticos que hicieron la Transición. Si esto lo dice un abertzale
de Iruña ya lo habrían crucificado.
A.- La eterna duda. ¿Es
conveniente denunciar cada uno de los actos convocados por grupos
fascistas? o ¿con eso se les está dando más visibilidad?
JC.- Como decía antes
el victimismo les viene bien. Por eso la mayoría de veces ellos convocan
manifestaciones para generar la reacción de sus enemigos naturales. Con
ello consiguen que el conflicto y las correspondientes cargas
policiales tengan más relevancia en los medios que el número real de
participantes en la manifestación. Yo no soy partidario de denunciar
todas sus manifestaciones, es conveniente que la sociedad vea cuantos
son en realidad y ese ya será para ellos mucho castigo. Otra cosa son
manifestaciones contra la inmigración, manifestaciones de apología del
nazismo y otras. Además existe la técnica que lleva a cabo la Fiscalía
de Delitos de Odio de Barcelona, sin duda la más activa, que consiste en
no prohibir los actos, pero si grabarlos, de tal manera que ponen en
marcha la acción judicial. Sería interesante que echarais un ojo al
artículo 510 y siguientes del código penal vigente –que se mejorará
notablemente con la reforma Gallardón (lo único positivo de esta
reforma)- donde hay materia penal suficiente para criminalizar muchas
manifestaciones ultras.
A.- ¿Y qué piensas de las
típicas afirmaciones de “los extremos se tocan”, “los extremos siempre
son malos” o “son igual de malos los de un lado que los de otro”?
JC.- Y el café en
grandes dosis produce taquicardias. Es lo de siempre, porque a ello hay
que añadirle la coletilla habitual de quien dice esto de “yo soy
apolítico”. Hay cosas con las que no se puede estar a medias tintas. Yo
soy un radical antirracista. No acepto que se insulte ni agreda a nadie
por su origen racial y no soporto a esos “puros arios españoles” que no
se han enterado aún que los habitantes de la península ibérica somos una
mezcla de moros y judíos mezclados con los cristianos, incluidos ellos.
En cualquier caso el radicalismo porque
si tampoco es saludable. Hemos de ser críticos con la situación y
adaptarnos a los tiempos y a las necesidades sociales. Radicales con la
injusticia social, pero no tiene ningún sentido desde mi punto de visto
aplaudir a un régimen que no es comunista que es tiránico como Corea del
Norte con un líder por elección dinástica absolutamente esquizofrénico
que tiene sometido a su pueblo y al que obliga incluso a elegir
literalmente su corte de pelo. Tipos como este son tan despreciables
como Pinochet. En resumen, hemos de ser absolutamente radicales con todo
aquello que contribuya a la infelicidad del ser humano y que vaya en
detrimento de su libertad y libre albedrío. Hemos de ser inteligentes y
analizar bien las cosas antes de tomar decisiones, buscando siempre lo
más favorable a la ciudadanía sea cual sea su origen, y ser igual de
radicales contra aquellos que buscan el sufrimiento de las personas para
su propio beneficio.
A.- Dentro del amplio abanico de
siglas ultraderechistas, ¿cuál podríamos considerar más violenta, cuál
más capaz de alcanzar poder?
JC.- Llegados a este
punto es importante establecer una división entre la ultra. Un 7% más o
menos de los votantes del PP son de ultraderecha o derecha extrema.
Fuera del PP hay un 2% más o menos de ultraderecha y neonazis,
incluyendo aquí a los llamados NR, autodenominados nacional
revolucionarios, los verdaderamente peligrosos y que cuando entran en
prisión son incluidos entre los FIES, el Fichero de Presos de Especial
Seguimiento.
Pero volviendo al tema la posibilidad
real de que la ultraderecha alcance el poder por vía democrática es en
estos momentos imposible. Lo que sí es posible –como ya está sucediendo-
es que las políticas racistas, xenófobas e islamófobas de la
ultraderecha sean adoptadas por organizaciones como Convergència i Unió o
el propio Partido Popular. Basta ver algunos ayuntamientos de Catalunya
que para intentar restar fuerza a la Plataforma de Anglada no dudan en
comprar su discurso, como en Badalona y otras poblaciones.
La ultra sabe que por la vía democrática
solo podrán influir pero no gobernar, por eso desde la enésima alianza
ultra la llamada La España en Marcha –que se está convirtiendo poco a
poco en un panal con tantos zánganos como abejas reina- por eso llama a
la ciudadanía no a afiliarse sino a alistarse, un término militar con
todas las connotaciones imaginables. Su intención es generar masas de
estilo paramilitar como en Grecia o Hungría, pero de momento no marcha
bien la cosa. España 2000 está ajena a este asunto y su líder está más
ilusionado con pillar escaño autonómico o nacional que en generar
conflictos, aunque para ello está captando al lumpen más descolgado.
A.- Normalmente los colectivos
antifascistas organizan actos de financiación para poder sufragar gastos
variados. ¿Cómo se financian la mayoría de grupos y partidos de
ultraderecha?
JC.- Ellos se financian
con aportaciones de históricos franquistas, de familias que vivieron
bajo la protección del dictador, como Blas Piñar y su amplio entorno.
Abogados, profesionales liberales, empresarios nostálgicos, militares.
Luego las cuotas de la militancia pero estas son escasas. Una fuente
importante es el merchandising ultra. Camisetas, gorras, sudaderas,
chapitas y demás polladas que llaman la atención, utilizando para ello
tanto tiendas convencionales como tiendas electrónicas, las más activas.
Aquí se incluye también la música RAC y algunas marcas conocidas.
A.- Como conocedor de los
fenómenos de auge del fascismo en Europa, ¿crees posible un crecimiento
electoral que coloque a los fascistas en el parlamento al mismo nivel
que en algunos países europeos?
JC.- Como te decía
antes sinceramente no lo creo. Es posible que entren en algunos
ayuntamientos y están llevando a cabo maniobras de empadronamiento
masivo en determinados municipios para intentar lograr alcaldías en
pequeños municipios, como principio de acción, encaminado a financiarse o
tener presencia mediática. De todos modos organizaciones como el MSR,
aliado del partido ultra europeo formado en el Parlamento de Estrasburgo
junto a FN, Jobbik, y otros recibe ciertas sumas periódicamente para su
funcionamiento.
A.- Mucha gente
en la calle, antifascistas, declarados o no, teorizan sobre el auge del
fascismo, pero no encuentran la clave para derrotarlo de una vez por
todas. Algunos militan activamente en la lucha, otros dan su apoyo,
otros andan perdidos en otras batallas… ¿qué crees que se debería hacer
para derrotar al fascismo?
JC.- El fascismo no
será fácil de derrotar si la crisis persiste y el sistema se empeña en
tener una población analfabeta. Para acabar con el fascismo o al menos
dejarlo como un hecho residual hay que conseguir que los más
necesitados, que las clases populares accedan a la cultura y a la
formación; que tengan acceso a la sanidad para dejar de sufrir y que se
combata el despido libre como reclaman los insaciables empresarios de la
CEOE, que más que trabajadores pretenden esclavos. Decía Unamuno –que
se refería a los carlistas, los fascistas de su época- que el fascismo
se combate leyendo y el racismo viajando. Pero si un pueblo no tiene
acceso a la cultura, a la universidad y apenas tiene dinero para
subsistir el fascismo y el racismo crecerán.
A.- Joan, en tu carrera te hemos
visto hablar de multitud de cosas, siempre haciendo buen periodismo y
denuncia sincera y de calidad. No obstante, ¿qué retos profesionales te
planteas? ¿Cuál es la espinita que tienes clavada y necesitas sacarte?
JC.- Tengo muchas y
estoy trabajando en ellas. Para que entendáis cómo trabajamos en la
agencia que dirijo os recomiendo dos libros “Cabeza de Turco” y “El
Periodista Indeseable”, del maestro de periodistas Günter Wallraff.
Técnicas que han complementado mis estudios universitarios en ciencias
de la comunicación y criminología. Otra pista. Yo fui compañero de lucha
estudiantil de Yolanda González como miembro de la Coordinadora de
Estudiantes de València EM. A ella dos ultras la asesinaron en Madrid el
1 de febrero de 1980. En eso estamos
A.- Esta pregunta quizás te
lleve más rato… si tuvieras una varita mágica y pudieses pedir que algo
cambiase (en dimensiones políticas, sociales, etc.), y no pudieses
elegir nada relacionado con el fascismo… ¿qué sería?
JC.- Pediría salud para
seguir en la brega y que en ese magnífico mundo imaginario de
convivencia y respeto lo pudiéramos disfrutar y proteger.
A.- Por último, Joan, por tu
experiencia estamos seguros de que has vivido muchísimas anécdotas. ¿Nos
pueden contar una, relacionada con el fascismo, y que nos dibuje una
sonrisa en la cara?
Tengo muchas pero recomiendo una que
cité en mi último libro “La Huella de la Bota”. Ver último párrafo de la
página 38 y continuación en la 39. Allí se cuenta como gracias a los
ultras me hice un fanático del punk rock y especialmente de Lou Reed.
http://arainfo.org/2013/11/cantarero-el-fascismo-no-sera-facil-de-derrotar-si-el-sistema-se-empena-en-tener-una-poblacion-analfabeta/