
Por
Arturo Inglott - Canarias-Semanal
Este lunes, 21 de octubre, Cañamero volvía a ser detenido por un
dispositivo de la Guardia Civil compuesto por dos coches patrulla y un
coche camuflado
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"Hay que tener claro que si luchas vas a recibir palos y vas a ser
reprimido. Si el sistema ataca es señal de que estamos en el buen
camino". Con esta claridad explicaba el secretario general del SAT,
Diego Cañamero, la esencia coercitiva y clasista del aparato estatal, en
una conferencia ofrecida en Las Palmas de G.C a finales del pasado
2012.
Radicalmente opuesto a los mensajes de la "izquierda"
institucional, que reproduce la ficción ideológica de una supuesta
"justicia imparcial" representada por los tribunales, Cañamero, junto al
alcalde de Marinaleda Juan Ramón Sánchez Gordillo y otros militantes
del combativo Sindicato Andaluz de Trabajadores, ejerce desde hace
tiempo la "insumisión judicial".
"Es un acto de desobediencia civil, una forma de protesta contra
la terrible persecución que sufre el SAT", explicaba el pasado mes de
julio, poco antes de ser detenido por negarse a presentarse ante el
magistrado que lo requería por la ocupación de Las Turquillas. "Somos el
sindicato más represaliado de Europa, a pesar de que nuestra lucha es
pacífica" -apostillaba
"Yo no voy a ir voluntariamente a ninguna parte - aseguró ante los
medios de comunicación - y cuando esté delante del juez no voy a
declarar nada". Y así lo hizo cuando, un día después, la Guardia Civil
lo detenía para ponerlo a disposición judicial.
En la tarde de este lunes, 21 de octubre, Cañamero volvía a ser
detenido por un dispositivo de la Guardia Civil compuesto por dos coches
patrulla y un coche camuflado con agentes de paisano, para ser llevado
ante el Juzgado número 4 de Utrera (Sevilla). En esta ocasión, el
"crimen" por el que se va juzgar al sindicalista tiene que ver con la
huelga promovida por el SAT en el servicio de limpieza de la localidad
sevillana de El Coronil. El juzgado investiga el presunto
“incumplimiento de los servicios mínimos de la huelga de basura y
posibles delitos por obstrucción a la autoridad, contra la salud pública
y contra los derechos de los trabajadores".
DENUNCIADO POR EL PARTIDO QUE GOBIERNA ANDALUCÍA CON IZQUIERDA UNIDA
Significativamente, el nuevo proceso contra Diego Cañamero tiene
su origen en una denuncia presentada por el grupo de Gobierno del
ayuntamiento de El Coronil, del que es alcalde Jerónimo Guerrero, del
Partido Socialista Obrero Español. Un dato que algunos podrían
intepretar como paradójico, dado que Cañamero es también militante de
la CUT-BAI. Una formación integrada en Izquierda Unida, que a su vez
forma parte del Gobierno de la Junta de Andalucía junto al propio PSOE.
La CUT-BAI, no obstante, se manifestó en su día en contra de este
pacto entre IU y el partido socioliberal, y mantiene en la actualidad la
misma posición contraria a esta línea oficial de la coalición que
lidera a nivel estatal Cayo Lara. "Nosotros no estamos por la unión con
la socialdemocracia, que representa el capitalismo puro y duro" -
aseguraba el propio Cañamero en Las Palmas.
Una vez más, los hechos han vuelto a dar la razón al sindicalista
andaluz, dejando meridianamente claro en qué lado de la trinchera se
sitúa cada cual, en una lucha donde la Justicia y la Ley se muestran
como enemigas irreconciliables y en la que los miembros del SAT vienen
demostrando una determinación digna de ser imitada.
"No vamos a parar. Del mismo modo que no pueden sujetar el viento,
el sol o la lluvia, no podrán parar la justa lucha de los pueblos
mediante la represión". Vamos a seguir luchando y si tenemos que pagar
este precio lo haremos, porque la justicia y la dignidad para nosotros
no tienen precio" - manifestaba Diego Cañamero el pasado verano.
"Lo importante - aclaraba meses antes en Gran Canaria el líder
aparcero- es que cada vez estemos arropados por más gente para poder
enfrentarnos a la represión".