AVN.- El reciente anuncio de Colombia de ingresar a la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) generó una alerta a
las naciones de América Latina y El Caribe, ante el largo historial
bélico y de crímenes de lesa humanidad que posee esta alianza militar
cuyo origen se remonta a la Guerra Fría.
“Esa brutal alianza militar se ha convertido en el más pérfido
instrumento de represión que ha conocido la historia de la humanidad”,
escribió el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en un artículo
titulado con el título “El Papel Genocida de la Otan”.
La Otan fue creada en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial, con
una agresiva participación durante la denominada Guerra Fría para
contrarrestar la expansión comunista y frenar la influencia
internacional de la Unión de Republicanas Socialistas Soviéticas (URSS) y
de Europa del Este (cuyo países quedaron dentro de la órbita
soviética).
Actualmente, la Otan cuenta con el mayor arsenal nuclear de la
historia, en vista de la desintegración de la URSS, y parece tener otro
objetivo estratégico: cercar a las potencias emergentes que hoy hacen
vida en la alianza Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), las
cuales promueven la transformación de las instituciones internacionales y
la creación de un nuevo sistema multipolar en el que las viejas
potencias occidentales tendrían que convivir en condiciones de igualdad,
respecto y diálogo con las nuevas potencias.
Un privilegio que, obviamente, no quieren ceder los Estados Unidos y sus aliados occidentales.
URSS como excusa
El Tratado de Bruselas, firmado en 1948 por Francia, Gran Bretaña y
lo países del Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) fue el
antecedente de esta organización y estaba destinado a cercar a la URSS.
Ese mismo año, el Congreso de Estados Unidos aprobó la resolución
Vandemberg, que permitía al Poder Ejecutivo consolidar alianzas
militares en tiempos de paz.
Un año después, en 1949, se firmó en Washington el Tratado del
Atlántico Norte o Alianza Atlántica, que conforma la unión política de
12 países, entre ellos Estados Unidos y Canadá. Y en 1950 se crea la
estructura militar denominada Organización del Tratado del Atlántico
Norte.
El tratado lo firmaron 12 países: EEUU, Canadá, Reino Unido, Francia,
Italia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo
y Portugal. Más adelante, en 1952, se unieron Grecia y Turquía. Tres
años después lo hizo Alemania y en 1982, España.
Empleo de la Fuerza Armada
Entre sus cláusulas, el acuerdo dejó establecido que en caso de una
agresión contra un Estado miembro, sus integrantes están comprometidos a
tomar las medidas necesarias, incluyendo la respuesta bélica, para
restablecer y asegurar la seguridad en la región del Atlántico Norte.
Para responder al cerco, los países de la URSS y los estados de Europa del Este firmaron el Pacto de Varsovia, en 1955.
Una vez desintegrada la URSS, la Otan pierde su sentido inicial; no
obstante, su expansión no se detiene. En marzo de 1999 ingresan a la
organización Hungría, Polonia y Repúblcia Checa. Y desde 2004 en
adelante se han unido Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia,
Lituania, Rumania, Croacia y Albania, es decir, las antiguas naciones
que formaron parte del antiguo Pacto de Varsovia.
El papel agresivo de la Otan también se intensifica. En 1996 esta
organización, sin permiso de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), realizó unilateralmente un criminal bombardeo sobre la extinta
Yugolavia.
Más tarde se le suma la intervención a Afganistán (2001), Irak (2003)
y Libia (2011), con saldo de cientos de miles de muertos y heridos,
incluyendo parte de sus tropas.
“La Otan asumió ese papel represivo global tan pronto la URSS, que
había servido a Estados Unidos de pretexto para crearla, dejó de
existir”, señala Fidel Castro en su artículo.
Amigos de la Otan
La Otan no se limita a tener un ámbito de actuación en sus países
miembros o en defensa ante presuntas agresiones a sus integrantes. La
organización también cuenta con países aliados fuera del Atlántico Norte
para garantizar objetivos estratégicos de control militar del planeta,
sobre todo de sus áreas geopolíticas más importantes.
En 1994 la Otan creó el Diálogo Mediterráneo, a través del cual se
suscribieron acuerdos de cooperación con Egipto, Israel, Mauritania,
Marruecos, Túnez, Jordania y Argelia. Lo que permitió el control sobre
el norte de África, rico en recursos energéticos y todo el Mar
Mediterráneo. Esta alianza evolucionó, en la práctica, hasta
materializar la intervención militar de Libia, en 2011.
En 2004, la organización firmó la Iniciativa de Cooperación de
Estambul con Catar y Emiratos Árabes Unidos. Luego se unieron otros
socios del Golfo como Bahréin y Kuwait; posteriormente lo hicieron
Arabia Saudita y Omán. Esta alianza permite a la Otan reforzar su
acorralamiento a Irán y reforzar la presencia militar en el Golfo
Pérsico. Irán, de hecho, ya fue cercado previamente por su frontera
este, tras la intervención de la Otan a Afganistán en 2001.
En 2009, el expresidente del Gobierno de España, José María Aznar,
señaló que la Otan debía buscar alianzas sin límites geográficos.
“La Alianza se ha convertido en una Alianza global en términos de
alcance, con operaciones repartidas por todo el mundo. Sin embargo, para
ser realmente eficaz, sus acciones deberán basarse en una asociación
global. Deberá buscar aliados donde sea necesario, sin límites
geográficos”, expresó.
Rodear a China
Más allá del Mediterráneo y el Golfo Pérsico, la Otan ha establecido
conexiones con países como los ubicados en la región del Pacífico
asiático: Australia, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda, esta alianza
fue denominada con el nombre de País de Contacto.
Con esta alianza en el Pacífico asiático, sumado al trato especial
con Mongolia, la Otan ha rodeado a China, la segunda economía del mundo y
pilar de los Brics. De este modo, la alianza que lidera Estados Unidos
tiene pleno control militar tanto del estrecho de Ormuz como del
estrecho de Malaca, las dos vías marítimas por donde China transporta
los productos que exporta al mundo entero y sobre todo las vías por
donde entra el combustible necesario para alimentar al país asiático que
tiene la población más grande del planeta.
Misiles contra Rusia
Luego de la desintegración de la URSS, Rusia mantuvo su negativa a
unirse a la Otan. En represalia, para enfatizar su dominio militar y
bajo la excusa de desviar las posibles amenazas iraníes -enemigo
explícito-, esta organización inició la construcción de un sistema
antimisiles (DAM, por sus siglas en inglés) en Europa, cerca de las
fronteras de países europeos con Rusia, la mayoría ex aliados comunistas
durante la Guerra Fría.
El DAM incluyen emplazar complejos de cohetes antiaéreos Patriot
PAC-3 y un complejo terrestre Aegis con misiles SM-3 Block IIA en
Polonia; una estación de radares AN/TPY-2 en Turquía; y un complejo
terrestre Aegis con misiles SM-3 IB en Rumania.
Rusia se ha mostrado escéptico ante su preocupación de que el sistema DAM atente contra el potencial estratégico del país.
Además, actualmente, la Otan fomenta asociaciones consideradas
estratégicas en la región de Trascaucasia con Azerbaiyán y Armenia,
cercanas a Rusia. Mientras que busca que Finlandia y Suecia ingresen
definitivamente como miembros plenos de la organización, lo que
garantizaría la presencia militar de Estados Unidos y su aliados en los
mares Báltico y Ártico, dominados hasta hora y casi exclusivamente por
Rusia.
Otan cerca de Brasil
La eventual presencia de la Otan en Colombia, significaría acercarse a
las fronteras de Brasil, otro de los integrantes del Brics, la mayor
economía de América Latina y la sexta a nivel mundial. Sería esta la
primera operación de la Otan para controlar los pasos de la quinta
economía del mundo y sin duda líder de las nuevas instituciones
latinoamericanas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños y la Unión de Naciones Suramericanas.
http://www.diario-octubre.com/